En Nürburgring conviven multitud de marcas, que trabajan duro para poner a punto sus coches, que luchan para ganar segundos al crono, y que libran batallas en las que solo puede haber un vencedor, el que consiga el mejor tiempo en uno de los circuitos más emblemáticos del mundo, en el Nordschleife. Porsche y Chevrolet – con su Corvette – son dos de las marcas que más han abonado su rivalidad en los circuitos, con sus coches de calle, y en la competición. Tal vez por eso nos sorprenda esta anécdota, la de cómo contribuyeron los ingenieros que desarrollan el Corvette a que el Porsche 911 GT3 RS consiguiera su récord en Nürburgring.
Porsche 911
La contribución de los ingenieros del Corvette al récord de Porsche
Oliver Berg, responsable de la sección Porsche GT, habría reconocido la ayuda del equipo de desarrollo del Corvette ZR1, afincado en las inmediaciones de Nürburgring (ver noticia en Motor Mouth Arabia y Road and Track).
La alta demanda de tiempo en pista del Nordschleife, por la gran cantidad de fabricantes que reservan el circuito, carreras varias, y los turnos de «puertas abiertas» para los aficionados que acuden al circuito, obliga a que la posibilidad de rodar en solitario en pista dependa de reservas con al menos un año de antelación. Porsche no había reservado su turno. Y conseguir una vuelta rápida como la marcada por el Porsche 911 GT3 RS no es posible compartiendo pista con otros coches.
El asalto a Nürburgring del nuevo Porsche 911 GT3 RS
En cualquier caso, el equipo de probadores de Porsche decidió acudir a Nürburgring y probar suerte. Y no la encontraron. La pista estaba reservada durante todo el día por el equipo de desarrollo del Corvette ZR1, y no había posibilidad de conseguir un hueco para rodar en solitario.
Fue entonces cuando entró en juego la camaradería de los probadores y los ingenieros que, tras haber compartido pista, y muchas horas de trabajo, se conocen entre ellos. De manera que el equipo de Chevrolet ofreció una hora de su reserva al equipo de Porsche, para que llevaran a cabo su asalto al Nordschleife, y ser testigos de su trabajo.
El objetivo de Porsche era bajar de los 7 minutos. Y eran conscientes de que era posible. Ya habían conseguido que el Porsche 911 GT3 RS rodara en 7 minutos bajos con tráfico en pista. De manera que, con la pista libre, y el Porsche 911 GT3 RS listo para dar sus primeras vueltas, el equipo de Porsche, y el equipo que probablemente estaba intentando la misma hazaña con el Corvette ZR1, ya tenían el cronómetro activado en su teléfono móvil para comprobar qué tiempos marcaba la última bestia de los de Stuttgart.
Pero Porsche no necesitó una hora, ni mucho menos, para conseguir su objetivo.
Tras la primera vuelta, el Porsche 911 GT3 RS ya estaba rodando por debajo de los 7 minutos. Kevin Estre, el piloto que consiguió la hazaña, se anota un tiempo de 6 minutos y 59 segundos, de nuevo, en la segunda vuelta, y una vez más en la tercera, para bajar hasta los 6 minutos y 56,4 segundos en la cuarta vuelta. En menos de media hora el equipo de Porsche ya había conseguido su récord y había recibido la orden de recoger y marcharse. Mientras tanto, los ingenieros de Corvette no salían de su asombro.
Insistimos en que hay que relativizar la importancia de las vueltas rápidas al Nordschleife, pero estaréis conmigo en que el Porsche 911 GT3 RS no solo ha demostrado que es uno de los deportivos más pasionales, y auténticos, del mercado, sino también uno de los coches más rápidos y precisos que podrías pilotar en un circuito, y llevártelo puesto hasta el garaje de tu casa.
