¿Que me dirías si te digo que puedes comprarte un monoplaza fabricado por Porsche por 14.990 euros? No, no te estoy engañando: es un Porsche 911 clásico fabricado por la propia marca, y en perfecto estado de funcionamiento. Menudo chollo, ¿verdad? Hay una pequeña peculiaridad, eso sí… el Porsche 911 está propulsado por un motor Honda. Sigue siendo una buena oportunidad, ¿no? Bueno… hay otra peculiaridad más: es un Porsche 911 Junior, un kart de 83 centímetros cúbicos, fabricado para niños en los años ochenta.
La historia del Porsche 911 Junior es una historia curiosa. Comenzaron a producirse en el año 1980, y la idea de Porsche era que los propietarios de uno de los deportivos de la marca adquiriesen este pequeño nueveonce como juguete para sus retoños. Imitaban el diseño de un Porsche 911 Turbo descapotable, y en vez de la palabra «Porsche» en sus vinilos laterales, se podía leer la palabra «Junior». Vendidos en los propios concesionarios de Porsche, costaban la friolera de 4.500 dólares del año 1983. Ajustando la inflación… casi 11.900 dólares actuales.
Porsche 911
Eran un verdadero capricho, una excentricidad al alcance de unos pocos adinerados. En el fondo, los Porsche 911 Junior eran máquinas muy sencillas, pero creadas con mucho mimo y atención al detalle. Sus carrocerías monoplaza eran de fibra de vidrio, y en posición trasera – dónde si no – se había montado un pequeño motor de gasolina. Un motor Honda de carburación y un solo cilindro, un motor Type G100 refrigerado por aire usado en maquinaria de pequeñas dimensiones. Con 83 centímetros cúbicos, este motor desarrollaba unos tímidos 2 CV.
Como es evidente, no estaban pensados con el alto rendimiento en mente. Eran juguetes, karts venidos a más. Con todo, este motor estaba asociado a un cambio de dos relaciones con marcha atrás, y el coche tenía un embrague multidisco bañado en aceite, accionado mediante un pedal. Era un coche escuela fantástico, y posiblemente inculcó a muchos niños (privilegiados, todo sea dicho) la pasión por los deportivos de la marca. Su altísimo precio hizo que solo se fabricasen 224 unidades durante la primera mitad de los años ochenta.
La unidad que se vende en Elferspot ha recorrido solamente 10 km y está en un estado prácticamente nuevo. Es un complemento ideal para el propietario de un 911 clásico u otros coches de la marca. Eso sí, a un precio de 14.990 euros, hay que tener en cuenta que es casi tan cara como un Porsche Boxster usado de primera generación.