Desde hace meses, si no años, se rumorea de forma fundada el futuro lanzamiento de un Porsche 911 orientado a la conducción fuera del asfalto. Aunque parezca una contradicción en sí mismo, hay que recordar el legado de la marca de Zuffenhausen en el mundo de los rallyes, además de que el Porsche 959 se coronó en el pantagruélico Dakar a mediados de los años ochenta. En pleno 2022, y quizá pensando en ese futuro 911 Safari, o 911 Dakar, Porsche acaba de crear dos 911 experimentales con los que ha ascendido al volcán más alto del mundo.
Porsche 911
El volcán en cuestión es el Ojos del Salado y está en Chile. A este volcán han subido vehículos como Mercedes Unimog especialmente preparados, y ahora, dos Porsche 911 experimentales, que han llegado a los 6.007 metros de altitud. A esta altura, no sobrevive la vida vegetal y las temperaturas son gélidas, además de existir muy poco oxígeno en la atmósfera. El equipo de Porsche ha sido liderado por Romain Dumas, que ha llevado los coches al límite físico de sus posibilidades. ¿Cómo son estos Porsche 911 tan especiales?
El punto de origen de estos vehículos fueron dos Porsche 911 Carrera 4S, equipados con tracción total y motores 3.0 bóxer biturbo con 450 CV de potencia. Las unidades equipan caja de cambios manuales de siete relaciones y han sido profundamente modificadas. Fueron creadas entre el centro de desarrollo de Porsche en Weissach y Romain Dumas Motorsport. En primer lugar, se montaron jaulas antivuelco, asientos de fibra de carbono y arneses para garantizar la seguridad de los pilotos en el entorno donde se desenvolverían.
La modificación más llamativa quizá ha sido la instalación de ejes pórtico, con el objetivo de aumentar la altura libre al suelo. Estos ejes pórtico – presentes en coches como el Mercedes Clase G 4×4 «al cuadrado» o un Unimog – están acompañados de neumáticos todoterreno de medidas muy generosas. El resultado son 350 mm de altura libre al suelo. Una cifra descomunal. Para acomodar los gigantescos neumáticos y los ejes tipo pórtico Porsche ha tenido que instalar unos pasos de rueda tremendamente ensanchados, dando al coche un aspecto dramático.
Los bajos han sido carenados con aramida para evitar problemas en conducción sobre rocas. Pero las modificaciones no terminan aquí. Se han acortado los desarrollos de la caja de cambios y se han instalado bloqueos manuales en los tres diferenciales del vehículo. La dirección es ahora de tipo «by-wire» – por motivos no especificados que posiblemente tienen que ver con el packaging de las modificaciones – y Porsche ha instalado un «Warp-Connecter». En plata, un enlace mecánico entre las cuatro ruedas del coche para garantizar una completa estabilidad transversal y longitudinal.
El sistema de refrigeración fue desplazado para que en las secciones más extremas no hubiera riesgos, y un cabrestante fue instalado para que el coche pudiera salir de los atolladeros más problemáticos. Esta pareja de Porsche 911 es impresionante, y en cierta forma, es la confirmación cuasi-oficial de que el 992 será la base del primer Porsche 911 de producción con aptitudes todoterreno. Es posible que ese 911 Safari o 911 Dakar llegue en 2023, y cuando lo haga, la creación de estos dos 911 experimentales habrá tenido todo el sentido del mundo.