Hoy se ha cumplido una efeméride histórica para uno de los deportivos más míticos jamás creados. Hoy ha salido de las líneas de producción de Porsche en Zuffenhausen el 911 número un millón. El Porsche 911 se lleva produciendo de forma ininterrumpida desde el año 1963, sobreviviendo a crisis económicas, a tiempos duros para la marca y al advenimiento de la era de los crossover y la conducción autónoma. El Porsche 911 sigue siendo un icono aspiracional, y pocos coches pueden presumir de ello. Como veréis tras el salto, ningún detalle en la unidad número un millón es casual.
Este Porsche 911 ha sido pintado en un color icónico llamado «Irish Green». Es un color especial, una tonalidad vintage idéntica al color con el que muchos de los primeros 911 abandonaban la fábrica durante los años 60. No es un British Racing Green, es un color diferente, con algo más de personalidad. Los emblemas de carrocería de este Porsche 911 son de color dorado, y se ha suprimido el emblema de la versión. De nuevo, un guiño al pasado, aunque en verdad este 911 sea un Carrera S, equipado con un motor biturbo de 3,0 litros, seis cilindros opuestos y 420 CV de potencia máxima.
Porsche 911
Las llantas tampoco son convencionales, aunque sea un diseño que sí podamos ver en otros Porsche 911. Pero es sin duda en el interior donde Porsche se ha volcado en otorgarle un marcado espíritu retro. La tapicería de los asientos es de tela, y ha sido guarnecida con el clásico patrón «pata de gallo» que podemos encontrar en el Porsche 911 R, sin ir más lejos. Me gusta cómo Porsche ha transformado los relojes de la instrumentación con un detalle tan simple como LEDs de color verde para su iluminación. Agujas y tipografía también conservan el sabor clásico de los primeros Porsche 911.
La pantalla digital de la instrumentación muestra la silueta de un 911 y el número «1000000» cuando se acciona el contacto. Porsche Exclusive ha instalado un volante con aro de madera para dar un toque final a este maravilloso habitáculo. Este coche no será vendido a ningún cliente, pero tampoco va a ser una «reina de garaje»: se embarcará en un tour mundial por varios continentes y Porsche lo usará para diversos roadtrips, con los que alimentará su afinada maquinaria de relaciones públicas. Sólo entonces pasará a descansar en el Porsche Museum, donde será perfectamente mantenido y cuidado.