Hoy en día no hay demasiados lugares en los que puedas contemplar a un Porsche 917, más allá de un museo, y algún que otro evento de clásicos, por supuesto en circuito. Aunque hoy en día pueda sorprendernos, Porsche, la marca más laureada en las 24 Horas de Le Mans, no ganó su primera carrera en La Sarthe hasta 1970, y fue gracias al Porsche 917, que repetiría victoria en 1971. Aquella bestia contaba con un motor con doce cilindros enfrentados y era un prodigio técnico, especialmente en lo que respecta a su bajo peso y su aerodinámica. Ahora bien, ¿qué hace un coche de carreras como este por las calles de Mónaco? ¿Cómo ha conseguido un Porsche 917 recibir la autorización para circular por carreteras públicas?
¿Cómo ha acabado este Porsche 917 en Mónaco?
Según VW Vortex, este Porsche 917 jamás llegó a competir. En su día, Porsche construyó apenas unas decenas de Porsche 917. El chasis número 37, el que hoy en día se ve por las calles de Mónaco, jamás fue completado. Este muleto acabó en los talleres de Baur, famosa carrocera de Stuttgart. Y décadas más tarde sería vendido a un coleccionista estadounidense, que se lo llevó al otro lado del Atlántico y, por suerte, lo conservó hasta que alguien pensó que era el candidato perfecto para una restauración.
Y no solo eso, su propietario, decidió conseguir los correspondientes permisos para utilizarlo por carreteras públicas.
¿Cómo ha conseguido su dueño homologar un coche de carreras para la calle?
No es habitual ver un coche de carreras por la calle, por razones obvias. El propietario de este Porsche 917 habría conseguido que aprobaran su homologación de calle aprovechando un resquicio legal.
Una vez un coche ha sido autorizado a circular por las carreteras del Principado de Mónaco, cualquier otro coche idéntico a ese podría ser homologado para circular por carreteras públicas. Por suerte, la familia Rossi, fundadores de Martini, y uno de los patrocinadores más famosos del automovilismo, tuvieron en su haber un Porsche 917, con el chasis número 30, homologado para la calle. De ahí que, para conseguir que este 917 pudiera circular por las calles de Mónaco, solo fuera necesario demostrar que era idéntico a aquel coche y, por supuesto, muchísimo papeleo.
Más imágenes del Porsche 917:
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