Hace un par de años pude visitar una de las naves que el Porsche Museum tiene repartidas por Stuttgart, donde almacena gran parte de su legado histórico de vehículos. Es el nirvana si amas el motor y su historia, y más aun si puedes ponerte al volante de alguno de sus clásicos. Recuerdo haber visto un extraño Porsche 928, cargado de tubos y protuberancias, además de calzado con las llantas de un Porsche 911 moderno. Recientemente, Porsche ha arrojado luz sobre este Frankenstein y su verdadero cometido.
El Porsche más silencioso del mundo
Ese Porsche 928 es el Porsche más silencioso jamás creado. El cometido de este vehículo de pruebas era medir el ruido de rodadura de los neumáticos de diferentes vehículos de la marca. Fue usado para este propósito durante alrededor de tres décadas, desde mediados de los años ochenta hasta bien entrada la generación 991 del Porsche 911. Este 928 es una herramienta de trabajo, procedente de una época en la que los ensayos computerizados y los laboratorios de pruebas no eran tan avanzados y tecnológicos como lo son hoy en día.
Fotos del Porsche 928 más silencioso
Para medir el sonido de rodadura de los diferentes neumáticos de todos los futuros lanzamientos de la marca, se usaba la plataforma dinámica Weissach, pero su uso constante hizo necesaria la construcción de un tramo de asfalto normalizado para poder realizar mediciones en condiciones invariables. Para medir el ruido de rodadura se requiere que el coche acelere desde 50 hasta al menos 61 km/h, y entonces, pase por delante de dos micrófonos de precisión separados por 20 metros entre sí. El resultado debía ser inferior a 75 decibelios.
El coche en el que se probaban las diferentes combinaciones de neumáticos y llantas debía ser lo más silencioso posible. Esto descartaba automáticamente a todos los 911, entonces refrigerados por aire, y también a los sencillos 944. La elección lógica fue el 928, diseñado como un GT de altos vuelos y gran confort. Cuando Porsche decidió crear este banco de pruebas portátil estaba en desarrollo la versión GTS del 928, con su motor V8 de 5,4 litros. Aunque el 928 GTS terminó recibiendo un V8 de alto régimen de giro, el laboratorio rodante recibió otro motor.
Concretamente, una versión experimental del mismo motor, con mayor par a bajo régimen y un tarado menos agresivo. De por sí silencioso, el vano motor fue rellenado con bloques de espuma aislante para reducir aun mas su sonido. La caja de cambios, manual, era también extremadamente silenciosa y fue aislada, al igual que el eje de transmisión. La obsesión por el silencio mecánico no terminó ahí: el radiador frontal fue llevado al exterior del coche para eliminar la necesidad de un ventilador y la admisión fue montada sobre el capó para minimizar su sonido.
Además del «silenciador» de admisión, este 928 lleva dos jorobas sobre el capó, que esconden dos potentes ventiladores: cuando es necesario, extraen el calor del vano motor, evitando que el propulsor se sobrecaliente. Lo realmente llamativo de este coche está en su parte trasera, donde encontramos un gigantesco silenciador de escape, montado sobre el cristal trasero del 928. El coche fue usado en ocasiones por Pirelli para el desarrollo de neumáticos, y sus pasos de rueda fueron creciendo a medida que lo hacían los neumáticos de los coches.
Hoy en día este coche es una reliquia de tiempos pasados y ya no se usa, pero Porsche se ha resistido a desguazarlo o venderlo, pues es parte integral de la historia de la marca. Desde Diariomotor aplaudimos y compartimos dicha decisión, dicho sea de paso.
Fotos del Porsche 928 más silencioso