Porsche nos ha dejado estos días sin palabras. Difícilmente podríamos imaginarnos que los de Stuttgart estaban preparando un proyecto tan apasionante como el remake del Porsche 935 – más conocido como Moby Dick en su versión del 78 – aunque no vaya a competir, y no esté homologado para la calle y, por lo tanto, sus propietarios tengan que disfrutarlo en circuito cerrado. El Porsche 935 es una caja de sorpresas y un compendio de curiosidades, y de detalles, que sin duda harán las delicias de los fans de la marca. Hay historias muy conocidas, y a la vez interesantes, como el hecho de que los Porsche tengan el arranque del motor a la izquierda del volante. Otras quizás sean menos conocidas para los profanos, aunque aquellos que conozcan mejor la historia de la marca rápidamente sabrán de qué estamos hablando. ¿Por qué este Porsche de más de 700.000 euros tiene un pomo para la palanca de cambios de madera?
El pomo para la palanca de cambios de madera de Porsche
Hoy en día, la madera nos puede resultar un material poco apropiado para un coche deportivo o de carreras, que solo podríamos imaginarnos en revestimientos de salpicadero de un sedán de lujo. En los años sesenta la madera era indispensable para Porsche, de hecho se empleó como material aislante y refuerzo en el Porsche 908, y en detalles tan característicos como el pomo del cambio. Aunque su sucesor, el Porsche 917, apostará más que nunca por materiales exóticos en aquellos años, como el magnesio y el titanio, una de las curiosidades que llegaría hasta nuestros días sería la del pomo de la palanca de cambios construida con láminas de madera de balsa.
Aquel detalle también estaría presente en el Porsche 909 Bergspyder, una barqueta ultraligera de la época, diseñada para subidas. En la época moderna de Porsche veríamos cómo, fugazmente, un superdeportivo de calle como el Porsche Carrera GT también se ofrecía con un pomo para la palanca de cambios de madera de balsa. Ver artículo: ¿Por qué demonios el Porsche Carrera GT tenía un pomo de madera en su caja de cambios?
Imagen del interior del Porsche 917 que venció en las 24 Horas de Le Mans de 1971, con el detalle de la palanca de cambios de madera a la derecha del volante.
El empleo de madera como aislante y refuerzo en los coches de carreras de Porsche tenía mucho sentido, primero, para evitar que esos componentes tan necesarios en aquellas máquinas elevaran demasiado el peso del vehículo. Aunque pueda parecernos que el peso del pomo de una palanca de cambios es insignificante, cuando se compite en el más alto nivel, para mejorar décimas por vuelta, para ahorrar hasta el último gramo, todo ayuda. La madera también era interesante en este componente por una de sus propiedades más importantes, su capacidad para aislar el calor. Y eso, en un coche de carreras que va a estar rodando al límite durante 24 horas, también es un alivio para el piloto.
El pomo de madera del nuevo Porsche 935
Mucho nos tememos que en el caso del Porsche 935 no tendrá demasiada utilidad práctica. De hecho, el Porsche 935 ni tan siquiera cuenta con un cambio manual. La madera de balsa se ha utilizado para el pomo de un pequeño selector de marcha que el piloto, mientras ruede en circuito, no tocará, puesto que incluso en modo secuencial, accionará las marchas mediante las levas tras el volante. La excusa del aligeramiento siempre está ahí, pero es un tanto vaga, si tenemos en cuenta que al tratarse de un selector de marchas del cambio automático PDK, y no una palanca de cambios manual, se podría haber recurrido a soluciones más ligeras, como unos botones.
Aún así, Porsche ha querido homenajear a sus clásicos de carreras, y recordarnos esta historia, con un detalle tan sencillo, pero curioso, como este. Y eso es algo que seguro agradecerán los 77 afortunados que se hagan con uno de los nuevos Porsche 935, desembolsando más de 700.000 euros, más los impuestos correspondientes.
Más imágenes del nuevo Porsche 935: