Imagina disponer de un sistema de suspensiones tan sofisticado que hará que tu coche se incline, salvando las distancias, como una moto. Tan sofisticado que técnicamente podría funcionar sin muelles, según asegura su creador, aunque hay razones de peso para no prescindir de ellos.
Las nuevas suspensiones Active Ride
Se llama Porsche Active Ride. Y no es otra cosa que la evolución de los ya de por sí avanzados sistemas de suspensiones que desde hace mucho tiempo ha ido perfeccionando Porsche para conseguir que productos como Porsche Cayenne, y ahora Porsche Panamera, puedan cumplir con los estándares de conducción fuera del asfalto o confort, que se espera en este tipo de coches, y la deportividad que se presupone de un Porsche.
Porsche Panamera
Un sistema tan potente que, de momento, solo podrá estar disponible en turismos que funcionen con sistemas de alta tensión y, por lo tanto, híbridos enchufables y eléctricos.
Suspensiones que inclinan el coche, como una moto
Antes de seguir me gustaría recordar una historia que, inevitablemente, me hace sentir mayor. En 2017 se presentaba la tercera generación del Porsche Cayenne, y con ella un nuevo sistema de suspensiones neumáticas de tres cámaras y, sobre todo, estabilizadoras activas, que hoy en día nos sorprenderían mucho menos, con la cantidad de SUV ultra-sofisticados y deportivos que han ido surgiendo en estos años, pero que por aquel entonces me resultaron gratamente sorprendentes.
Aquellas estabilizadoras activas conseguían, en cuestión de milisegundos, contener los movimientos de carrocería laterales y longitudinales, compensando los movimientos de carrocería y consiguiendo que una «mole» como el Cayenne pudiera desplazarse por las sinuosas carreteras de Creta, donde tuve ocasión de probarlo, como si de un ligero y deportivo compacto se tratase.
El nuevo sistema de suspensiones Porsche Active Ride, ahora presente en el Porsche Panamera Turbo E-Hybrid, literalmente hace que el coche se incline en las curvas, a su vez, para mantener el contacto de la carretera y compensar la inclinación de la carrocería. Para ello, Porsche ha prescindido de las estabilizadoras habituales, y ha empleado un sistema hidráulico, con una bomba para cada amortiguador, que activa la extensión o compresión en función de las indicaciones que le llegan de la unidad de control, que a su vez emplea sensores para controlar la aceleración de la rueda y la carrocería, y los movimientos de la suspensión y el vehículo. El sistema puede realizar hasta 13 ajustes por segundo. Y, por supuesto, también ajusta la compresión y extensión del amortiguador de cada rueda, individualmente, para absorber baches.
¿Suspensiones sin muelles?
Según Ingo Albers, Director de Sistemas de Conducción de Porsche, «teóricamente, con el diseño adecuado ya no necesitaríamos muelles». Pero existe una razón de peso para seguir empleándolos. Controlar la extensión y la compresión del amortiguador únicamente con el sistema hidráulico requeriría un enorme consumo de energía – y entendemos que además sería bastante problemático.
De hecho, el sistema Porsche Active Ride es demasiado potente para trabajar con los sistemas eléctricos de 12 voltios habituales. Por esa misma razón estará disponible, de momento, solo en el Porsche Panamera Turbo E-Hybrid, que emplea una batería de 400 voltios, y también podría incorporarse más adelante a vehículos completamente eléctricos.
De hecho, según Porsche este sistema está pensado específicamente para ellos. Y pronto lo veremos en otros modelos de la marca, más allá del Panamera.