Estos días os hemos hablado precisamente de un tema que ha de preocuparte si compras un coches usados, de segunda mano, y especialmente si son clásicos, la corrosión. La corrosión puede poner en peligro a tu coche y su seguridad. Por otro lado, estamos acostumbrados a ver clásicos impolutos, con carrocerías resplandecientes, quizás tratando de trasladarnos al instante en que el coche salió de la fábrica hace décadas. ¿Pero qué hay del encanto de los coches clásicos oxidados y sin restaurar?
Un Porsche y el encanto de los coches clásicos oxidados
Porsche nos ha presentado una nueva entrega de la serie de vídeos de 9:11 Magazine. Un vídeo en el que se nos presenta un Porsche 356 con un aspecto inusual, con la carrocería desgastada, algunas abolladuras y arañazos, e incluso trazas de óxido. Su propietario es un firme defensor de mantener los coches clásicos tal y como están, con su carrocería desgastada, como testigo de una historia.
Y es por eso que presume y se siente orgulloso de las heridas de guerra que presenta su Porsche 356, y en ningún clásico se plantea restaurarlo.
Matt Hummel, el propietario de este Porsche 356, defiende también las ventajas de conducir un coche así.
La mayoría de los propietarios de un Porsche 356 original lo preservarían con sumo cuidado en su garaje, solo lo sacarían a pasear en contadas ocasiones, y estarían permanentemente preocupados evitando que nada toque su carrocería. Matt, en cambio, defiende moverse a diario en un Porsche 356 y, sobre todo, no preocuparse de que algo pueda arañarlo, o incluso de salir fuera del asfalto con él, enfrentándolo al polvo, a la gravilla, y a las inclemencias que evitaría por todos los medios cualquier propietario de un clásico como este.
Al respecto de esto último, un segundo vídeo en el que Matt presentó su Porsche 356 – y otras de las piezas que guarda en su casa – para la publicación Petrolicious.
No sé qué os parecerá a vosotros. Pero, sinceramente, me encanta la filosofía de Matt Hummel y su idea de cómo debe ser un coche clásico, y de las satisfacciones que puede proporcionarnos conducirlo a diario.
Pero aún me gustaría más poderme permitir tener un Porsche 356 en mi garaje y utilizarlo a diario, sin preocuparme de cómo luzca su carrocería.