Hace ya tiempo que venimos hablando del firme propósito de Porsche por desarrollar combustibles respetuosos con el medioambiente pero que, a su vez, permitan seguir circulando a vehículos con motor de combustión. Esta medida, que permitirá seguir circulando más allá de 2035 a coches con motores de combustión, se refuerza ahora con el anuncio del inicio de la construcción de la primera planta de e-fuels de la marca, que estará operativa ya en 2022.
El futuro de la movilidad personal por carretera parece estar enfocada ya de manera definitiva a la electrificación, pero aún hay fabricantes que creen que es posible encontrar ciertas alternativas a este futuro tan «uniforme». Una de ellas es Porsche, que lleva tiempo trabajando en la tecnología de los combustibles sintéticos.
Ahora, la firma alemana ha anunciado el inicio de la construcción de una planta de combustibles sintéticos en Chile, donde tiene intención de producir combustibles sintéticos ya desde 2022, con previsión de aumentar exponencialmente la producción de estos productos destinados a «salvar» la quintaesencia de los motores Porsche más emblemáticos de la historia.
La fábrica combustibles sintéticos de Porsche, a toda vela
Situada al norte de Punta Arenas, en la Patagonia chilena, la construcción de la planta se llevará a cabo en poco tiempo gracias además a la colaboración de varias empresas tecnológicas que, junto a Porsche, se han unido para hacer realidad esta fábrica tan especial. Entre las empresas que forman parte de este proyecto se encuentran, además de la mencionada Porsche, HIF (Highly Innovative Fuels, una empresa de origen chileno) y Siemens Energy.
Si los planes del fabricante del eterno Porsche 911 se cumplen, ya en 2022 se comenzará a producir combustible sintético alcanzando una cifra de 130.000 litros, cifra que aumentará sustancialmente hasta los 55 millones de litros al final de la primera etapa de desarrollo (2024) para alcanzar ya una cifra estable de 550 millones de litros en el año 2026.
La visión de Porsche más allá de 2035: los e-fuels
Porsche confía en poder mantener en su porfolio de modelos algunos con motor térmico más allá de 2035 utilizando estos combustibles antes mencionados, combustibles con una huella de carbono próxima a cero gracias a la captación de CO2 durante su producción, y es ahí donde la planta chilena de Haru Oni entra en escena.
Para la marca el uso de combustibles es fundamental para mantener el ADN de sus modelos. Sirva como ejemplo el dato de que alrededor del 70% de todos los Porsche fabricados durante la historia de la marca siguen rodando hoy en día, una cifra de «supervivencia» que se amplía en el caso de modelos como el Porsche 911, que encumbra la filosofía de la marca. Con el empleo de estos combustibles Porsche estaría además en disposición de cumplir los objetivos de descarbonización impuestos por la Unión Europea para 2035.