La división de clásicos de la marca alemana acaba de adquirir un impoluto Porsche Boxster de primera generación. Un coche con los extras adecuados, en un maravilloso estado de conservación. Hace poco más de un mes publicaban un artículo al respecto en su portal para medios, Porsche Newsroom. Curiosamente, este artículo comenzaba de forma iracunda, con un explosivo primer párrafo que arremetía durísimamente contra los especuladores, que han elevado los precios de sus vehículos clásicos con el objetivo de lucrarse. Directamente, los califica de «inmorales».
Lo cierto es que si hay una empresa cuyos coches clásicos han estado en el ojo del huracán de la especulación de precios, esa empresa ha sido Porsche. El artículo comenzaba hablando de que la ausencia de instrumentos financieros tradicionales con buena rentabilidad ha llevado a muchos inversores a tratar los coches clásicos como refugio de valor. Esta afirmación está en línea con varios de nuestros artículos de opinión, y con los récords de precio en subasta de coches como los Ferrari 250 GTO o los Porsche 550 Spyder. Récords que parecen superarse, año tras año.
El artículo de Porsche Klassik continúa con tonos duros, quejándose de que muchos clásicos de la marca no son usados por este motivo. La especulación de la que hablan no se limita a clásicos exclusivos como pudiera ser un Porsche 911 Carrera RS 2.7, hablan de que también afecta a clásicos «normales» como puede ser el Porsche Boxster de primera generación. El artículo llega a la conclusión de que muchos potenciales propietarios de un Porsche youngtimer no se lo pueden permitir, teniendo que adquirir clásicos de otras marcas.
La explosión de ira de Porsche Klassik está centrada en concesionarios y dealers, agentes intermediarios que buscan un simple beneficio en la compra-venta, y no en el disfrute de los coches. Incluso en coches tan recientes como el Porsche 911 R la marca ha vivido en sus propias carnes la especulación más pura: varias reservas del 911 R cambiaban de manos por precios hasta cinco o seis veces superiores al precio del coche. Esto habría incluso motivado a la marca a lanzar un Porsche 911 GT3 Touring de producción no limitada: un verdadero antídoto de marca a la fiebre especulativa de los 911 R.
Sea como fuere, lo curioso de esta historia es que el artículo que llamaba «inmorales» a aquellos que trataban a los coches clásicos como instrumentos de inversión ha sido modificado. Aún se puede consultar una copia original en el foro de PistonHeads. Los descalificativos han desaparecido y es mucho más aséptico, sin hacer referencia a precios o especulación. Entendemos que alguien se ha llevado un buen tirón de orejas, especialmente cuando los Porsche Classic Center viven de carísimas restauraciones y el mantenimiento de coches muy valiosos.
Fuente: Porsche Newsroom | Autocar
