La semana pasada ya os dábamos algunos datos impresionantes acerca de los resultados de Porsche en el último ejercicio, que de nuevo fue de récord. También os proporcionamos una explicación, Porsche vende muchísimos SUV y eso se traduce en un volumen de entregas inalcanzable si Porsche hubiera centrado su estrategia de producto estrictamente en deportivos. Pero lo que es aún más impresionante es el hecho de que Porsche haya alcanzado un margen de beneficio del 17,4%. Teniendo en cuenta el beneficio operativo de Porsche en el último año, de 3.900 millones de euros, y las más de 238.000 unidades que entregaron, nos encontraríamos que por cada coche que vende Porsche obtiene un beneficio holgadamente superior a los 16.000 euros. ¿Y cómo ha conseguido Porsche alcanzar uno de los mayores márgenes de beneficio de la industria y el mayor para un fabricante con un volumen de ventas tan alto?
Si tuviéramos que hallar al fabricante – con una producción en el orden de miles de unidades al año – que consigue un mayor margen de beneficio no deberíamos olvidarnos de Ferrari. Aunque la cifra exacta la desconocemos, desde la propia marca siempre se ha barajado que estaría en el entorno del 20% y en cifras superiores a los 80.000€ por coche entregado. Pero no podemos olvidarnos de que Ferrari es un fabricante que centra su estrategia en productos con precios en el orden de varios cientos de miles de euros y que, más allá de la venta de coches, Ferrari ha diversificado su estrategia hacia otras muchas líneas de negocio.
Incluso si solo nos centráramos en la venta de deportivos Ferrari deberíamos tener en cuenta que su volumen de entregas se sitúa en el entorno de las 8.000 unidades al año y que gran parte de los productos que fabrican gozan de un alto grado de personalización, que incrementa significativamente el beneficio obtenido. Dicho lo cual, ¿cómo ha conseguido Porsche alcanzar con sus coches el mayor margen de beneficio de la industria para un fabricante con su volumen de ventas y prácticamente a la par con marcas como Ferrari?
A pesar de que Porsche haya dejado de ser aquel fabricante tan exclusivo que apenas producía unas decenas de miles de deportivos al año, para alcanzar un orden de cientos de miles de ventas anuales, en las que los SUV son la porción más relevante del negocio, los de Stuttgart siguen estando muy alejados de la estrategia practicada por fabricantes premium como Audi, BMW y Mercedes-Benz. Fabricantes que centran su estrategia, por otro lado, en productos más compactos, para todos los públicos y todos los bolsillos, y consecuentemente con márgenes de beneficio inferiores. Ver artículo en Bloomberg.
Por otro lado, incluso en sus productos más populares, en Porsche Macan y Porsche Cayenne, los de Stuttgart han conseguido llevar a cabo una estrategia sumamente efectiva cuando de lo que se trata es de aumentar sus márgenes de beneficio. La primera clave de esta estrategia está en amortizar tecnologías del grupo, como las más evidentes, sus motores. La segunda clave no es otra que diferenciar su producto notablemente de los ofrecidos por marcas «hermanas» como Audi y diferenciarse aún más ofreciendo un catálogo de extras opcionales que con muy pocas opciones ya pueden elevar el precio de un Porsche varias decenas de miles de euros.
Mientras tanto, Porsche sigue trabajando para mejorar aún más un margen de beneficio por coche entregado que ha aumentado desde el 15,8% alcanzado en 2015, al 17,4% alcanzado en 2016. Y aunque en Porsche siguen siendo precavidos y su único objetivo es el de mantenerlo por encima del 15%, no nos quepa la menor duda de que esos porcentajes aún pueden incrementarse más.
Fuente: Porsche
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