Parece que Porsche no tiene reparo alguno en explorar todas las opciones que existen para dirigirse hacia una movilidad más limpia. Coches eléctricos y combustible sintético aparte, la marca de Stuttgart se lanza de lleno a los motores de hidrógeno: su departamento de ingeniería ha conseguido convertir uno de sus motores V8 para que funcione con este tipo de combustible.
Vincenzo Bevilacqua, experto senior en simulación de motores en Porsche Engineering, explica que han desarrollado un propulsor de hidrógeno que tiene como objetivo igualar la potencia y el par que ofrecen los motores de gasolina de alto rendimiento actuales: “Al mismo tiempo, teníamos el objetivo de lograr un bajo consumo de combustible y mantener las emisiones al mismo nivel que las del medio ambiente”. Se trata, eso sí, de un estudio conceptual.
Un V8 de hidrógeno con 590 CV
La transformación de un V8 de 4.4 litros para que funcione con hidrógeno se ha llevado a cabo en un estudio virtual, donde las simulaciones han demostrado que puede generar alrededor de 590 CV. El Porsche Cayenne Turbo S E-Hybrid, equipado con el V8 de 4.0 litros, tiene una potencia de 540 CV que se va hasta los 670 en combinación con los motores eléctricos.
Para saber cómo funcionaría este V8 de hidrógeno en un vehículo, Porsche recurrió a una simulación y, virtualmente, pusieron rumbo a Nürburgring. Explica la marca que usó “un vehículo de referencia del segmento de lujo con un peso total de 2.650 kilos” que supone unos cien más que el Porsche Cayenne híbrido. Firmó un tiempo de 8:20 en el ‘Infierno Verde’.
Adaptar los turbos, el gran reto
Adaptar los turbocompresores para que funcionaran con el hidrógeno supuso todo un reto para los ingenieros de Porsche: “Para lograr combustión limpia, los turbos deben proporcionar (más o menos) el doble de masa de aire que en los motores de gasolina. Y, además, la menor temperatura de los gases de escape se traduce en una falta de energía para su propulsión”.
Para solucionarlo recurrieron a unos compresores eléctricos: con ellos generaron la presión que necesitaban y, tras varias pruebas, dieron con un sistema con turbos consecutivos. Usaron, para ello, un eje común accionado por la turbina o motor eléctrico con el que el aire fluye a través del primer compresor, se enfría en un intercooler y, luego, se vuelve a comprimir en la segunda etapa.
¿Bienvenidos al futuro?
Porsche asegura que los gases de escape que produce el motor de hidrógeno están tan limpios como el aire, aunque reconoce que contienen algo de óxido de nitrógeno. A pesar de ello, el V8 de hidrógeno podría cumplir con los niveles que, supuestamente, establecerá la norma Euro 7.
La marca de Stuttgart afirma, al mismo tiempo, que el coste que supondría producir un motor de hidrógeno sería comparable al de fabricar uno de gasolina: ¿traspasará, entonces, la frontera virtual este V8 de hidrógeno? No hay muchas apuestas a favor de ello, pero esto no significa que no vayamos a ver un Porsche impulsado por este combustible.