Porsche me ha invitado hace unos días a un evento en el que se juegan el tipo. Concretamente, ir a rodar con todo un Panamera Turbo S E-Hybrid en el circuito francés de Paul Ricard donde, hace apenas dos meses, tenía lugar el Gran Premio de Fórmula 1 a su paso por el país galo.
Invitar a un grupo de periodistas a rodar con une berlina híbrida de 2.350 kilos suena a locura, ¿verdad? Lo cierto es que sí que lo es. Pero no me cabe duda que, si la gente de Porsche no estuviera convencida del potencial que tiene este súper Panamera de 700 CV, hoy no estaríamos aquí convocados.
Porsche Panamera
La experiencia comenzó la pasada noche durante la cena, donde pude conversar con Thomas Friemuth, que se deshacía en elogios hacia la berlina de Stuttgart. Quizás Thomas no te suene de nada, sin embargo es toda una institución dentro de la compañía alemana. Ha desempeñado diferentes tareas desde joven en Porsche y actualmente es el Vicepresidente de la línea Panamera. Y está tremendamente orgulloso de la criatura que ha visto nacer y crecer. «Hemos afinado tanto la puesta a punto del Panamera Turbo S E-Hybrid que mañana te vas a quedar sorprendido. Ya me contarás cuando lo pruebes”, afirmaba con una amplia sonrisa que se estiraba a ambos lados de su cara.
Y después de comprobar cómo Porsche ha puesto toda la carne en el asador para su berlina eléctrica Taycan con unas prestaciones de vértigo, un diseño exterior rompedor y un interior tecnológico y vanguardista, la pregunta evidente giraba en torno a la canibalización que está haciendo el Taycan a la propia gama Panamera. Sin embargo, dejando las cifras de lado, para Thomas no existe el menor atisbo de comparación: “el Panamera es mejor coche en todos los aspectos; es el Porsche perfecto, lo tiene todo”.
A pesar de vivir en una época donde la electrificación y la digitalización parecen ser lo único importante, la receta del Porsche Panamera viene a ser como esa buena tortilla de patatas que hacía tu abuela. Nunca fallaba. Y es que este coche recoge lo mejor de los dos mundos. Por un lado, puedes circular en modo eléctrico y disfrutar de la etiqueta ECO, pero siempre cuentas con un motor de combustión que es una maravilla y que, además, suena de fábula… todo sea dicho. Y, lo mejor de todo, olvídate de esas largas paradas para cargar la batería en ruta, como ocurre en el Taycan. La «tecnología del pasado» nunca ha tenido tanto sentido en momentos como éste, ¿no crees?.
Y, a pesar de todo, algunos de vosotros os estaréis preguntando qué futuro tienen los vehículos de combustión si la Unión Europea se plantea prohibir su venta a partir de 2035. Por supuesto, no pude evitar preguntárselo a Thomas y, para él, los coches de combustión tienen mucho futuro por delante. Como te contamos en este otro artículo, el futuro de Porsche pasa por seguir vendiendo vehículos con motor de combustión interna más allá de 2035, gracias a la posibilidad de los combustibles sintéticos creados a partir de hidrógeno y de monóxido de carbono extraído del aire, que serían CO2 neutrales, y que podrían aprovechar un resquicio de la normativa europea. El gran desafío de este proyecto no es sólo la fabricación a gran escala, sino la posibilidad de asegurar que sean compatibles con los motores de gasolina actualmente a la venta.
Pero dejémonos de charlas y vayamos a bordo del Panamera Turbo S E-Hybrid…
La mañana del jueves amanece con una fresca brisa camino del Circuito de Paul Ricard. Nuestra jornada va a comenzar por una ruta en carretera por los alrededores de la provincia de Le Castellet.
El Panamera Turbo S E-Hybrid Sport Turismo aparcado en el paddock del circuito en color “cereza metalizada” se pone en marcha en total silencio. El modo de conducción híbrido está seleccionado y, con él, el motor eléctrico de 136 CV es el encargado de impulsar las ruedas. Salir del circuito en total silencio es una experiencia tan fascinante como conducir un eléctrico. De hecho, con una sola carga de batería cuentas con hasta 50 kilómetros de autonomía puramente eléctrica.
La experiencia de conducción es, en este sentido, tan confortable y silenciosa como la de cualquier eléctrico. Sin embargo se palpan gratas diferencias respecto a cualquier eléctrico del mercado; incluido, su hermano y rival, el Taycan.
El Panamera se siente mejor construido. No se perciben pequeños crujidos como sí ocurre en el Taycan y la suspensión es capaz de ofrecer un tacto mucho más absorbente y confortable cuando el asfalto está en mal estado. Además, la dirección y el propio pedal de freno tienen un tacto mucho natural, alejado de la «artificialidad» que ofrecen los eléctricos.
Con el modo eléctrico es posible circular con el motor de combustión apagado hasta a 120 kilómetros por hora. Y, aunque la batería se recarga durante las frenadas, una vez agotada la autonomía eléctrica de 50 kilómetros lo ideal es poder recargarlo en casa. Una recarga que, con el recomendable cargador opcional de 7,2 kWh, se demora sólo dos horas y media. Y el coste, si lo cargas durante la noche en periodo valle, no llega a superar los 2,5 euros.
Con la actualización sufrida en 2021, la batería de iones de litio de los Panamera híbridos tiene un 27% más de capacidad, pasando de 14,1 kWh a 17,9 kWh. Lo mejor de todo es que la batería no ha crecido en tamaño, por lo que este Panamera Turbo S E-Hybrid Sport Turismo cuenta con los mismos 418 litros de maletero. Es una cifra correcta, pero lo cierto es que pierde 100 litros respecto a las versiones Sport Turismo no híbridas.
Pero si hay un elemento claramente fabuloso, éste es el motor V8. O mejor dicho, la combinación del V8 con el motor eléctrico, que alcanzan una potencia total de, nada menos que, 700 CV. Es por ello que, conforme me adentro por la maravillosa carretera D141 que trascurre a través de la Ruta de las Crestas, este Porsche Panamera Turbo S E-Hybrid Sport Turismo saca toda la artillería a relucir.
Giro el «manettino» redondo del volante hasta seleccionar el modo Sport y, con él, la patada que logra esta súper belina es colosal, gracias al apoyo del impertérrito motor eléctrico. Son 770 Nm de par máximo y la capacidad de acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en 3,2 segundos.
El Porsche Panamera Turbo S E-Hybrid Sport Turismo se siente una bestia para devorar kilómetros a toda velocidad y con el máximo confort, haciendo fácil la experiencia de conducir rápido. Además, para quien viaje en las plazas traseras, este Panamera Sport Turismo ofrece unas amenidades que superan incluso a las del Taycan.
En primer lugar, porque las plazas cuentan con más espacio para las rodillas y la cabeza, los asientos se pueden reclinar y, optando por la configuración de 4 plazas, Porsche instala una consola central con una enorme pantalla que cuenta con un cuadro de instrumentos independiente, con botonera para el sistema de climatización, así como una pantalla de gran tamaño para un segundo sistema de infoentretenimiento. Desde ahí se puede interactuar con la navegación, la música o incluso regular la función de masaje de los asientos. Punto para el Panamera.
La experiencia de conducción que ofrece este coche te invita a disfrutarlo también en una carretera de montaña: jugar con el cambio para oír el sonido que emiten los escapes con cada reducción, frenar fuerte al llegar a una curva para sentir cómo muerden los frenos carbocerámicos opcionales o acelerar a fondo a la salida de cada giro. Y claro, ahí el V8 de 4 litros, los 2.365 kilos y los casi tres metros de largo de esta berlina se dejan notar en el ordenador de abordo, con un consumo de 17.7 litros cada 100 kilómetros. Sí, todos tenemos nuestras debilidades.
Ya de vuelta en el circuito, toca el plato fuerte del día: salir a rodar con el Panamera Turbo S E-Hybrid
He de reconocer que, a priori, tengo mis reticencias sobre las posibilidades de este Panamera Turbo S E-Hybrid fuera de una carretera. Si bien las sensaciones en carretera pueden ser muy satisfactorias, en un circuito las velocidades, inercias y frenadas son mucho más marcadas y la pista es capaz de sacar los colores de muchos coches, a pesar de lo que «aparenten» en carretera. La pista nunca miente.
Acelero a fondo a la salida de boxes. El Panamera Turbo S E-Hybrid se muestra muy rápido y el extra de patada que le confiere el motor eléctrico es todo un acierto. El 911 Turbo S al que voy siguiendo consigue robarnos unos metros, pero resulta inevitable teniendo en cuenta la gran diferencia de peso que hay entre ambos modelos.
El chasis se muestra ágil enlazando la chicane Verriere y, de nuevo, gas a fondo. La curva Camp supone un gran desafío para comprobar la efectividad de la puesta a punto de la suspensión. En la configuración más dura, Sport Plus, no ofrece nada de balanceo y contiene el peso de una forma sobresaliente. Después de la curva a derecha, llega una a izquierda y, de nuevo, un giro largo a derecha denominado Sainte-Baume. A la salida, hay una curva larga a izquierda que el Panamera Turbo S E-Hybrid permite pasar a todo trapo, con el acelerador pisado a fondo. Es quizá el momento más divertido de la vuelta al circuito.
Basta en tener fe, porque el Panamera es capaz de merendarse todo lo que le echen. Abro gas pronto, apunto firmemente con la dirección confiando en que la suspensión aguante el tipo. El Panamera no falla. Aprovechando que a la salida es posible ganar unos metros fuera de pista, el Panamera envía toda la potencia a las ruedas traseras, ofreciendo una ligerísima y elegante cruzada con la que encarar la recta trasera a todo trapo.
La recta trasera se evapora en menos de lo que pensaba y, de repente, me encuentro clavando el pie en el pedal del freno a más de 240 kilómetros por hora. ¡Benditos frenos carbocerámicos! ¡Madre mía! ¡Qué forma de frenar tienen!
La dirección se muestra muy precisa y rápida en la chicane Norte. Un movimiento rápido a izquierda y otro a derecha, y de nuevo gas a fondo durante varios cientos de metros.
A continuación llegan dos giros a derecha, Signes y Beausset. Son dos curvas largas, donde los neumáticos juegan un papel fundamental para pegarse al suelo junto al trabajo que hace la suspensión. Beausset tiene un doble vértice y hay que abrirse a mitad del giro para volver a cerrarse antes de salir. No aparece un atisbo de subviraje.
El Panamera Turbo S E-Hybrid acelera como un tiro. Las diferencias con el 911 Turbo S se evaporan en los giros más cerrados. Y es este detalle lo que más me sorprende de cómo Porsche ha optimizado la dinámica: todo gira en una perfecta gestión del peso y de las inercias.
La potencia se da por descontado, pero no contaba con una puesta a punto tan fina del chasis que estuviera escoltada por unos frenos carbocerámicos que lo hicieran tan bien, así como por una suspensión neumática tan firme en su tarado más duro. Las últimas dos curvas se despachan con la tónica con las que nos ha sorprendido este Panamera. La sonrisa en mi cara me va a durar un buen rato.
¿En qué podría mejorar el Porche Panamera?. Difícil cuestión. Quizá una futura tercera generación del Panamera debería contar con un diseño exterior e interior más al estilo del Taycan, con rasgos más futuristas y orgánicos, así como un interior más sofisticado en el área digital y en lo relativo al número de pantallas. Pero a nivel de calidad de construcción y de dinámica de conducción, este coche, no tiene ningún punto criticable.
¿Tiene sentido para ti este Porsche Panamera Turbo S E-Hybrid?
Depende de lo que estés buscando. Bajo mi punto de vista, este Panamera Turbo S E-Hybrid es el principal rival de coches como el Audi RS 6 Avant. A cambio, ofrece dos grandes ventajas de las que no disfruta el Audi. La primera, un estatus de marca superior y, la segunda, una tecnología híbrida-enchufable que no ostenta el de Ingolstadt. Dos ventajas que suponen 50.000 euros más pero que, ten por seguro, valen cada euro pagado.
Y es que contar con un vehículo híbrido enchufable de estas características probablemente no es una decisión orientada al ahorro, más bien a un tema de sostenibilidad y respeto al medio ambiente. Hablamos de la posibilidad de no gastar combustible en los recorridos diarios que, por norma, no suelen superar los 50 kilómetros de forma habitual. Es en estos recorridos que muchas veces son interurbanos donde hay un mayor consumo de combustible en la forma menos eficiente posible.
Dejando de lado su tecnología hibrida, lo cierto es que este Panamera aún tiene cuerda para rato. Me gusta por su calidad de construcción, por su diseño (especialmente en la versión familiar Sport Turismo) y porque tienen una clase brillante en todas sus áreas.
Obviamente es un vehículo de lujo, de eso no cabe duda. Y no todos podemos adquirir una berlina de la talla de este Panamera: sus 700 CV y sus 197.288 euros no son para todas las familias pero… benditos los afortunados que sí puedan hacerse con uno de ellos. Este Panamera es, sin duda, la berlina deportiva más completa del mercado y con la dinámica más competente a la venta en estos momentos. Y lo más importante: no encontrarás otro coche de combustión tan potente a este precio. La decisión de comprarlo, por supuesto, es cosa tuya.