El futuro 100% eléctrico de todo el grupo Volkswagen se está cocinando en estos momentos, y una parte muy importante de ese futuro se llama proyecto Artemis. Esta nueva plataforma dará vida a los coches eléctricos y autónomos más avanzados del grupo… excepto a los de Porsche. Pese a estar involucrada desde el principio, Porsche ha decidido salirse del proyecto Artemis que está liderando Audi, una decisión que dará mucho de qué hablar en los próximos meses, y que además le costará a Porsche una cuantiosa suma de dinero.
Bajo el peculiar nombre de Artemis, el grupo Volkswagen ha puesto en marcha el desarrollo de una plataforma modular dirigida a todas sus marcas premium y de lujo: Audi, Porsche, Bentley y Lamborghini. Solo se quedaría fuera Bugatti ya que la marca francesa trabajará de forma independiente junto a Rimac. El objetivo de este proyecto es, a partir de la plataforma PPE, crear una arquitectura común a todas las marcas donde integrar la tecnología más avanzada en propulsión eléctrica y conducción autónoma, encargando la fabricación de los futuros coches a la división de Volkswagen Commercial Vehicles.
Pero tras varios meses en donde la plataforma ha ido cobrando vida para definir su versión final acorde a las necesidades de cada fabricante, Porsche ha decidido desvincularse del proyecto, haciéndolo además por 3 claras razones en pos de apostar por una arquitectura independiente que responda única y exclusivamente a las exigencias del fabricante de Stuttgart.
En primer lugar, Porsche quiere seguir fabricando todos sus coches en sus propias fábricas, algo que el acuerdo de Artemis no contempla y que por lo tanto implicaría deslocalizar la producción del que está llamado a ser su nuevo buque insignia. En segundo lugar, Porsche no está interesada en la tecnología de conducción autónoma que Artemis ofrecerá. Según Porsche, sus clientes no están interesados en los coches autónomos y por lo tanto, de abordar este concepto, quieren hacerlo de una forma diferente en la que el cliente de la marca sí encuentre valor añadido. De este modo, funciones como el copiloto virtual para la conducción deportiva sí cobran sentido, aunque aún no hay planes para su introducción a corto plazo.
Y para terminar, Porsche tendría una tercera y última razón, y es el poder usar una plataforma eléctrica acorde a su filosofía y dinámica de conducción. Y esta plataforma sería la nueva PPE que veremos también en modelos como el nuevo Porsche Macan eléctrico, el Audi A6 e-tron o el primer Bentley eléctrico, pero sin rastro de la tecnología que está desarrollando el proyecto Artemis. Esta plataforma es la sucesora de la J1 empleada en Taycan y e-tron GT, una arquitectura fruto de la colaboración entre Audi y Porsche.
Pero como decíamos en un principio, la decisión tomada por Porsche tendrá consecuencias. Según ha informado AutomotiveNews, Porsche tendrá que pagar 100 millones de euros a Volkswagen Commercial Vehicles en concepto de indemnización, obligando además a un replanteamiento de todo el proyecto Artemis dado el impacto que tendrá la salida de Porsche en cuanto a repartición de costes, asignación de producción, etc.