Numerosos conductores en España, desde hace algunas semanas, se cuestionan acerca de las modificaciones que la Dirección General de Tráfico tiene previsto implementar en 2024. La incertidumbre recae especialmente en el proceso para obtener el permiso A1, que autoriza el uso de motocicletas de hasta 125 centímetros cúbicos. La inquietud también afecta a todos aquellos que, después de más de tres años con carnet B (válido para la conducción de automóviles), ya lo habían convalidado por la A1, beneficiándose de sus ventajas de movilidad, especialmente en áreas urbanas.
Por ahora, sólo una «posibilidad», pero ya está encima de la mesa
Hasta ahora, la DGT, bajo la dirección de Pere Navarro, no ha proporcionado una suerte de respuesta definitiva sobre la posible retroactividad de las medidas que ya se están considerando seriamente para entrar en vigor este año. Tampoco ha esclarecido los nuevos requisitos para quienes buscan obtener el permiso A1 desde cero. Sin embargo, el citado líder del organismo, vinculado al Ministerio del Interior, recientemente abordó un tema polémico: la posibilidad de realizar un examen.
Esta hipotética prueba, con una duración aproximada de unas 7 horas, trascendería los meros conocimientos teóricos y se basaría en el modelo de evaluación francés. Así pues, estaría centrada en una valoración de habilidades específicas para vehículos de dos ruedas a fin de valorar efectivamente la destreza y también el equilibrio al manillar del aspirante. El último objetivo sería mejorar la formación de este colectivo en materia de conducción y reducir el elevado número de accidentes mortales, que experimentó un significativo aumento en 2023 en comparación con 2022. No obstante, este aspecto aún está en fase de desarrollo.
El modelo francés en 7 horas: 3 bloques con pruebas de mecánica y habilidad incluidas
Si se implementara un proceso similar al de Francia, las pruebas se dividirían en tres secciones bien diferenciadas. La primera, con una duración cercana a las 2 horas, se focalizaría en un análisis menos pragmático, abordando los siniestro de motoristas más comunes y sus posibles consecuencias, así como otros peligros asociados a este tipo de máquinas. La segunda, igualmente de 2 horas, consistiría en una examinación práctica de conceptos básicos en cuanto a mecánica y funcionamiento. Finalmente, las 3 horas restantes se dedicarían a demostrar capacidades de manejo en distintas situaciones reales de tráfico.
La entidad en cuestión, ya sea a través del propio Navarro o mediante un comunicado oficial, deberá anunciar lo antes posible el procedimiento y los ejercicios finales que se aplicarán en caso de haber un examen, a la vez que resuelve las demás incógnitas pendientes. La obligatoriedad de enfrentarse a un curso de conducción para motocicletas de 125, después de muchos años en los que sólo se requería un trámite administrativo, genera miedo entre muchos usuarios potenciales que ven amenazado su medio de transporte idóneo para la ciudad.