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Es el ingrediente estrella de cualquier deportivo que se precie de serlo, pero la UE quiere convertirlo en kriptonita en 2029

La Unión Europea no es el organismo supranacional preferido de los que amamos el motor, los coches deportivos o los coches clásicos. La desconexión de la realidad entre Bruselas y las calles es patente, y este artículo no mejorará su reputación de cara a los amantes del motor, ya que pone a uno de los ingredientes de un buen coche deportivo en sus miras: la fibra de carbono. Leerás titulares como «la Unión Europea quiere prohibir la fibra de carbono», pero como siempre, hay muchos matices a analizar antes de llegar a conclusiones categóricas.

¿Va a prohibirse la fibra de carbono?

El único hecho palpable es que la Unión Europea pretende incluir en la lista de «materiales peligrosos» a la fibra de carbono, en la revisión que está planeando de la End of Life Vehicles (ELV) Directive. Es decir, la directiva que regula el fin de vida, desguace y reciclaje de vehículos. La fibra de carbono es un material compuesto cuyas fibras están fijadas entre sí con resinas y polímeros. A la hora de reciclar este material, sus filamentos y partículas pueden quedar suspendidos en el aire, causando irritación cutánea y respiratoria.

La UE no plantea prohibir el material. Solo incluirlo en una lista de materiales peligrosos

Vista trasera y lateral del McLaren W1, un Hypercar de calle con 1.275 CV.

Esto es todo. La Unión Europea plantea 2029 como límite temporal para la inclusión de la fibra de carbono en este listado, no que se plantee una prohibición categórica del uso del material en la producción de vehículos. De hecho, en las actuales directivas vigentes de reciclaje de vehículos están contemplados componentes como el plomo, el mercurio, el cadmio o el cromo hexavalente, cuyo uso aun está contemplado en la producción de coches – pese a ser materiales prohibidos en otros bienes de consumo.

La fibra de carbono es un elemento que nació en coches deportivos como forma de aligerar peso, un claro enemigo del dinamismo y las altas prestaciones. Hoy día, ningún deportivo que se precie de serlo puede prescindir de la fibra de carbono, aunque sea en detalles fundamentalmente estéticos. No obstante el motivo por el que la UE plantea incluirlo en sus directivas de reciclaje es la creciente popularidad del material, especialmente en la construcción de vehículos eléctricos, donde el peso es crítico.

La fibra de carbono es muy común en la industria aeronáutica y en la producción de molinos eólicos

En estos momentos, los objetivos de reducción de emisiones en la industria del automóvil se verían seriamente afectados por una hipotética prohibición de este material. El mercado mundial de fibra de carbono crece a un ritmo del 11% anual y en 2024 estaba valorado en 5.480 millones de dólares. La industria del automóvil supone en torno a un 10-20% de este mercado – más del 50% de la producción está en mano de tres empresas japonesas. Fabricantes como Lamborghini, Bugatti, Ferrari o McLaren, incluso construyen en fibra de carbono el chasis monocasco de sus coches.

La prohibición de este material tendría una clara contestación, especialmente por estas industrias de altísimo valor añadido. Todo apunta a que se introducirán directivas especiales para el manejo de este material en centros autorizados de tratamiento de vehículos. Pero nada apunta a que se produzca una prohibición.

Fuente: Nikkei Asia

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Sergio Álvarez

Aunque es técnico en comercio internacional de formación, los coches han sido su pasión (incluso obsesión) desde que apenas levantaba un metro del suelo y sus padres le regalaron un Ferrari rojo a pedales. Su afición se ha profesionalizado en Diariomotor, donde está presente desde 2008. Seguir leyendo...

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