El BMW M5 E39 es una de las mejores berlinas deportivas que puedes comprar en estos momentos. Y con ello queremos hablar del mercado de segunda mano, donde es posible conseguir una unidad sin demasiados kilómetros por un precio en el entorno de los 15.000 euros. Quizá la clave del M5 E39 sea que es la intersección perfecta entre los BMW modernos y los M de la vieja escuela, con la dosis justa de tecnología y la pureza del cambio manual y el motor atmosférico. En el vídeo que os traemos hoy, averiguaremos cuanta potencia conserva una unidad con la friolera de 658.000 km en su odómetro.
Mantener un coche como un BMW M5 E39 es mucho más caro y complejo que mantener un Honda Accord o una berlina rutera con motor diésel. Es un coche de alto rendimiento, con un motor de alto rendimiento, cargado de sistemas susceptibles de fallo con la edad y los kilómetros. El coche en cuestión ha sido comprado por el youtuber tras LegitStreetCars. El coche, pese a su kilometraje, cuenta con una preparación mecánica y ha sido usado en largos roadtrips y trackdays de forma frecuente durante toda su vida. Las cifras tras las facturas de su mantenimiento durante los últimos años son mareantes.
El coche ha sido recientemente reparado a nivel mecánico y se encuentra en perfecto estado de funcionamiento. Ahora bien, su motor no es el original: fue reemplazado por BMW a causa de un elevado consumo de aceite y cuenta con algo más de 500.000 km. El coche circula con una línea de escape modificada, en la que se han eliminado los catalizadores. También cuenta con una ECU reprogramada por Alpha-N con el objetivo de mejorar la respuesta al acelerador. A excepción de unos nuevos amortiguadores y unas llantas diferentes, no es un coche tan diferente al que abandonó la fábrica hace más de 15 años.
Al otro lado del cuadrilátero, está un BMW M5 E39 con menos de 150.000 km, en estado 100% de serie y exquisitamente mantenido. Los dos han pasado por el banco de potencia, y los resultados han sido más que curiosos. El primer susto fue comprobar que los caudalímetros del M5 «reina de garaje» no funcionaban adecuadamente, provocando que el coche apenas entregase 200 CV a las ruedas. Con ellos desconectados, el coche pasó a desarrollar 309,6 CV a las ruedas, que se traduce en los prácticamente 400 CV al cigüeñal que un coche «sano» debería desarrollar con su edad y kilometraje.
Igualando las condiciones para la prueba, el M5 con cerca de 700.000 km en su chasis y más de 500.000 km en su motor desarrollaba 292,7 CV a las ruedas traseras. Una pérdida de apenas 20 CV tras tantísimos kilómetros – y no de autovía precisamente – parece muy razonable. Las diferencias fueron constantes con diferentes elementos conectados, como la preparación de ECU y nuevos caudalímetros en el otro BMW M5. La mayor cifra de potencia lograda por el M5 de los 658.000 km fue de 326,6 CV a las ruedas, que contando con una pérdida del 20% en fricción, se traduciría en prácticamente sus 400 CV de origen.