Probar el nuevo Lamborghini Huracán Sterrato no sólo ha sido divertido, ha sido algo para recordar. El Sterrato es la última serie especial, limitada a 1.499 unidades, del último Lamborghini con motor V10 de la historia de la marca. Es un dinosaurio que se extinguirá en un breve plazo y, al mismo tiempo, una despedida por todo lo alto de un coche que promete revalorizarse en el futuro, a medida que la electrificación vaya aniquilando los motores que queman gasolina.
El Huracán Sterrato deriva del Huracán EVO, al que se le han añadido 44mm de altura libre al suelo, hasta los 162 mm finales, que viene a ser la altura de un crossover o un SUV no muy alto. No pretende ser un todoterreno ni pretende ser el coche más rápido en circuito, su objetivo es ser un objeto de deseo y una máquina de diversión infinita al volante.
Lamborghini Huracán EVO
Respecto al Huracán EVO del que deriva, el Sterrato cuenta con neumáticos de mayor perfil y, como ya hemos señalado, una altura libre al suelo incrementada en 44mm. A cambio, rebaja ligeramente las prestaciones: pierde 30 CV de potencia, 40 Nm de par, 65 km/h de velocidad punta y medio segundo en el 0 a 100, mientras mueve 48 kg adicionales y consume 1,2 litros más de combustible cada 100 km pero… ¿a quién le importa todo eso?
Lamborghini Huracán Sterrato en carretera
Para llegar al circuito de Varano tenemos que conducir más de una hora por autopista y carretera. El convoy multicolor de Sterratos llama la atención de propios y extraños y los coches se van apartando del carril izquierdo para dejarnos pasar y deleitarse con la estética y el sonido de nuestros coches. Parecemos un club de mega-ricos en una «quedada».
El modo Strada resulta silencioso mientras no pisemos el acelerador a fondo y el set-up de suspensiones con mayor recorrido de muelles y amortiguadores es mucho más confortable que cualquier otra versión del Huracán. De hecho, el Huracán es uno de los coches más incómodos que yo haya probado, hasta el punto que en sus versiones convencionales te llega a reventar los riñones. No es el caso de la versión que hoy nos ocupa, a pesar de que el asiento carece prácticamente de mullido y al cabo del tiempo la espina dorsal se acaba clavando un poco en la parte inferior del respaldo.
Si nos pasamos a una carretera rota, destrozada, no hay nada que temer porque este coche tiene más de 16 cm de altura libre al suelo. Puede con todo, absorbe los baches más profundos y digiere golpes sin rechistar. Parece irrompible.
Se puede viajar con un Huracán Sterrato, a cruceros altos, sin más problema que un consumo de 12,5 l/100km (si bien es verdad que no bajamos del límite de velocidad en ningún momento en las autopistas italianas). Las juntas de dilatación son pan comido y los baches y ondulaciones se superan como en un SUV deportivo.
Eso sí, la posición de conducción es infinitamente más baja, más racing y más envolvente que en ningún SUV. Es un rodador razonable, teniendo en cuenta lo que puede correr este coche. Pero vamos ya con el circuito… ¡que empiecen los juegos!
Lamborghini Huracán Sterrato en circuito
La prueba en circuito tiene lugar en Varano, un trazado que ofrece, sobre todo, dos grandes horquillas donde dar rienda suelta a la infinita capacidad de drifting que ofrece el Sterrato. Lo primero que nos encontramos es un circuito totalmente mojado y una primera prueba en lluvia, que lo hace aún más divertido.
Tras esa primera toma de contacto sale el sol, abrasador, y seca la pista en minutos. En la segunda tanda ya tengo la sensación de que le he pillado el punto al coche y que puedo jugar con él con seguridad. El asfalto seco nos ofrece mucho más agarre, pero el Sterrato tiene muchos trucos que sacar en la chistera.
En el modo Strada el coche se esfuerza por no deslizar y mantener fielmente la trazada que marca la dirección. Es el modo civilizado y es difícil hacerle perder la compostura.
En el modo Sport las cosas empiezan a volverse más divertidas. La gestión electrónica de la tracción total envía mucho mayor par al eje trasero y el control de estabilidad mantiene las cosas bajo control aunque ya no es un profesor tan severo como el modo Strada y nos permite jugar y descolocar el coche con facilidad. El sonido también cambia, abriendo las mariposas del escape al abrir gas y dejándonos enamorados del bramido del V10 pegado a la espalda. Es una delicia.
En el modo Rally se abren por completo las compuertas del infierno. El motor suena de forma atronadora a partir de 3.000 rpm y tanto la tracción como el control de estabilidad no sólo no nos impiden deslizar el coche lateralmente, sino que nos ayudan a hacerlo de forma controlada. Este es uno de esos coches en los que cualquiera se siente un buen piloto, y encima con la sensación (irreal) de que lo estás haciendo tú. Las cruzadas se suceden, el cambio de marchas corre a cargo de dos levas gigantes fijas a la columna de dirección y participa también del juego y los potentísimos frenos carbono-cerámicos resultan infatigables.
El único límite en circuito es la duración de los neumáticos, que vamos a pulir en no muchas vueltas si le cogemos el gusto al drift… es la locura absoluta.
Lamborghini Huracán Sterrato en off-road
En el Sterrato contamos con un control de tracción y estabilidad calibrados para derrapar de forma controlada en el modo Rally, y ese es el modo más divertido y perfecto para correr de verdad sobre tierra.
Si en asfalto seco nos dejaba jugar, imaginad lo que pasa cuando nos movemos sobre tierra, barro y piedras. El coche desliza lateralmente con pisar a fondo el acelerador incluso en línea recta, tal es la transmisión de par al suelo y la calibración de los sistemas electrónicos. Es un juguete diseñado y construido para dejarte jugar bajo una permisiva y adictiva vigilancia electrónica. Todo el tiempo sientes que tienes el control.
Cuando empiezas a tomarle el pulso de verdad, tu instinto asesino te anima cada vez más a tomar todas las curvas de lado, a golpe de acelerador y contravolante, y casi te olvidas de que también podrías hacerlo sin deslizamiento. Recordemos que tenemos 610 CV atmosféricos bajo el pie derecho, con lo cual siempre hay par suficiente para romper adherencia y nunca entra un turbo de forma brusca que nos haga perder el control, todo es fluido y progresivo.
Como probador puedo deciros que este es el tipo de coche por el que casi todos los que nos dedicamos a esto hemos escogido esta profesión, y también es el tipo de coche que te compensa las horas de aeropuerto, avión, transfer, conexiones perdidas a última hora de la noche o jornadas de trabajo de más de 12 horas. Lo hacemos por esto.
Diseño del Lamborghini Huracán Sterrato
Tal vez lo más interesante del diseño del Huracán Sterrato sea destacar las diferencias que lo alejan del Huracán EVO en el que está basado y que lo hacen tan especial.
• Altura libre +44 mm hasta los 162 mm
• Protecciones en bajos delanteros
• Faros delanteros estilo Safari
• Vinilos configurables al gusto del cliente, conmemorando el nacimiento de la marca en 1963, hace exactamente 60 años.
• Aletines de estilo todoterreno con tornillos a la vista
• Mayor ancho de vías: +30 mm en el eje delantero y +34 mm en el trasero
• Neumáticos de perfil más alto en llanta de 19”
• Protecciones en puertas
• Toma de aire y barras en el techo
Personalmente, la estética me parece demoledora y ese plus de altura creo que mejora las proporciones del coche, tal vez porque me encanta ese toque macarra y ese extra de agresividad.
Interior del Lamborghini Huracán Sterrato
Tal vez en el interior es donde encontramos la principal pega del Sterrato (aparte de su precio, del que hablaremos más abajo). Se trata de un interior de acabados perfectos con tapicería integral en Alcantara y piel, magníficamente rematado y con un diseño de avión de combate muy envolvente y muy atractivo, pero con dos fallos, desde mi punto de vista.
El primero es que la pantalla digital está muy baja y muy horizontal y no resulta fácil seguir una ruta en el navegador, por ejemplo, porque hay que apartar mucho la mirada de la carretera. Me parece un fallo menor, y más en un coche como este, como el hecho de que la climatización no tenga mandos físicos, son cosas que en un producto así se perdonan fácilmente.
Lo que no se perdona tan fácilmente es el dolor de riñones que nos provocan los asientos baquet de fibra de carbono, cuyo espesor de acolchado es apenas superior al de un folio. A pesar de las suspensiones, más blandas y de mayor recorrido que en cualquier otro Huracán, tres horas al volante de este coche se hacen demasiadas por culpa del diseño de esos baquets. Por muy chulos que sean, y lo son, yo recomendaría los asientos confort a todo aquel que pretenda usar el coche de verdad… ¡de nada!
Precios del Huracán Sterrato
Suponiendo que llegues a tiempo de comprarte uno, encargándolo ahora mismo te lo entregarían dentro de un par de años, que será lo que tarden en fabricar las últimas unidades.
El precio base se acercaría a los 300.000 € pero, teniendo en cuenta que el coche es totalmente personalizable, de ahí para arriba un Sterrato puede costar lo que estés dispuesto a gastarte.
Conclusiones
El Huracán Sterrato es un producto único en la historia de Lamborghini, una locura que se han sacado de la chistera para despedir para siempre a este maravilloso formato V10 aspirado que nos deja para no volver jamás. Eso lo hace tanto más deseable y tanto más coleccionable, si le sumamos el hecho de que sólo se fabricarán 1.499 unidades.
Pero no es simplemente una excentricidad, un verso suelto en la poesía de la marca; es un producto soberbio perfectamente ejecutado para mayor gloria de Lamborghini, de su afortunado propietario (o probador) y que deja escrita una brillante última página en la historia puramente térmica de la marca de Sant’Agata Bolognese.
Gracias por dejarme ser parte de esa historia, aunque sea por un día.