La última criatura de Aston Martin es mucho más que otro serio candidato a mejor hiperdeportivo del mercado. El Valhalla esconde una contundente declaración de intenciones por parte de Aston Martin en términos de rendimiento, también de comportamiento, sin embargo mantenía en secreto un elemento clave que ahora ya conocemos y ataca directamente a los McLaren W1 y Ferrari F80.
El Aston Martin Valhalla y la revolución de los hiperdeportivos
La presentación del Aston Martin Valhalla ha puesto patas arriba el mercado de las altas prestaciones y, tras haberlo conocido en directo, estamos aún más convencidos de ello. El ADN Valkyrie está sumamente presente en su receta, sin embargo Aston Martin ha querido llevar el concepto de hiperdeportivo más lejos, motivo por el cual serán fabricadas 999 unidades del Valhalla por la división Q by Aston Martin.
Este proceso de fabricación artesanal define a la perfección el nivel de exclusividad y personalización que permite este coche, pudiendo experimentar por nosotros mismos el inmenso catálogo de posibilidades al que se enfrenta el comprador de un Valhalla para dar vida al coche de sus sueños.
Todo en el Valhalla es personalizable, desde el aspecto de cada panel de fibra de carbono de su carrocería, hasta el tapizado que recubre el habitáculo, los asientos, las costuras, las inserciones o incluso el emblema de Aston Martin que se expone sobre la nariz del coche. Es tal el nivel de configuración que permite Q by Aston Martin, y las numerosas opciones disponibles, que te puedes llegar incluso a abrumar, aunque a cambio el fabricante inglés consigue hacer realidad ese sueño húmedo de poder disfrutar de un coche que es verdaderamente único en el mundo.
A lo largo del vídeo que tenéis sobre estas líneas podéis descubrir, de forma muy resumida, cómo es la experiencia que brinda Q by Aston Martin a la hora de personalizar tu propio Valhalla. El cliente es invitado a la sede del fabricante en Gaydon, Reino Unido, para disfrutar de este proceso, estando acompañado en todo momento por un asesor personal y pudiendo conocer en persona cómo cobrará vida su coche en la línea de producción que está a pocos metros de este espectacular atelier.
Con el Valhalla, Aston Martin quiere poner en las calles algo más que un hiperdeportivo de 1.079 CV con lo mejor del mercado en términos de prestaciones, rendimiento o sensaciones, quiere crear un selecto club de 999 clientes que disfruten de poder conducir un bólido de carreras como coche de diario si así lo quieren.
Sin embargo uno de los aspectos más curiosos del Aston Matin Valhalla es que, pese a su gran exclusividad y enorme capacidad de personalización, será un coche notablemente más asequible que sus rivales directos, los modelos Ferrari F80 y McLaren W1. Mientras el Valkyrie fue un coche cuyo precio rondaba los 3 millones de euros, el Aston Martin Valhalla es un coche cuyo precio se moverá en el entorno del millón de euros, una tarifa que obviamente puede elevarse todo cuanto desee el propietario a base de extras.
Si echamos un vistazo a su competencia más directa, descubrimos que el Ferrari F80, con una producción limitada a 799 unidades, tiene un precio de 3,5 millones de euros. Por su parte, el McLaren W1 tiene un precio de 2,4 millones de euros, contando con una producción limitada a 399 unidades. Hablamos en ambos casos, y al igual que pasa con el Aston Martin Valhalla, de precios antes de personalización e impuestos.
Así las cosas, queda claro que la categoría de hiperdeportivos está más reñida que nunca, un segmento de reciente creación que está viviendo una verdadera edad dorada y que gracias a ello ha conseguido poner en las calles las prestaciones y experiencia de conducción de un verdadero coche de carreras.





