Si te gustan los coches, seguro que has escuchado hablar de Caterham. Si te has subido en alguno de sus modelos, tienes mucha suerte. Y si has comprado una unidad, te has pasado el juego, sobre todo si aún la conservas en tu garaje. Este fabricante británico de automóviles deportivos con transmisión manual y propulsión, estrechamente vinculado a Lotus, no operaba de manera oficial en nuestro país desde hacía algunos años, pero ha vuelto y lo ha hecho con su vehículo más popular, el mítico Seven.
Realmente, se trata de un biplaza que, prácticamente, no ha recibido modificaciones desde que su comercialización diese comienzo a mediados del pasado siglo. Y es que este producto es, entre otras muchas cosas (y casi todas buenas), un pedazo de historia sobre cuatro ruedas. Diseñado por Colin Chapman y puesto al día en varias ocasiones sin variar jamás su aspecto ni su esencia, el Caterham Seven vuelve a contar con distribución en España, lo cual es motivo de celebración para los «petrolhead».
El descapotable en cuestión se caracteriza por un chasis tubular y una carrocería muy ligeros que conceden unas prestaciones y un comportamiento absolutamente radicales sin necesidad de instalar motores muy potentes. De hecho, sus dos versiones «sólo» cuentan con 86 CV y 173 CV respectivamente. Estamos hablando de un coche que, en vacío, pesa menos de media tonelada (490 kg). En realidad, no es mucho más de lo que declaran algunas motocicletas de categoría Gran Turismo.
¿Cuánto dinero cuesta la sensación de libertad y de diversión en su estado más puro?
Para el Caterham Seven actual (MY2022) existen dos variantes de carrocería. La estándar mide 3,10 metros de longitud y dispone de 120 litros para el maletero (no es muy útil), mientras que la grande es 20 cm más larga, 11 cm más ancha y 3 cm más alta, además de tener 10 litros más para el espacio dedicado al almacenamiento de equipaje (inapreciable en la práctica). Las diferencias entre uno y otro ya suponen, per se, una serie de mejoras dinámicas, sobre todo en términos de agarre y estabilidad.
En el caso del “chasis extendido” el propulsor sólo puede entregar 173 CV. Original de Ford, es de gasolina y tiene cuatro cilindros, 2 litros de cubicaje y sobrealimentación. Logra un máximo de 209 km/h y llega a 100 en 4,8 segundos. Para la “plataforma corta” se puede hacer uso del motor anterior o de uno desarrollado por Suzuki con especificaciones técnicas de kei car. Este, que es tricilíndrico, lleva turbo y rinde 86 CV, permite acelerar de 0 a 100 km/h en 6,9 s y alcanzar una velocidad punta de 170 km/h.
El Caterham Seven se puede adquirir desde 40.890 euros, tarifa que corresponde a la variante pequeña con el nivel de potencia básico (Seven 170). Comprar la carrocería corta pero con la mecánica tope de gama (Seven 340) se traduce un desembolso de 58.970 euros. Y obtener la versión larga (Seven 340 Plus) significa pagar 62.320 euros. Por esas cantidades no sólo se recibe un grado espectacular de sensaciones al volante, sino una apariencia inusual, unas ópticas LED y una cabina totalmente personalizable.