Esta madrugada, Rusia comenzó su ataque a gran escala a posiciones militares ucranianas. De esta manera, se inicia una guerra entre Ucrania y Rusia, motivada por el conflicto fronterizo en la región del Donbás. En este artículo queremos valorar las implicaciones para el mundo del automóvil que este nuevo conflicto puede provocar. De hecho, no se han hecho tardar: el precio del barril de petróleo Brent supera los 100 dólares por primera vez en casi una década, y las perspectivas de futuro no son nada halagüeñas para el precio de los carburantes.
El precio de un litro de gasolina o diésel es impuestos en aproximadamente su 50%, mientras que el otro 50% corresponde a su coste de producción, refinamiento y distribución. Un alza en la cotización de la materia prima con la que se fabrica la gasolina y el diésel tiene efectos inmediatos en el precio de los combustibles. El precio de venta al público del diésel y la gasolina ya tiene en cuenta alzas futuras del coste de producción, y desafortunadamente, estas subidas siempre se materializan mucho más rápidamente que las bajadas de precio.
En los próximos días veremos nuevas subidas en los precios de los combustibles, que siguen pulverizando semana a semana los récords históricos de precios. Esto no solo es una amenaza a nuestras carteras a la hora de repostar el coche: supone una repercusión directa en el precio de todo lo que consumimos, y es transportado por carretera. En España, el 90% de las mercancías son movidas por carretera. Si el precio del petróleo no se modera en las próximas semanas, viviremos un nuevo repunte en la inflación y un aumento de precios generalizado.
Tampoco podemos olvidar las implicaciones que este conflicto puede provocar a nivel de suministro de gas natural: gran parte de las importaciones europeas de gas natural provienen de Rusia, y la Unión Europea ya planea la introducción de un paquete de sanciones a Rusia. Las tensiones de suministro de gas natural han sido una constante durante 2021, a causa de las tensas relaciones diplomáticas entre Marruecos y Argelia, que han afectado directamente a España, vía de entrada de gran parte del gas del norte de África.
Todo apunta a una primavera en la que no será descabellado ver algunos combustibles por encima de los 2 euros por litro en España, que también sufrirá incrementos en el precio del gas natural, y posiblemente en la factura de la luz: la sequía está provocando que la generación hidroeléctrica de electricidad solo sea relevante y fiable en la cornisa cantábrica. Ante este escenario, solo podemos recomendaros nuestros consejos para ahorrar combustible, y nuestros consejos para encontrar gasolineras baratas. Serán muy necesarios próximamente.