En estos momentos, el grueso de ventas en el mercado de motos es para las scooter de 125 centímetros cúbicos, que podemos pilotar con carnet B. ¿Recordáis la era dorada de los ciclomotores? En aquellos tiempos, el Vespino era el rey, con su simplicidad, ligereza y carácter desenfadado. Hoy en día ya no existen los Vespino, pero la moto que protagoniza este artículo es posiblemente lo más parecido a aquellos ciclomotores. La puedes cargar en casa, hará 100 km con un gasto de solo euro, y puede ser tuya por menos de 3.000 euros.
El ciclomotor que cargas en casa como si fuera un móvil
Concretamente, por 2.820 euros. Es la Peugeot e-Ludix, la versión eléctrica de la scooter urbana más sencilla de Peugeot. Usada hasta la saciedad en el reparto urbano en su versión de 49 centímetros cúbicos, la versión eléctrica de la Ludix sigue siendo un ciclomotor. Por tanto, se puede pilotar desde los 15 años con el carnet AM, y tiene su velocidad punta limitada a 45 km/h. Además, no podemos pilotarla en vías rápidas. Con todo, es una solución de movilidad ideal para la ciudad, y no dependemos de infraestructura alguna para recargar su batería.
Esta moto eléctrica está alimentada por una batería de 1,6 kWh de capacidad desarrollada por Bosch. Es de ines de litio, se refrigera por aire y nos ofrece una autonomía máxima de 42 kilómetros. El truco de esta batería es que se recarga extrayéndola de la moto: en una toma de corriente doméstica pasará del 0% al 100% de carga en solo cuatro horas. Además, sin batería, la moto no deja de ser un pisapapeles con ruedas: es un gran sistema antirrobo. Peugeot afirma que la batería soportará 1.000 ciclos de carga y descarga por encima del 70% de su capacidad.
El motor eléctrico de la Peugeot e-Ludix está en posición central, y desarrolla una potencia máxima de 3,4 CV. Lo importante de este motor es que desarrolla 35 Nm de par motor desde que rozamos el acelerador, una cifra de par equivalente a una scooter de cerca de 400 centímetros cúbicos. Mediante una transmisión directa por correa a la rueda trasera, ofrece una aceleración que no esperaba en una moto tan poco potente. Pude probar una e-Ludix hace unos años y sus prestaciones son más propias de una 125 de combustión que de un simple ciclomotor.
De hecho, cuenta con varios modos de conducción, resultando realmente divertida en el más agresivo de ellos. Algunos de mis compañeros de otros medios de comunicación pueden dar fe de ello. No obstante, no conviene olvidar que este ciclomotor es una moto extremadamente sencilla. Su parte ciclo es básica, con dos llantas de 14 pulgadas con neumáticos muy finos, una horquilla telescópica delantera de solo 32 mm de diámetro y un equipo de frenado que recurre a un disco delantero de 190 mm, mientras que confía a un tambor el frenado del eje trasero.
La moto no cuenta con ABS, frenada combinada – sí tiene frenada regenerativa cuando soltamos el gas – ni control de tracción, elementos que en el segmento de los ciclomotores son prácticamente anecdóticos. Por lo demás, hablamos de una scooter de posición de pilotaje cómoda y erguida, apta para dos pasajeros, pero que sacrifica parte de su componente práctico a la electrificación: el hueco bajo el asiento ahora lo ocupa la batería. Su diseño es muy simpático, con colores llamativos, formas redondeadas y una óptica circular.
La instrumentación es digital, es Bosch y es muy completa, pero no cuenta con pantalla en color, es de cristal líquido. Su precio al contado es de 2.820 euros. Es un precio asequible si tenemos en cuenta que un ciclomotor convencional de 49 centímetros cúbicos tiene un precio medio de unos 2.200 euros.
Fotos de la Peugeot e-Ludix
