Cada vez son más los países que se están pronunciando acerca de definir una fecha límite para el fin de los motores de combustión interna, para el diésel y la gasolina. Ya hemos visto cómo en España se valoraba introducir en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética la prohibición de vender coches de combustión interna en 2040, y de su circulación en 2050. La Unión Europea camina cerca de esos objetivos, aunque aún no se ha tomado la decisión definitiva. Lo que sí sabemos ya es que Europa ha acordado reducir las emisiones de CO2 de los coches nuevos en un 37,5%, añadiendo más presión a los fabricantes de coches y al motor diésel y gasolina, a la combustión interna.
Más reducción de emisiones y más presión para coches diésel y gasolina
La Unión Europea habría acordado una reducción de emisiones de CO2 de los coches vendidos en 2030 del 37,5%, tomando como referencia las emisiones que ya se habían fijado para 2021, que estarían en una media de 95 g/km. Actualmente, la media de las emisiones de las ventas de coches nuevos en la Unión Europea está en los 117 g/km. También se ha fijado un objetivo intermedio, de una reducción del 15% en 2025.
Hablamos por lo tanto de un objetivo muy ambicioso y también difícil de conseguir, razón por la cual los fabricantes de coches ya han mostrado su preocupación. El objetivo de reducción de emisiones de los vehículos comerciales, de las furgonetas, será del 31%.
Poco diésel y gasolina y muchos coches eléctricos
Esta medida implica que la cuota de coches eléctricos, y enchufables en general, tendrá que aumentar vertiginosamente, hasta convertirse quizás en la opción más demandada entre los compradores de coches en la Unión Europea. Pensemos que el objetivo de emisiones que se ha planteado difícilmente será alcanzable por cualquier coche que no sea enchufable, híbridos y eléctricos, ya sean de baterías o de pila de combustible. Y que para compensar las emisiones que se sitúen por encima de la media, de aquellos coches no enchufables, diésel, gasolina, e híbridos convencionales, las nuevas matriculaciones tendrán que incorporar un porcentaje muy alto de coches eléctricos e híbridos enchufables.
Los fabricantes, desde asociaciones patronales como ACEA, ya han expresado que son unos objetivos irreales, y demasiado exigentes.
Las posiciones sobre la prohibición a los coches de combustión interna
* El Gobierno español: prohibir la venta en 2040, y la circulación en 2050
* La Unión Europea y sus miembros plantean planes aún más ambiciosos, pero de momento no hay leyes que lo reflejen, e incluso en países muy avanzados en la transición hacia el coche eléctrico, como Noruega, solo hay palabras, y acuerdos puntuales, pero en ningún caso una ley como la que plantearía España
* La industria del automóvil ve inviables los objetivos propuestos por el Gobierno español
* Asociaciones como Transport & Environment consideran que los objetivos propuestos por el Gobierno español no son suficientes para cumplir con los acuerdos a los que se ha llegado en la Unión Europea y en las cumbres de París
