Corría el año 2019 cuando Bugatti presentó el Bugatti Centodieci, un deportivo tan superlativo como exclusivo con el que la marca francesa celebraba su 110 cumpleaños y, de paso, rendía homenaje al Bugatti EB110. Tres años después, el primer Bugatti Centodieci ha llegado al garaje de su afortunado dueño: ¿por qué ha tardado tanto?
La respuesta es sencilla. Todos los modelos de Bugatti tienen que funcionar a la perfección y por ello, la marca acostumbra a llevarlos al límite. Incluso cuando la edición está formada únicamente por diez unidades: el procedimiento siempre es el mismo. El objetivo no es otro que garantizar a sus exclusivos clientes que el coche que compran responderá en cualquier situación por muy extrema que sea… aunque la mayoría de estos deportivos no se acercarán, ni de lejos, a estos escenarios.
Las pruebas extremas de Bugatti
El prototipo de producción del Bugatti Centodieci ha recorrido más de 50.000 kilómetros en diferentes pruebas de resistencia. Para que los equipos técnicos pudieran recopilar todo tipo de datos acumuló 1.200 kilómetros por día en distintos escenarios hasta llegar al último: el circuito de pruebas de Nardò (Italia).
Ha sido sometido, también, a temperaturas extremas cercanas a los 50 grados para que un equipo integrado por 27 ingenieros realizasen controles eléctricos y telemétricos, analizasen el funcionamiento del sistema de combustible y de la climatización, etc. Para ello ha recorrido California, la autopista del Pacífico Central hasta Arizona, San Diego, el Monte Lemmon (2.800 metros)… Y también lo han dejado inmóvil bajo el sol con el aire acondicionado al máximo y lo han llevado al extremo en una carretera cerrada, donde se condujo a 312 km/h.
El Bugatti Centodieci
Superadas las pruebas extremas, el primer Bugatti Centodieci ya ha sido entregado en la fábrica de Molsheim (Francia). Como decíamos antes, la marca francesa sólo fabricará diez unidades: cada una cuesta ocho millones de euros antes de impuestos y se vendieron tras su presentación en Pebble Beach. El exclusivo superdeportivo es el último de una creciente línea de ediciones especiales basadas en el Bugatti Chiron.
El ‘core’ del Bugatti Centodieci es el conocido W16 de 8.0 litros y cuatro turbos que, en esta ocasión, entrega 1.600 CV. Con semejante cifra no es de extrañar que acelere de 0 a 100 km/h en 2,4 segundos, de 0 a 200 en 6,1 segundos y de 0 a 300 en 13,1 segundos. Su velocidad máxima es de 380 km/h: lejos, eso sí, de los 420 km/h que declara el Bugatti Chiron.
Herencia del Bugatti EB110
Luce una carrocería con el tono EB110 Blue, una variación del azul que teñía el Bugatti EB110 original y que se usó para revestir la fábrica italiana donde se construyó. La combinación con las llantas plateadas replica la misma configuración que el modelo al que homenajea. El diseño interior también está inspirado en él y, más concretamente, en la versión Super Sport: la marca ha tardado 16 semanas (cuatro meses) en completar el habitáculo dedicando, por ejemplo, un día entero para los asientos. Exclusividad en estado puro.