¿Cuál fue el primer Porsche de todos los tiempos? Algunos opinan que fueron unos simples Volkswagen Escarabajo, con un motor modificado, creados por Ferdinand Porsche en 1938. Otros afirman que se trata del Typ 64, un coche de competición concebido para la carrera Berlín-Roma del año 1939. El Porsche Typ 64 es considerado el primer Porsche de todos los tiempos, un claro nexo de unión entre los arcaicos Volkswagen de preguerra y el Porsche 356. En estos momentos sólo existe un Porsche Typ 64 original en todo el planeta, y será subastado en la Car Week de Monterey el próximo mes de agosto.
La historia de este Porsche Typ 64 es muy curiosa. El coche nació en el lejano año 1939, con el propósito de competir en la carrera Berlín-Roma. Esta carrera de 1.500 km también tenía como objetivo promocionar a nivel internacional la red alemana de Autobahn y carreteras, por aquél entonces sin parangón en todo el mundo. En preparación para esta carrera, Volkswagen ordenó a Ferdinand Porsche la creación de tres versiones ligeras y potenciadas del KdF-Wagen – como el Escarabajo era entonces conocido. Aunque estos tres coches compartían multitud de componentes con el Escarabajo, en muchos aspectos eran radicalmente diferentes.
Su carrocería remachada estaba construida en aluminio, sobre ella se remacharon paneles de carenado, que reducían su resistencia aerodinámica. Su diseño era realmente vanguardista, y recordaba a los coches creados para batir récords de velocidad. El habitáculo era estrecho, y una fina calandra presidía su frontal. Sus neumáticos parecían de bicicleta. Sin embargo, este coche de competición era realmente rápido: su motor bóxer de cuatro cilindros y 1,1 litros de cubicaje desarrollaba solo 50 CV. Ya que el Typ 64 sólo pesaba 540 kilos, el coche era capaz de alcanzar los 160 km/h.
Desafortunadamente, la carrera Berlín-Roma de 1939 nunca se llegó a celebrar, a causa del estallido de la Segunda Guerra Mundial. Las tres unidades construidas sufrieron destinos dispares. La primera unidad sufrió un accidente a los mandos del director de Volkswagen en 1940, y su chasis fue aprovechado para construir una tercera unidad. La segunda unidad fue guardada en un almacén, esperando sobrevivir al conflicto. Ferry y Ferdinand Porsche conservaron el tercer Typ 64 como coche personal, y lo usaron de forma habitual en su casa de campo, en la localidad de Zell-am-See.
En mayo de 1945 las tropas americanas descubrieron el segundo Typ 64, cortaron el techo y lo usaron como «juguete» hasta que su motor dijo basta. Esta unidad habría sido desguazada, pero años después reconstruida: actualmente está expuesta en el Petersen Museum de Los Angeles, pintada de color negro. La única unidad original, superviviente al conflicto mundial y los complicados años de posguerra, es la que tenéis en vuestras pantallas. En 1946, el propio Ferry Porsche, con su padre encarcelado, registró Porsche como empresa en Austria y pegó el primer emblema sobre su capó.
En 1947, el coche fue restaurado y su carrocería cuidadosamente renovada por un tal Pinin Farina en Italia. Puede que os suene su nombre. Un año después Porsche mostró su primer 356 en Innsbruck, y lo hizo junto a este superviviente Typ 64. En 1949 el coche fue adquirido por el piloto austriaco Otto Mathé, que disfrutó de buenos éxitos en competición con el coche durante los años 50. El coche estuvo en sus manos hasta su fallecimiento, en el año 1995. Dicen las malas lenguas que Porsche nunca consiguió recomprárselo. En 1997, el coche pasó a manos de Thomas Gruber, reconocido porschista y experto internacional en la historia de la marca.
Por primera vez desde entonces, el coche será subastado públicamente. La unidad en cuestión no ha sido recientemente restaurada, se encuentra tal y como Ferry Porsche la dejó en el año 1947. El coche se vende con abundante documentación histórica, repuestos y fotografías de época. Es posiblemente uno de los coches más especiales de la historia de Porsche, si no el más especial. Se subastará en la Car Week de Monterey, y las primeras estimaciones hablan de que su precio de venta podría superar los 20 millones de dólares.