Recientemente he viajado hasta el Pirineo catalán para conocer uno de esos coches que, quizá fruto de una estrategia mercadotécnica errónea, merecen muchas más ventas de las que obtienen en nuestro país. Se trata del Subaru Crosstrek, un turismo compacto y sobreelevado con tracción integral y generosas cotas todoterreno que sustituye al XV en la gama japonesa.
Crosstrek 2024: la gran apuesta de Subaru a escala global
Pese a su enorme peso en otros mercados, especialmente el norteamericano, Subaru cuenta con una presencia anecdótica en España, donde logró matricular poco más de 2.000 unidades en 2023. Con todo, casi la mitad de esas ventas dependieron del modelo XV, pues se trata sin duda del producto más práctico y polivalente del fabricante. En 2024, los responsables nacionales de la marca se conforman con repetir cifras.
Subaru Crosstrek
Tras vender 21 millones de coches con tracción total desde 1972, 23 M con propulsor bóxer de gasolina desde 1996 y 5 M con el conjunto de ayudas a la conducción EyeSight desde 2008, el XV, ahora rebautizado como Crosstrek, aúna todo ello en un formato mediano y altamente demandado en Europa. En este continente, los nipones crecieron un 47% durante el ejercicio pasado respecto a 2022.
La segunda actualización de la primera y única generación, en pocas claves técnicas
Aunque desde Subaru anuncian el Crosstrek como la tercera generación del XV, cuya comercialización arrancó inicialmente en 2012, en realidad estamos ante la segunda revisión estética y tecnológica de este automóvil, pues continúa siendo muy parecido al original en términos de diseño, estructurales y mecánicos. En 12 años a la venta, se han colocado 2,2 millones de ejemplares en todo el mundo (la mayoría en Estados Unidos).
Respecto a la actualización de 2017, el Crosstrek 2024 es un vehículo que conserva sus dimensiones, con 4,5 metros de longitud por 1,8 de ancho y 1,6 de alto. Tampoco varía su distancia entre ejes, con 2,67 m. Sí mejoran ligeramente sus cotas de todoterreno, que lo convierten en el crossover más capaz para su uso fuera del asfalto: 19,3 grados de ataque, 20,8 ventrales y 31,2 de defensa, con 220 mm de altura libre al suelo.
Sus excelentes aptitudes 4×4 se ven redondeadas por la prestigiosa tracción integral permanente de Subaru, así como por un motor de gasolina y tipo bóxer (dos bancadas enfrentadas en el mismo plano) con 4 cilindros, aspiración natural y 150 CV gracias al apoyo de un pequeño impulsor eléctrico que le brinda el distintivo medioambiental ECO de la DGT. La transmisión es automática mediante un variador continuo de par.
A los mandos de un 4×4 fiable e insaciable
Más allá de los cambios de aspecto que Subaru ha llevado a cabo tanto en el interior como en el exterior del Crosstrek respecto al XV, los cuales me parecen acertados, me ha parecido un producto muy pulido en cuanto a su comportamiento dinámico. Y es que sorprende que, funcionando tan bien en el campo o sobre calzadas resbaladizas, también se desenvuelva en carretera de forma sobresaliente.
Cuando uno conduce este coche, percibe al instante su solidez y la gran calidad de sus componentes mecánicos, especialmente los que tienen que ver con el chasis. Su puesta a punto es equilibrada y ofrece agilidad sin renunciar a un alto nivel de comodidad. La dirección, aunque no deja de tener un tacto artificial, es mucho más comunicativa que la de sus alternativas (indirectas).
Además, los asiáticos aseguran que se ha incrementado la rigidez torsional en un 10%, se ha aumentado el aislamiento acústico en un 50%, se ha reducido el balanceo en un 15% y se ha mejorado la estabilidad sobre superficies irregulares en un 45%. Es decir, aquí hay mucho más que una denominación comercial nueva o una modernización de la dotación tecnológica: Subaru se lo ha currado.
Quizá, el único punto negativo tiene que ver con su sistema de propulsión. En la firma son fieles al casi irrompible 2.0i con hibridación ligera, que le concede la pegatina ECO desde 2020, pero en mi opinión sus consumos son elevados (7,7 l/100 km WLTP, unos 9 reales) y sus prestaciones pobres (de 0 a 100 km/h en 10,8 segundos). Vamos, indigno para un modelo que roza, si no llega, a la excelencia en todo lo demás.
Más y mejor equipamiento por 32.000 € al contado o 220 € al mes
Lo más destacado del Subaru Crosstrek 2024 es su equipamiento, que crece desde la base para convertirse en uno de los más abundantes de su categoría. Aunque existen tres acabados, llamados Active, Field y Touring, el de acceso ya viene con todos los asistentes de conducción disponibles en el segmento C (algunos muy avanzados), 9 airbags, llantas de 17 pulgadas, climatizador bizona y pantalla multimedia de 11,6″.
Además, el coche en cuestión recibe un mayor grado de conectividad respecto al XV, así como discos de freno delanteros más grandes (316 mm de diámetro) y un X-Mode (programas para circulación “off road”) con funciones de marcha atrás y “standby” que se añaden sobre los perfiles normal, nieve/tierra y nieve profunda/barro existentes. De serie, viene con neumáticos de verano.
Este crossover, que previsiblemente volverá a ser el mejor de su clase en las pruebas de seguridad Euro NCAP y logrará sobradamente las 5 estrellas, tiene un precio de partida de 32.000 euros (2.000 o 5.000 más si se opta por el nivel intermedio o tope de gama). Sin embargo, Subaru España lo ofrece por 29.500 si se financia con Santander, por 220 €/mes si se opta por un plan multiopción o por 569 €/mes si se hace un renting.
Conclusión: una opción muy interesante para los amantes de la naturaleza, pese a sus dos debilidades
El Crosstrek me ha encantado y hasta yo, una persona que se autopercibe exigente en cuanto a los automóviles, valoraría su compra. Este es un turismo versátil, con una alta calidad de rodadura y unos acabados interiores que han mejorado. Además, la fiabilidad de su mecánica está demostrada y su concepto es casi único, pues no dispone de rivales directos. ¡Es genial para vivir aventuras en la montaña!
Lo escogería en su versión Field, pues no me hace falta el cuero ni el techo panorámico del Touring, pero sí los asientos eléctricos, por ejemplo. De entre los 10 colores para la carrocería, lo configuraría en Sapphire Blue Pearl, nuevo para el modelo en cuestión (también lo son un gris y un naranja metalizados). Lástima sus escasos 315 litros de maletero (a cambio de unas plazas traseras amplias) y su elevado gasto de carburante.