Nos guste o no, cada vez son más las marcas de coches que están probando suerte con los 4×4 eléctricos. Sin embargo hay un fabricante que se niega a electrificar sus 4×4 más capaces, y por eso ha decidido recuperar a su todoterreno más bestia, haciéndolo además con una nueva evolución de su motor más salvaje.
Una nueva RAM TRX está en camino y puede que junto a un V8
Tras la marcha de Carlos Tavares, muchas cosas están cambiando en el grupo Stellantis y una de ellas es la estrategia de marcas como la norteamericana RAM. El fabricante especializado en todoterrenos y pick-ups vuelve a tener al mando a un petrolhead de la talla de Tim Kuniskis y es por ello por lo que en los próximos meses vamos a ver novedades que dejan a un lado parte de la estrategia en electrificación y downsizing.
Prueba de ello es que RAM ya está trabajando en el regreso de los motores V8 HEMI en configuración atmosférica de 5,7 y 6,4 litros a la RAM 1500, un retorno con el que la marca pretende impulsar de nuevo las ventas y así complementar la oferta del motor 3.0 Twin-Turbo Hurricane estrenado por la RAM RHO. ¿El objetivo? Poner en manos del mercado la capacidad de elegir el propulsor que quiere en sus camionetas
Pero la gran sorpresa en los planes del RAM va más allá y está en el retorno de la RAM TRX, una pick-up hipervitaminada que fue creada con el único objetivo de plantar cara a la Ford F-150 Raptor y que en Diariomotor pudimos probarla a fondo en 4×4 en nuestro circuito todoterreno en Ocaña, Toledo. Esta bestia del todoterreno no sólo podría volver este mismo 2025, sino que lo hará con mejoras en su receta técnica y prometiendo mejores prestaciones para así colocarse al nivel de la F-150 Raptor R.
Y para conseguirlo RAM no se va a andar con medias tintas, pues teniendo en cuenta que la primera TRX alcanzaba los 712 CV y 880 Nm gracias a que bajo su capó instaló un monstruoso 6.2 V8 Supercharged de la familia Hellcat, la única forma de alcanzar los 800 CV que tanto se rumorea que ofrecerá esta nueva TRX, es recuperando semejante V8 y dándole una nueva vuelta de tuerca.
De esta forma, el constructor estadounidense responderá con sólidos argumentos a todos esos clientes que criticaron el abandono de los V8 HEMI, dando además un puñetazo sobre la mesa en el mercado ahora que sus principales rivales están sumidos en procesos de downsizing, cuando no electrificación. Si bien a largo plazo la electrificación será inevitable, los planes de RAM pasarán ahora por un proceso de transformación más progresivo en donde la convivencia de diferentes sistemas de propulsión será la tónica general en todos sus modelos: 1.500, 2.500 y 3.500.
