A partir de su lanzamiento comercial en noviembre de 2020, la tercera generación Hyundai Tucson (la cuarta si consideramos el ix35 que existió 2010 y 2015) se ha mantenido, salvo clamorosas excepciones, en la lista de los diez coches más vendidos de España. Quizá sea su intrépido diseño, quizá su amplia gama de motorizaciones o quizá su excelente relación entre calidad y precio, pero lo cierto es que tres años y decenas de miles de unidades más tarde, este SUV con 4,50 metros de longitud sigue siendo uno de los coches más deseados de España. Pronto recibirá una actualización.
Principales cambios en el Hyundai Tucson 2024
El Tucson 2024 será una evolución sobre el actual y no una nueva generación. Dicho de otro modo, se tratará de una renovación parcial, con motivo del ecuador de su ciclo de vida comercial, que tendrá efectos más o menos relevantes en el plano estético y el tecnológico. A priori, su oferta mecánica se mantendrá intacta, pues ya dispone de una cartera muy diversa que incluye motores diésel y de gasolina, algunos de los cuales llevan hibridación ligera, así como sistemas de propulsión híbridos, convencionales o enchufables. Sea ICE, MHEV, HEV o PHEV, sus potencias van de los 150 a los 265 CV, con configuraciones de transmisión manual o automática y tracción delantera o total.
Hyundai Tucson
De este modo, las principales modificaciones tendrán lugar sobre su equipamiento y su aspecto, aunque el de 2020 no resulte en absoluto obsoleto. Centrándonos en el segundo de estos dos puntos, es previsible que el “restyling” del Tucson llegue con un sistema multimedia revisado, al igual que con asistentes a la conducción perfeccionados. No habría que descartar dotaciones tecnológicas y funcionalidades de confort heredadas de los últimos modelos de Hyundai, como el nuevo Santa Fe, el IONIQ 6 o el Kona 2024.
Una carrocería más “campera” y una cabina más “limpia”
De entre pocas las fotografías oficiales que ha publicado Hyundai, no hay ninguna que muestre la parte trasera de la carrocería del Tucson 2024. Ocurre de manera distinta con el frontal, que muestra una parrilla diferente donde se insertan unas luces diurnas con cuatro líneas de LED en vez de cinco. También varía el parachoques que, acorde con las taloneras laterales, ahora lleva unas protecciones grises y más prominentes (más «4×4»).
Las mayores reformas se hallan en el interior y concretamente en el salpicadero, más moderno y con un menor empleo de plásticos negros y brillantes, que son susceptibles de mancharse o rayarse. Muestra dos pantallas unidas bajo el mismo cristal, mandos físicos para el climatizador y salidas de ventilación reubicadas en una posición inferior, sobre una consola central flotante. Además, el selector de transmisión pasa a colocarse en la columna de la dirección, lo que podría significar la supresión del cambio manual. El volante también es distinto, sin logotipo, y se han añadido más elementos de carga.
El “lavado de cara” del Tucson llegará a nuestro mercado en algún momento del año que viene, aunque la marca coreana ha de ofrecer mucha más información antes de que eso pase. Por ahora, el de 2020 continúa a la venta desde 30.325 euros, que es menos dinero del que cuestan la mayoría de sus rivales directos, como el Mazda CX-5.