Buenas no, buenísimas noticias, las que nos llegan desde Estados Unidos sobre el futuro del Nissan GT-R. Con la generación R35 a punto de despedirse del mercado, por primera vez Nissan ha hablado sobre el futuro del GT-R, y además lo ha hecho desmintiendo el mayor temor de los petrolheads, y es que el Nissan GT-R R36 no será eléctrico.
El Nissan GT-R seguirá quemando gasolina en un motor Turbo e híbrido
Con motivo de la celebración del Salón del Automóvil de Nueva York, el vicepresidente de Nissan en Norteamérica, Ponz Pandikuthira, ha concedido una entrevista a The Drive en la que hablado sin tapujos sobre el futuro del Nissan GT-R.

Nissan GT-R
Aunque sabemos desde hace tiempo que el Nissan GT-R tendrá sucesor seguro, hasta ahora nadie se había atrevido a hablar en detalle sobre fechas o su motorización. Todo apuntaba a que su presentación se produciría en 2027 haciendo realidad el futurista prototipo Hyper Force, pero ahora ya podemos confirmar que el Nissan GT-R R36 llegará a las calles en un plazo de 3 a 5 años. Es decir, podríamos tener que esperar hasta 2030 para conocer al R36.






Y lo más importante de todo, que será lo que haga las delicias de los fans más petrolheads. El nuevo Nissan GT-R no será un superdeportivo 100% eléctrico. Según ha señalado Pandikuthira, el propulsor del nuevo GT-R será una mecánica híbrida, un esquema que estará basado en un motor turboalimentado. De hecho, todo apunta a que podríamos estar hablando incluso de una posible evolución del actual 3.8 V6 Twin-Turbo (VR38DETT) para poder ser electrificado.
Gracias a esta configuración, el nuevo GT-R conseguiría mejorar sensiblemente en términos de eficiencia y emisiones, pero también de prestaciones. Cierto es que Nissan no ha querido detallar qué tipo de hibridación veremos en el coche de producción, aunque teniendo en cuenta las fechas que se barajan y el estado de la tecnología, Pandikuthira apunta al uso de un sistema híbrido enchufable que fuese capaz de hacer 112 Km de autonomía eléctrica (unos 30 kWh), sirviendo además como complemento del motor térmico a la hora de demandar el máximo de prestaciones.
Durante esta entrevista, también hemos podido saber que Nissan ya está trabajando en el sucesor del GT-R. Tanto es así que ya se han desarrollado y probado prototipos del próximo GT-R en circuitos como Nürburgring, lo que les ha permitido descubrir que la propulsión totalmente eléctrica no alcanza aún el nivel de rendimiento que exige un coche como el GT-R, pues apenas podría completa una vuelta al infierno verde con las baterías a plena carga.
Ni siquiera usando baterías de estado sólido y la tecnología derivada de Fórmula E, cree Nissan que la electrificación total pueda satisfacer las necesidades que impone un GT-R, que entre otras cosas incluye poder rodar por varias vueltas en circuito, establecer nuevos récords, etc. Es por ello por lo que Nissan ha decidido apostarlo todo a la hibridación, dejando en el aire si será enchufable, o no, en función de la evolución de la tecnología de baterías en los próximos años.
En resumidas cuentas, podemos decir que el Nissan GT-R R36 ya está en marcha, trayendo consigo una nueva reinvención de su planteamiento técnico, pero descartando por completo que vaya a ser un coche 100% eléctrico. Si bien la situación actual de Nissan no es la mejor para impulsar proyectos como es el desarrollo de un superdeportivo, la marca japonesa parece estar comprometida con el lanzamiento de un nuevo GT-R, probando ya sus primeras mulas y definiendo cómo será su sistema de propulsión.





