La convivencia entre coches y bicicletas no es fácil, sobre todo en ciudades, donde además de existir adelantamientos a ciclistas, también deben de cederse el paso unos a otros, momento en el que la confusión respecto a la prioridad de paso de los ciclistas cobra especial protagonismo: ¿Tiene siempre preferencia el vehículo a motor? ¿Se aplica la normativa general de prioridades? ¿Puede un ciclista cruzar la calzada por un paso de peatones?
Se tratan de preguntas muy típicas y que puede que en alguna ocasión te hayas planteado, y es por ello que desde Diariomotor vamos a responder a ellas a continuación en pos de una mejor convivencia entre estos dos colectivos.
Salvo indicación contraria, un carril bici siempre tiene prioridad
Según el Artículo 64 del Reglamento General de Circulación, un ciclista que circule por un carril bici, un paso para ciclistas o arcén debidamente señalizado, siempre tendrá prioridad de paso respecto al resto de vehículos que circulen por la calzada. Es decir, debemos entender este tipo de vías como una suerte de “paso de peatones para ciclistas”.
Además, la norma también contempla otras situaciones en las que los ciclistas también tienen prioridad de paso. Estas son cuando el primero de un pelotón ya ha entrado en una glorieta o intersección, siendo entonces obligatorio ceder el paso al resto de ciclistas, o cuando al girar para entrar en otra vía el vehículo a motor se encuentra con un ciclista en las proximidades.
En todos los demás casos impera la normativa general de prioridad, atendiendo en primer lugar a señales como semáforos, de STOP y “ceda el paso”, y en última instancia la regla básica de “ceder el paso a los de la derecha.”
El dilema de los pasos de peatones en bicicleta
Sin embargo, mayor detenimiento merece el caso de los pasos de peatones. De forma resumida, un vehículo a motor goza de preferencia cuando se encuentra con un ciclista cruzando la calzada por un paso de peatones subido en la bicicleta. Ello se debe a que en un paso de cebra son los peatones quienes tienen prioridad, y esto es un ciclista empujando la bicicleta a pie, pues en caso de ir montado se considera un vehículo más.
Dicho lo cual, es cierto que en las zonas donde no existe carril en las grandes ciudades muchos ciclistas prefieren ir por las aceras y pasos de peatones en busca de una mayor seguridad. Entonces, ¿cómo debe actuar un conductor ante tal situación?
Lo aconsejable, que no lo estrictamente correcto según la legislación, es ceder al paso al ciclista, ya que podríamos hablar de un escenario similar al atropello de un peatón, pues se supone que el conductor de un vehículo debe circular con la suficiente atención al medio que le rodea, en alerta ante cualquier imprevisto y a una velocidad tal que sea capaz de detener el vehículo ante una circunstancia sobrevenida.
De hecho, en los diferentes atropellos a ciclistas en pasos de peatones la Justicia ha fallado indistintamente a favor de uno u otro. En unos casos a favor del conductor argumentando que el ciclista cometía un comportamiento negligente, y en otros a favor del ciclista esgrimiendo que el conductor no actúa con la prudencia debida.
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