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Rotondas francesas, ese extraño lugar en el que (casi) todo funciona al revés

Cuando vi el último capítulo de ‘The Grand Tour’, ‘Carnage a trois’, fueron varias las cosas que me llamaron la atención. Una de ellas es la manera de dibujar una rotonda en Francia: recordé, entonces, que en el ‘road trip’ que hice hace algunos años por la Costa Azul escuché el claxon con cierta insistencia cuando atravesé algunas de estas intersecciones. Lo atribuí a la impaciencia, ahora sé que las rotondas francesas son extraños lugares en los que no sirve de nada todo lo que sabes sobre conducir.

Fue el arquitecto francés Eugène Hénard quien inventó las rotondas y lo hizo en París, donde desarrolló las primeras glorietas urbanas. Sin embargo, otras teorías apuntan a que el origen se encuentra en Estados Unidos: corría el año 1903 cuando William Phelps proyectó esta intersección en Columbus Circle (Nueva York). Independientemente del punto de partida original, la primera de todas es la del Arco del Triunfo en la capital gala.

Rotonda Francia 02

Apareció en 1777 cuando recibía el nombre de Place de l’Étoile: Plaza de la Estrella por la figura de doce puntas que se observaba sobre el asfalto y que representaba cada una de las doce avenidas que confluyen en este punto. El Arco del Triunfo llegó más tarde: su construcción comenzó en 1806 por orden de Napoleón Bonaparte y terminó en 1836. Esta pequeña lección de historia no es vano: la rotonda del Arco del Triunfo tiene una serie de peculiaridades… entre las que está la propiedad de la preferencia a la hora de circular.

La prioridad en las rotondas francesas

Antes de llegar hasta ahí, me gustaría daros algunos datos que, probablemente, sólo os servirán para acertar una pregunta en el Trivial o para presumir delante de vuestro cuñado. Los conductores noveles no pueden circular por ella (ni con su profesor de autoescuela) y no tiene los carriles marcados: os podéis imaginar la cantidad de accidentes que se producen en su interior.

Rotonda 02

Tanto es así que determinadas aseguradoras francesas incluyen una cláusula especial para esta glorieta: si se produce un incidente en ella, la cobertura del siniestro se repartirá a partes iguales entre las compañías de seguros de los implicados… independientemente de quién sea el responsable. En algunos casos, incluso, se niegan a cubrir los costes. No obstante, la falta de carriles señalizados no sería la única causa: la prioridad sería otra porque en Francia es de los vehículos que entran a la rotonda.

Las excepciones

Si alguien pensó que las normas que rigen el funcionamiento de las rotondas son universales, está completamente equivocado. En España cuando nos acercamos a una glorieta, debemos ceder el paso a los vehículos que están dentro de la misma porque suya es la prioridad. En Francia no: por esta razón, entrar en una rotonda gala puede ser intimidante. En nuestro país vecino, la preferencia es de los coches que vienen por la derecha… a no ser que se indique lo contrario.

Si circulas por Francia y llegas a una rotonda en la que no hay señales que hagan referencia a la preferencia, ésta será de los vehículos que entran. Sólo tendrás que ceder el paso cuando se especifique concretamente con alguno de estos dos mensajes: “Vous n’avez pas la priorité” (“No tienes prioridad”) o “Cedez le passage” (“Ceda el paso”). Ten este pequeño detalle en cuenta si vas a hacer algún road trip por tierras galas ya que no es extraño ver a extranjeros envueltos en accidentes por no conocer esta particular norma.

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Elena Sanz Bartolomé

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