Los neumáticos son un elemento tan antiguo como el propio automóvil y aunque es un elemento del que muchas veces ignoramos, no debemos olvidar que es lo único que une nuestro coche a la carretera. Es un elemento clave para nuestra seguridad al volante, y es uno de los elementos cuyo estado debemos vigilar mas estrechamente. Como es lógico, es uno de los elementos que más se vigila en las ITV anuales o bianuales que todos los coches tienen que superar. Y es que cualquier problema en los neumáticos es un gran problema en la estación de ITV.
Y el motivo es que cualquier defecto en los neumáticos del coche es tipificado como defecto grave. Por tanto, lleva pareja una bonita pegatina donde se puede leer «ITV desfavorable», que aparecerá en la ficha técnica de nuestro coche. Algunos de los defectos más comunes los hemos recogido ya en varios artículos, pero a modo de resumen, son los siguientes:
-Llevar los neumáticos muy desgastados: no solo tener un desgaste inferior a los 1,6 mm de profundidad legal – los conocidos testigos de los neumáticos – si no también que las gomas presenten un desgaste anómalo que comprometa la seguridad del coche.
-Tener mordiscos o huevos en los neumáticos: los bocados en el flanco del neumático o las protuberancias similares a «huevos», causadas casi siempre por bordillazos, comprometen la integridad estructural del neumático y en caso extremo, incluso pueden provocar un reventón.
-Llevar neumáticos de diferente marca o medida en el mismo eje: los neumáticos deben ser iguales por parejas. No es legal llevar neumáticos de diferente medida en el mismo eje, ni modelos diferentes. El índice de carga y velocidad también debe ser idéntico.
-Montar neumáticos no equivalentes o no homologados: si los neumáticos que montamos no están en la tabla de equivalencias de nuestro coche o no tienen la homologación correcta, no solo no superaremos la ITV, si no que podemos recibir una ITV negativa, que nos obligue a sacar el coche en grúa de la estación de inspección.
-Tener los neumáticos cristalizados o cuarteados: en el caso de neumáticos agrietados por la edad y el clima, o cristalizados, es potestad del inspector de línea si superamos o no la inspección. En casos muy flagrantes, lo seguro es que el resultado sea desfavorable.
¿ITV desfavorable o ITV negativa?
Ante problemas en los neumáticos de nuestro coche, el resultado siempre es el mismo: no superaremos la inspección. Ahora bien, el «suspenso» tiene dos grados. La ITV desfavorable es un suspenso en la inspección, pero un suspenso en el que estamos autorizados a seguir usando nuestro coche, pero solo para acudir a subsanar el defecto del vehículo, y de vuelta a la ITV. Si el defecto detectado en nuestros neumáticos es realmente grave y podemos ser un peligro tanto para nosotros mismos como para otros usuarios de la vía, el resultado será una ITV negativa.
En ese caso, nuestro coche tendrá que abandonar la ITV en grúa con rumbo al taller de neumáticos. Un escenario completamente evitable si somos cuidadosos con lo único que une nuestro coche al suelo.
