Cada vez se venden más coches eléctricos. Es un hecho. Pero también que la transición eléctrica no está avanzando tan rápido como se esperaba y que la gasolina y el diésel siguen muy vivos.
La gasolina y el diésel siguen muy vivos
El 95,39% de los coches matriculados el pasado año en España seguían consumiendo algún tipo de combustible. Evidenciando un problema importante, el de una Europa en la que la transición hacia el coche eléctrico sí que se está produciendo a dos velocidades. La velocidad de los mercados que nos estamos descolgando de la carrera del coche eléctrico, en la que vamos más rezagados, como los de España e Italia. Y la velocidad de los mercados en los que los coches eléctricos de baterías ya suponen una de cada cinco, o una de cada cuatro matriculaciones, como sucede con Portugal y Alemania respectivamente.
Para más inri, en la Unión Europea crecen las voces cada vez más críticas con el objetivo de prohibir las ventas de diésel y gasolina en 2035, un asunto que podría ser clave en los procesos electorales que tendrán lugar este año, para la conformación de un nuevo Parlamento Europeo, y para conformar gobiernos nacionales de algunos miembros comunitarios.
Problemas para los coches eléctricos
Transport & Environment, organización que por cierto propone una transición hacia el coche eléctrico aún más rápida y ambiciosa, proporcionaba estos días una de las muchas razones que nos estarían llevando a esta situación. El hecho es que los coches eléctricos son caros y, en términos comparativos y relativos, mucho más grandes y caros que los coches con motores diésel y gasolina.
Su análisis concluye que, más allá de la perogrullada al respecto de que los coches eléctricos sean más caros que sus alternativas gasolina o diésel, que lo son, la oferta y las ventas de eléctricos se están centrando en segmentos superiores y por ende más caros.
El 37% de los coches con motor diésel o gasolina que se venden en Europa son coches compactos, del segmento B. Pero este segmento representa únicamente un 17% de las matriculaciones de coches eléctricos.
Más grandes, mucho más caros, que diésel y gasolina
Entre 2018 y 2023, según Transport & Environment, solo se produjeron 40 lanzamientos de los segmentos más compactos y accesibles, los segmentos A y B, mientras que los lanzamientos de los segmentos superiores, D y E, fueron 66. Anna Krajinska, de Transport & Environment, culpa a los fabricantes de coches europeos por «estar retrasando la adopción masiva del vehículo eléctrico impidiendo el acceso de los consumidores a opciones más asequibles más rápido y en mayores volúmenes».
Este año veremos cómo Europa comienza a lanzar sus primeros eléctricos fabricados en el continente con un precio inferior a los 25.000 euros, gracias a la llegada del Citroën ë-C3, primero, y el Renault 5, después. Pero las estimaciones que hace esta organización apuntan a que este año apenas se producirán 42.000 eléctricos europeos de esta categoría, de manera que aún no van a conseguir que se revierta esta tendencia.
La gasolina y el diésel resisten en Europa y, aún más, en mercados que como el español se encuentran más rezagados en la transición hacia el coche eléctrico. Pero también hay puntos de vista en la Unión Europea que abogan por una transición más rápida y que incluyen una consulta abierta para acelerar la prohibición del diésel y la gasolina en las matriculaciones de coches de empresa o gravámenes muy superiores que hagan que la elección de todo aquello que no sea eléctrico sea inviable.