Cada vez son más los fabricantes que están revisando sus objetivos de transición hacia el vehículo eléctrico, replanteándose inversiones y lanzamientos, e incluso recuperando proyectos que aún siguen amparándose en la combustión interna. Pero, sobre todo, cada vez más fabricantes valoran que su transición hacia el coche eléctrico no será tan rápida como esperaban, y estará llena de dificultades, y se preparan en consecuencia para ello.
«El mercado ha cambiado drásticamente» según Magna
«El mercado ha cambiado drásticamente», afirmaba Swamy Kotagiri, CEO de Magna International, uno de los principales proveedores de la industria del automóvil y, por si no fuera poco, ensamblador de coches al que recurren muchos fabricantes de automóviles (Automotive News).
El frenazo del coche eléctrico, que se ha materializado incluso en la pérdida de algunos de sus proyectos, ya ha llevado a Magna, con motivo de la presentación de los resultados del último trimestre (Magna) a revisar a la baja sus objetivos de ventas para 2026, que se situarían entre los 44.000 millones y los 46.500 millones de dólares, aproximadamente un 10% menos que los 48.800 millones y 51.200 millones de dólares que esperaban.
Imágenes del Fisker Ocean:
La paralización de algunos proyectos eléctricos
El principal negocio de Magna es proveer a la mayoría de productores de coches del mundo, de manera que la caída de la producción de estos atañe directamente a sus resultados, aunque de manera desigual por el hecho de que no todos sus coches emplean componentes de Magna.
Al enfriamiento del mercado del vehículo eléctrico se unen dos hechos determinantes para Magna, el cese de la producción del Fisker Ocean y el plan, de momento cancelado, para fabricar el INEOS Fusilier, un todoterreno eléctrico cuya producción también debía correr a cargo de Magna. INEOS, anunciaba la paralización del lanzamiento del Fusilier, anunciado tan solo unos meses antes, por «la reticencia de los consumidores a adoptar los vehículos eléctricos y la incertidumbre del sector en torno a las tarifas, los plazos, y los impuestos».
Magna también tiene previstos ya los fines de la producción del Jaguar E-PACE, el Jaguar I-PACE y el BMW Z4 y el Toyota Supra.
Imágenes del INEOS Fusilier:
El vehículo eléctrico chino como oportunidad
Curiosamente, la imposición de aranceles a los vehículos eléctricos fabricados en China es vista por Magna como una oportunidad, y un acontecimiento que podría propiciar el cierre de nuevos contratos. Y lo es así en tanto en cuanto algunos fabricantes chinos podrían delegar la producción de sus vehículos en Magna, para ensamblar o terminar el ensamblado de algunos coches eléctricos en las plantas occidentales de Magna y así evitar los aranceles.
