Cuando las aspiraciones de una empresa son las de situarse a la vanguardia de su industria, disponer de los medios necesarios para alcanzar este objetivo necesitan de una inversión superlativa que hace que los beneficios pasen, prácticamente, a un plano secundario o terciario. Esta casuística explica perfectamente la situación de Xiaomi con su entrada al sector de la automoción, una competida industria a la que su propio CEO, Lei Jun, admitía tener respeto y cierto temor por llegar tarde cuando se anunció la creación de su división de automóviles, pero nada más lejos de la realidad.
Y es que Xiaomi acaba de entregar la unidad número 100.000 de su coche eléctrico desde que empezaran las matriculaciones del mismo. Denominado como Xiaomi SU7, se trata de un coche hecho a medida para competir tanto con el Porsche Taycan como con el Tesla Model S.
Imágenes del Xiaomi SU7
El SU7, de hecho, tiene en común con este último modelo el enfoque como producto que tuvo el Model S en sus primeros compases: no se trata del tipo de coche que mayor cuota de mercado aspira a protagonizar, pero sí deja tras de sí un significativo margen de facturación con el que se consigue un flujo de caja que permita a la marca usar ese dinero que entra para volver a financiar otros proyectos.
Haber alcanzado tal nivel de producción en tan sólo 8 meses (el SU7 fue presentado a finales de marzo del presente año) es un hito encomiable, toda una gesta por parte del fabricante chino, ya que con la presentación del mismo dio comienzo al plazo de reservas y no ha necesitado ni siquiera esperar al año para entregar las 100.000 unidades de cupo que tenían previstas inicialmente.
Teniendo en cuenta que la marca ha alcanzado el cupo que tenía previsto un mes y medio, casi, antes de lo previsto, ha elevado la expectativa de producción anual de los 100.000 coches a los 130.000.
Esto, por contra, no se traduce en beneficios netos, tal y como ha revelado la propia Xiaomi. Y es que, a tenor de los números que ha presentado y de los que se hace eco Car News China, aunque ha conseguido reducir sus pérdidas por unidad, el gigante chino se encuentra perdiendo unos 5.250 dólares por cada unidad del SU7 que entrega a su respectivo nuevo dueño, una cantidad que a día de hoy, según el cambio actual, equivale a unos 4.980 euros.
En total, esto supone unas pérdidas para el fabricante de unos 200 millones de dólares desde que su producción diera comienzo. Cabe señalar que en China el SU7 tiene un precio que arranca en, aproximadamente, 28.000 euros al cambio.
Aun así, dado el precio por unidad que la mayoría de sus productos, el SU7 tiene ya un gran peso dentro de Xiaomi, aunque por su propia cuenta, en realidad, se trate de un producto que genera pérdidas. Y es que dentro del conglomerado de empresas del gigante grupo chino, Xiaomi Auto representa ya algo más del 10% de los ingresos totales de Xiaomi, unos 1.300 millones de dólares.
Llegada a España del Xiaomi SU7
El SU7 es, por tanto, un coche que despunta, pero sólo lo hace, de momento, en China. En mercados como el nuestro podría tener un buen desempeño comercial, robando claramente muchas venta tanto a Tesla como a otros fabricantes como Porsche, Kia o Volkswagen, pero lo cierto es que aunque se espera que se acabe lanzando internacionalmente, de momento no se ha confirmado tal cosa.
Aun así, Xiaomi espera que la producción total de la plataforma que da sustento a este coche sea de unas 20 millones de unidades, por lo que el resto de productos que tiene planteados la firma, como un SUV, sí que pueden acabar llegando a España durante los próximos años.