A día de hoy nadie puede dudar que los coches eléctricos son el futuro, y que en los próximos años tendrán que avanzar, junto con toda la sociedad, remplazando poco a poco a los vehículos de combustión interna. Ahora bien, ¿cuándo morirá el motor de combustión interna? El Gobierno ya tiene fecha para prohibir los diésel y gasolina de nueva matriculación, en 2040. Aún más ambicioso es el hecho de que se esté proponiendo 2050 para prohibir la circulación de cualquier coche con motor de combustión interna. El Gobierno de Pedro Sánchez plantea introducir estas dos fechas en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. ¿Pero qué significa este anuncio? ¿Estamos ante un brindis al sol, o ante una propuesta realmente seria?
Prohibir los coches diésel y gasolina, e incluso híbridos, en 2040
Los anuncios tan grandilocuentes, y sobre todo a más de dos décadas de distancia, generalmente deberíamos entenderlos como un brindis al sol. El Gobierno, como las administraciones autonómicas y locales, generalmente piensan, y legislan, en ciclos de cuatro años. Nadie puede anticipar lo que sucederá de aquí a 2040, o 2050.
¿Pero por qué es interesante que se hable del fin de los coches de combustión interna?
La importancia de comenzar a legislar teniendo en mente que en 2040 podría prohibirse la venta de coches de combustión interna, y en 2050 su circulación, es la de ir anticipándose a los escenarios que nos encontraremos mucho antes.
La Unión Europea ya está legislando para que en 2030 el 35% de los coches vendidos sean eléctricos. Para un país como el nuestro, y ya no solo para los fabricantes que tendrán que avanzar en sus desarrollos, resulta crucial ir planificando la transición hacia ese punto en que más de una tercera parte de los coches vendidos sean eléctricos, e incluso hasta un punto en que toda la flota de automóviles del país sea eléctrica. Y ya no hablamos únicamente de las adaptaciones que requerirá la infraestructura, como la instalación de puntos de recarga, y la mejora del suministro eléctrico, sino que aspectos como la inversión en fuentes de energía renovables se conviertan, de una vez por todas, y por si alguien tenía alguna duda, en una cuestión estratégica para nuestro país.
De hecho, y según habría trascendido en las últimas horas, ese documento incluiría un anuncio que quizás sea incluso más importante que el del fin de los coches de combustión interna. En 2050 el suministro eléctrico español debería basarse únicamente en la energía generada por fuentes renovables.