El Govern de las Islas Baleares aprueba el martes 12 de febrero de 2019 una polémica ley cuyo objetivo último es prohibir la circulación de coches de combustión interna, convirtiéndose en uno de los territorios pioneros en la completa descarbonización del parque móvil. Esta ley, llamada Ley de Cambio Climático y Transición Energética, contempla prohibiciones que afectan especialmente a los vehículos de los turistas, que acceden al archipiélago por vía marítima. A partir de 2025 no podrán entrar los coches diésel, y a partir de 2035 tampoco lo podrán hacer los coches de gasolina.
El objetivo de esta ley es que en 2050 toda la energía consumida sea de origen renovable. En el calendario del Govern se contempla el cierre de centrales térmicas, la obligación de instalar paneles solares en toda vivienda de nueva construcción y la apertura de 1.000 puntos de recarga para coches eléctricos antes del año 2025. Volviendo a la movilidad, esta ley obliga a que en 2020 el 2% de los coches de las empresas alquiladoras de coches sean completamente eléctricos. Esta cuota de coches eléctricos en el canal rent-a-car debería llegar al 100% en 2035, con el apoyo de ayudas gubernamentales.
La flota de coches de alquiler supone una parte importante del tráfico en temporada alta, al igual que la flota de los turistas, que desembarca en ferries. A partir de 2025, no podrán desembarcar en Baleares los coches diésel de los turistas, y en 2035 la prohibición se extenderá a los coches de gasolina. Esta restricción a la circulación tendrá lugar con independencia de la etiqueta ambiental de la DGT de la que los coches sean portadores. Por el momento no está claro que ocurrirá con los coches híbridos y los híbridos enchufables, pero el objetivo último es una movilidad libre de emisiones para 2050.
Ahora bien, ¿qué ocurrirá con los coches de la propia problación balear? Los ciudadanos baleares podrán seguir usando su coche hasta el final de su vida útil, pero a partir del año 2025 no podrán adquirirse coches diésel nuevos, y a partir de 2035, ocurrirá lo mismo con los coches impulsados por gasolina. En 2050, el porcentaje de coches de combustión en circulación en Baleares debería ser prácticamente anecdótico. Medidas ambiciosas con la que el Govern de las Islas Baleares quiere cumplir el Acuerdo de París de reducción de emisiones de dióxido de carbono, ratificado por España en 2015.
Ahora bien, el futuro y la tramitación de esta ley está aún en entredicho. ANFAC (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones) ha denunciado el proyecto de ley ante la Comisión Europea y el Ministerio de Economía, alegando que va contra la unidad de mercado, y que las medidas son «arbitrarias, inidóneas y desproporcionadas», además de alegar que no cuentan con «respaldo técnico o científico». La Comisión Europea ha admitido a trámite la denuncia.
Fuente: eldiario.es
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