Los vehículos de movilidad personal, en especial los patinetes eléctricos y las bicicletas eléctricas, se han multiplicado en los últimos años. Al fin y al cabo, son alternativas de movilidad más baratas y polivalentes que muchas de las tradicionales, como los coches y las motocicletas, y más rápidas que el transporte público en la mayoría de ocasiones. Sin embargo, su uso no está exento de polémica, especialmente en el caso de los patinetes eléctricos, que a partir del próximo 12 de diciembre ya no serán bienvenidos en ningún tren de Renfe.
Los patinetes eléctricos, fuera de los trenes
En los últimos meses los patinetes eléctricos han sido «borrados» de los sistemas de transporte público de varias ciudades españolas, entre las que podemos encontrar, por ejemplo, a Madrid, a Barcelona o a Palma de Mallorca. Esta reticencia de las instituciones a permitir que los patinetes eléctricos «suban» a los transportes públicos viene motivada, básicamente, por varios incidentes en los que las baterías de los patinetes se han prendido fuego, originando situaciones de peligro que, además, han supuesto una importante suma de dinero en daños materiales.
No es España un caso aislado, no se debe a que los usuarios españoles de este tipo de VMP sean menos cuidadosos, ya que en varios países de nuestro entorno se han tomado decisiones similares. Hasta ahora, estas restricciones tenían carácter local, ya que eran los ayuntamientos o los titulares de algunas líneas férreas (como Rodalíes en Cataluña) los que tomaban la decisión, pero ahora hemos conocido que Renfe, la empresa de transportes ferroviarios más grande del país, ha tomado la drástica decisión de restringir de manera absoluta el acceso de este tipo de vehículos a sus trenes.
Renfe y patinetes eléctricos, una combinación que ya no lo será más
En un comunicado lanzado hace unas horas por el propio operador ferroviario, Renfe ha anunciado que su Consejo de Administración ha tomado la decisión de prohibir el acceso de patinetes eléctricos a todos los trenes de Renfe Viajeros, tanto de Cercanías y Regionales como de Alta Velocidad y Larga Distancia (AVE, Avlo, Alvia, Avant, Euromed e Intercity), una prohibición que entrará en vigor el próximo 12 de diciembre.
Esta prohibición no sólo hace referencia a los patinetes eléctricos, sino que también afecta a los monociclos y a cualquier otro dispositivo de movilidad personal dotado de baterías, siempre con la excepción de los vehículos de personas con movilidad reducida. Las bicicletas eléctricas, paradójicamente, sí siguen teniendo permitido el acceso pese a contar lógicamente con un sistema de baterías para alimentar al motor eléctrico de asistencia.
Según la compañía, esta decisión se ha adoptado basándose en criterios de salud pública y de seguridad de los viajeros, apoyándose también en las similares decisiones tomadas tanto en algunas ciudades de España ya mencionadas como en Europa, donde países como Reino Unido e Irlanda han tomado las mismas medidas. De esta manera, desde el próximo 12 de diciembre se podrá obligar a un viajero a abandonar el tren si porta un vehículo de este tipo, una decisión que a buen seguro va a suponer un varapalo para un gran número de usuarios.