En una rueda de prensa, Adam Driver, quien ocupa el rol principal de la recién estrenada película «Ferrari» , describió a los icónicos coches de carreras como «lo más aterrador del plató», pero no se le permitió conducirlos por cuestiones de seguridad. El equipo a cargo de la filmación fue sumamente cuidadoso, desde los detalles más pequeños, hasta los más grandes. De hecho, en la película también se representan secuencias de mucha adrenalina, que han sido protagonistas incluso de fuertes accidentes en la vida real.
La película biográfica de Enzo Ferrari, cargada de acción en la pista
En esta película dirigida por Michael Mann, se narra un año crucial en la vida del fabricante de coches italiano Enzo Ferrari, cuando este lucha por mantener su empresa a flote mientras se enfrenta a un trauma personal. Es una película repleta de acción, que muestra secuencias dramáticas de los vehículos de Ferrari compitiendo en la emocionante carrera de Mille Miglia, en Italia, que ha sido históricamente peligrosa tanto para los pilotos como para los espectadores.
La película ofrece una visión en profundidad de la vida de Enzo Ferrari, así como de la lucha por construir una empresa de éxito a través de los ojos de un hombre dispuesto a hacer cualquier cosa para triunfar. Al final, esta película es un poderoso retrato de la dedicación y el sacrificio necesarios para alcanzar la grandeza y sirve como recordatorio de la importancia de la perseverancia y el impulso hacia la excelencia.
Driver no pudo conducir un Ferrari… pero su coprotagonista sí
Y si bien a Driver no se le permitió conducir un Ferrari, su coprotagonista Patrick Dempsey tuvo la oportunidad de manejar réplicas de los coches de la película. El actor describió la experiencia como «aterradora» debido a la ausencia de jaula antivuelco en los clásicos coches descapotables. Dijo que conducir en carreras de resistencia es estimulante y te mantiene concentrado en el momento presente. Según Dempsey, este tipo de experiencia proporciona una «euforia tranquila» que es difícil de abandonar; es una adicción que puede ser difícil de romper. Añadió que la gente debería esforzarse por vivir el momento presente como lo hace un piloto de carreras.
Además de crear intrincadas réplicas de los coches, el director Michael Mann tomó grandes medidas para asegurarse de que el público de la película experimentara sonidos auténticos. Para esto, grabó los ruidos de los coches originales, incluido un Maserati de carreras de época propiedad de Nick Mason, el baterista de Pink Floyd. Según Mann, los icónicos coches de carreras son «bellos, amenazadores y salvajes», con un encanto único que no puede reproducirse.
Las réplicas de los coches originales son tan exactas como se esperaría para una película de esta magnitud. Para los aficionados del automovilismo, será una auténtica delicia ver estos coches de carreras emblemáticos recreados en la gran pantalla. Añade una sensación de autenticidad y realismo que hace que la película sea mucho más absorbente. Podría decirse que «Ferrari» es una película imprescindible para los aficionados a las carreras y al cine.
Más información: autoblog.com