¿Cuál fue el último coche de tracción trasera en ganar un Campeonato del Mundo de Rallyes? Cualquier aficionado al WRC sería capaz de contestar a la pregunta de forma acertada, recordando aquella magnifica temporada 1983 en la que el Lancia 037 fue capaz de calmar la incipiente furia de la tracción Quattro. El modelo italiano fue el último en lograr tal gesta, justo antes de que el cambio de paradigma en el mundo de la competición en general, y en la disciplina de los tramos y el crono en particular, impusiera las bondades de la tracción a las cuatro ruedas en condiciones de poco agarre.
Incluso Lancia y Abarth también tuvieron que claudicar y encontrarle un sustituto al 037, en forma en este caso del espectacular Lancia Delta S4 para poder seguir compitiendo por la gloria en el Mundial de Rallyes. Precisamente la mula de pruebas que sirvió para su desarrollo estuvo basada en vehículo de tracción trasera, por lo que podemos decir que parte de esas capacidades con las que contaba el Delta fueron heredadas de su predecesor.
Por todo ello, el 037 siempre ha gozado de un cariño especial entre los aficionados, muchos de ellos sin duda atraídos por lo que podría ser un gran añadido para su colección: el chasis 037-001 con el que comenzó todo. Esta primera unidad seguramente rechine a más de uno. Aunque obviamente tiene muchos lazos en común con los Lancia que vimos en carrera a principios de la década de los ochenta, así como los Stradale de calle que podían configurarse con o sin alerón, este chasis que sirvió como primer prototipo luce con algunas características completamente nuevas para la mayoría.
Especialmente llamativas las voluminosas entradas de aire que sustituyen a las ventanillas traseras, encargadas en este caso de aportar algo más de aire al motor de cuatro cilindros y 2.0 litros sobrealimentado que se encontraba bajo el capó trasero, en este caso tras lo que parece una lámina de metacrilato que deja entrever la estructura tubular sobre la que descansa el propulsor.
Un interior más espartano que el 037 Stradale:
El pequeño maletero de la parte delantera apenas deja el sitio justo para un neumático de repuesto, algo que inevitablemente también se llevó al Stradale debido a la especial configuración del 037, sin embargo, sí que se cambiaron las ópticas delanteras, en este caso escalonadas, la forma redonda de las traseras pasaron a ser cuadradas para así lograr diferenciarse más del Ferrari 308 GTB y los pasos de rueda delanteros adoptaron un diseño arqueado en lugar de tan anguloso. Las llantas en dos piezas o las bisagras también sufrieron modificaciones respecto al diseño original de Dallara.
El interior es incluso más espartano, hasta el punto de asemejarse mucho al que nos encontraríamos en un vehículo de competición de los ochenta, hasta el punto de que podemos ver prácticamente todos los cables al desnudo o los esparadrapos que seguramente fueron empleados para fijar algún aparato de medida durante las pruebas. El panel de las puertas directamente no existe y la manilla ha sido sustituida por un cable que va al cierre. Los pocos lujos se contrarrestan con la gran cantidad de historia del automóvil que rezuma por sus cuatro costados.
Su propietario lo ha puesto a subasta a través de RM Sotheby’s. A muchos les sonará su nombre, Sergio Limone, ya que es el autor de un magnífico libro con el nombre de “Lancia Rally – Code Name 037”, en el que se hace un espectacular y minucioso trabajo de documentación histórica sobre este modelo.
Fuente: RM Sotheby’s
