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Ha perdido su característico apellido (Crossback) para ser, simplemente, DS 3. En este ‘restyling’ que llega a mitad de su vida comercial, el SUV francés se pone al día con algunas innovaciones estilísticas y tecnológicas que, eso sí, han respetado el característico ‘savoir-faire’ del que siempre ha hecho gala DS. La gran novedad es la llegada del DS 3 E-Tense: el arte del refinamiento no ignora los tiempos actuales y, también, se ha electrificado. Lo hemos probado y nos planteamos la siguiente pregunta: ¿cuál es la opción más lógica para el nuevo DS 3?
Novedades estéticas en el exterior
El DS3 no es un modelo nuevo, es un modelo actualizado con un lavado de cara que, en el plano estético, ha hecho especial hincapié a la hora de reforzar su lujo y refinamiento. No es el único objetivo que tienen los mínimos cambios de su diseño: los exteriores buscan, también, mejorar su rendimiento aerodinámico… ahora que puede presumir de variante eléctrica.
DS 3
Cuando conocemos al DS3 observamos que las diferencias respecto al DS3 Crossback no son muchas. Estrena un par de colores para la carrocería (Lacquered Grey y Diva Red), que acumula la mayoría de sus novedades en el frontal: los grupos ópticos dejan a un lado el halógeno para abrazar el Full LED (opcionales son los Matrix LED Vision), cambian su distribución dividiéndose, ahora, en tres secciones y las luces diurnas son diferentes. La parrilla crece a lo ancho y estrena diseño en punta de diamante. También es de nuevo cuño el paragolpes.
El nuevo DS3 estrena diseños para sus las llantas de aleación de 17” y 18” y mantiene las manetas escamoteables de las puertas. Aquí, eso sí, hay una novedad: el acceso manos libres Proximity. Con él, los cuatro tiradores salen automáticamente cuando nos acercamos y se esconden cuando nos alejamos o cuando el coche está en marcha.
En la parte trasera también hay cambios, protagonizados, esta vez, por las luces y el nombre de la marca. Un embellecedor negro recorre el ancho del DS3 para acoger, en el centro, el nombre de la marca (DS Automobiles) escrito en letras individuales de acero inoxidable pulido, mientras que en los laterales enmarca los faros.
Un interior con el refinamiento de siempre
¿Qué nos encontramos en el interior del nuevo DS3? El mismo diseño con cambios más evidentes y esa elevada calidad de la que siempre ha presumido la marca francesa. Si hay algo que tampoco ha cambiado en este restyling son los estándares de máximo confort: cuando subimos y nos sentamos, es fácil notar la cuidada ergonomía del habitáculo tanto en la parte delantera como en la trasera.
El puesto de conducción es cómodo y el asiento, con una espuma de alta densidad, recoge bien la espalda. Cabe destacar, además, que el espacio es igual en las versiones de combustión y en la eléctrica porque DS ha colocado la batería debajo de los asientos delanteros y traseros y en la parte inferior del túnel central.
El nuevo DS3 estrena cockpit con un volante que puede llevar levas. La tecnología hace acto de presencia a través del cuadro de instrumentos de siete pulgadas y de la pantalla central, de 10,3 pulgadas. El tamaño no cambia, pero sí el sistema de infoentretenimiento que nos recuerda a nuestro móvil porque podemos distribuir las distintas funciones en widgets de diferentes tamaños.
Es compatible con Android Auto y Apple CarPlay y la conectividad con ambas es inalámbrica. Cuenta, también, con la tecnología DS Iris System, que incluye navegación conectada y reconocimiento de voz inteligente. La dotación en materia de seguridad incluye, de serie, lectura de las señales con visualización de la información en el panel de instrumentos, ayuda activa de mantenimiento en el carril, frenada automática de emergencia hasta 85 km/h, cámara detrás del parabrisas y Visio Park 2, un asistente de aparcamiento con una visión de 360 grados gracias a las nuevas cámaras de alta resolución.
La gran novedad: el DS 3 E-Tense
La gama mecánica del DS 3 no renuncia, de momento, a los motores de combustión. Ofrece un par de opciones de gasolina y un diésel: las dos primeras son el PureTech de 100 CV con caja de cambios manual de seis velocidades y el PureTech de 130 CV con transmisión automática de ocho velocidades. La tercera es el BlueHDI de 130 CV con cambio automático de ocho velocidades.
Sin duda, la gran novedad de este apartado es la variante eléctrica: el DS 3 E-Tense. No sólo aumenta su rendimiento respecto al DS 3 Crossback, también su rango. Está impulsado por un motor eléctrico de 156 CV (20 CV más) y 260 Nm de par máximo, que tiene un consumo medio oficial de 12,6 kWh/100 km.
Su batería, como decíamos, gana en densidad energética y capacidad: ahora tiene 54 kWh brutos (50,8 kWh útiles), que prometen una autonomía homologada por el Ciclo WLTP de hasta 404 kilómetros (62 más que antes). Según la marca, se puede superar los 500 kilómetros con un ciclo exclusivamente urbano. Donde no hay novedades, es en la potencia de recarga: hasta 11 kW en corriente alterna y 100 kW con carga rápida en corriente continua. En el primer caso, pasaremos del 0 al 100% en 5 horas y 45 minutos y en el segundo se necesitarán 30 minutos para pasar del 10 al 80%.
Prueba del DS 3 E-Tense
Para conocer la gran novedad del nuevo DS 3 y probarla, la marca francesa nos propone un recorrido que nos lleva por las carreteras de circunvalación que rodean Madrid para, después, zambullirnos en la ciudad. Cabe recordar que el DS 3 E-Tense luce la etiqueta Cero de la DGT y podemos movernos sin problema por las Zonas de Bajas Emisiones de la capital.
En cuanto nos ponemos en marcha, nos damos cuenta de que los caballos extra que ha ganado el nuevo DS 3 E-Tense se notan sin complejos. En estos primeros compases, el coche se comporta con suavidad, su confort es indiscutible y su dirección no exige demasiados esfuerzos: un punto a favor a la hora de hacer viajes largos más allá de la urbe. Tanto en esta parte del recorrido como dentro de Madrid filtra bien las irregularidades del asfalto y la insonorización es buena… hasta que elevamos el ritmo a velocidades más altas (110-120 km/h).
Ponemos a prueba dos de los tres modos de conducción: Normal y Sport. ¿Hay diferencias? En el carácter del DS 3 E-Tense no, ya que se sigue comportando de igual manera: los únicos cambios se aprecian en la dureza del volante y en el cambio. No nos encontramos curvas más complicadas que las que enlazan una circunvalación con otra: en alguna, más cerrada que el resto, sí vemos que el SUV francés se mueve con aplomo y seguridad. A esto ayuda su distancia al suelo y que la batería está situada debajo de los asientos y del túnel central.
Antes de poner a prueba el DS 3 E-Tense en la ciudad conseguimos recuperar algo de energía gracias a su función ‘B’, disponible en la palanca de cambios. Tanto para esta selección como para los modos se echa en falta un acceso directo en el volante. En el centro de Madrid llega el momento de comprobar hasta dónde llegan sus atributos urbanos: el silencio impera y sus dimensiones comedidas nos ayudan a movernos con fluidez en medio de los sucesivos atascos: es un coche ágil y muy manejable.
Eso sí, el consumo oficial es, quizás, un poco optimista. DS habla de 12,6 kWh/100 km y solamente concentrándonos en realizar una metódica conducción con la ayuda del modo Eco (que limita la potencia y, por ello, sólo lo usamos en ciudad) conseguimos quedarnos en 14,5 kWh/100 km.
¿Cuál es la decisión más lógica para el DS 3?
El trayecto de vuelta a la base de operaciones que Stellantis tiene en Madrid lo hacemos en el DS 3 1.2 PureTech de 130 CV, asociado, como apuntábamos antes, a una transmisión automática de ocho relaciones.
Igual que en el caso anterior, su carácter de SUV urbano nos deja claro que no vamos a experimentar sensaciones propias de una conducción deportiva: está enfocado a una circulación tranquila y sin alardes. Su confort de marcha también es bueno y sus suspensiones vuelven a demostrar que sabe cómo filtrar los baches madrileños suavemente mientras se mueve con la agilidad que se espera de un urbano. La insonorización del habitáculo sólo pierde efectividad cuando traspasamos los límites de la ciudad y circulamos por encima de los 100 km/h.
Las diferencias entre el comportamiento del DS 3 y del DS 3 E-Tense son pequeñas, así que la pregunta es evidente: ¿qué opción es la más lógica en el escenario actual? Ya hemos señalado que este coche es un comodín para aquellos que necesiten un vehículo para todo: para el día a día y para viajar, aunque en trayectos largos sí hay ciertas limitaciones de espacio (dos adultos en la fila trasera son suficientes) y de carga: el maletero admite 350 litros.
Precios del nuevo DS 3
¿Cómo responder a nuestra pregunta? Filtrando por motores y precios, que os mostramos sin aplicar las promociones de la marca. El DS 3 de gasolina es la opción más lógica: tiene un consumo medio ajustado de 6 l/100 km y un precio que arranca en 28.950 euros para la versión de 100 CV y en 31.800 euros para la de 130 CV. Sí es cierto que el diésel (34.050 euros) tiene unas prestaciones parecidas, pero hay una diferencia de 2.250 euros respecto a la versión 130 CV que únicamente compensa cuando vas a hacer muchos kilómetros al año.
El DS 3 E-Tense, por su parte, arranca en 42.100 euros sin el descuento del Plan Moves: con la máxima bonificación (7.000 euros), estaríamos hablando de 35.100 euros. Es decir, 3.300 euros más que la variante de gasolina (130 CV) y 1.050 euros más que la versión de diésel (130 CV).