El Ford Fiesta lleva entre nosotros ya más de un año, y en este tiempo se ha coronado por méritos propios como uno de los utilitarios más interesantes del mercado. Junto a coches como el SEAT Ibiza, combina muy bien un carácter práctico, con una buena dinámica y calidades, acompañándolo de un precio ajustado. En esta prueba ha pasado por nuestro garaje una versión ST Line del Ford Fiesta, en esta ocasión equipada con un motor 1.0 EcoBoost de 140 CV – el motor más potente antes del furioso 1.5 EcoBoost del Fiesta ST. Este hermano pequeño quiere demostrarnos que es tan divertido como sensato en el día a día… ¿lo conseguirá?
Ford Fiesta: cuatro sabores bien diferenciados y un extra de picante
Cuando Ford renovó el Fiesta dividió la gama en varios acabados. Además de los acabados Trend de acceso, tenemos una versión Vignale de orientación premium, una versión Titanium de aspecto discreto y refinado, un Fiesta Active de aspecto crossover… y un Fiesta ST Line con ciertas aspiraciones deportivas. El Ford Fiesta ST Line es más que mucho ruido y pocas nueces: además de acceder a la mecánica de gasolina más potente antes del Fiesta ST, tiene una puesta a punto diferenciada y un equipamiento específico. Recojo la unidad de pruebas en la sede de Ford España y me pongo a sus mandos durante una semana.
Pienso que el Fiesta ST Line es el coche más bonito dentro de la gama Fiesta. Es una opinión personal, pero pienso que un acabado deportivo bien diferenciado no hace daño a ningún coche. Lo cierto es que los ST Line se parecen mucho a los Fiesta ST “pata negra”, compartiendo con estos una calandra frontal con rejilla tipo “nido de abeja”, o unos paragolpes de mayores dimensiones, cuajados de tomas de aire. Las llantas de 17 pulgadas – calzadas en nuestra unidad con neumáticos Michelin Pilot Sport 4 – le quedan al coche como un guante, e incluso en la zaga tenemos una bonita cola de escape cromada. Una cola de escape completamente funcional, nada de escapes falsos. Un discreto spoiler corona el portón del maletero.
Esta unidad tiene cinco puertas, pero Ford es una de las pocas marcas que aún ofrecen carrocerías de tres puertas en el segmento B – otro “minipunto” para el Fiesta. Me acomodo en su habitáculo, en el que voy sentado en una posición de conducción tirando a baja, cercana al suelo. La forma en la que Ford ha resuelto el diseño del salpicadero me resulta muy satisfactoria. El sistema de infotainment SYNC3 preside una consola central minimalista y discreta, con una pantalla táctil de 8” que queda muy a mano. No tengo queja de las calidades de construcción, uno de los puntos en los que el coche más ha mejorado con respecto a su predecesor. Plásticos duros de buen ajuste se combinan con materiales blandos en las partes más expuestas al tacto.
En los ST Line encontramos detalles en color amarillo en el salpicadero, así como inserciones en imitación de fibra de carbono en salpicadero y puertas. No resultan en absoluto horteras o forzadas, he de reconocerlo. La instrumentación no varía con respecto a un Fiesta de acceso y motor atmosférico. Tiene un diseño bonito y una visibilidad muy buena, pero echo de menos un punto más de diferenciación. Los asientos tienen un tapizado específico – mixto de tela y cuero, un extra de 600 euros — para esta versión, pero tampoco tienen flancos más duros o sobresalientes. El volante tiene un aro más grueso y está achatado en su parte inferior. El pedalier es de aluminio.
En cuanto a ergonomía y habitabilidad es un coche que está entre lo mejor del segmento A – donde con 4,07 metros, es de los más grandes. Sus plazas traseras son buenas a nivel de espacio para cabeza y rodillas. Donde muchos utilitarios aprueban con un “cinco raspado” el Fiesta saca un notable alto. Lo mismo podemos decir del maletero, con una capacidad de 303 litros y formas regulares. Abatiendo los asientos no obtenemos una superficie de carga plana, pero su capacidad de carga aumenta hasta casi 1.000 litros. En nuestra unidad, el subwoofer y un kit antipinchazos reemplazan a la rueda de repuesto “de toda la vida”.
¿Es un utilitario divertido?
Vamos a responderos rápidamente: sí, lo es. Y más cuando está equipado con el contundente motor 1.0 EcoBoost de 140 CV. Quedan pocos utilitarios con un comportamiento deportivo y potencia “suficiente” hoy día – “warm hatches”, como los llamarían los anglosajones. Entre sus rivales podemos encontrar a coches como el Opel Corsa GSi o el Suzuki Swift Sport, con puestas a punto más radicales. Como rival cercano, por precio y posicionamiento, también encontramos al SEAT Ibiza FR, equipado con un 1.5 TSI de 150 CV. Este Ford Fiesta ST Line usa una fórmula atípica para llegar a sus 140 CV: un motor de litro y tres cilindros, fuertemente sobrealimentado. Además, su par motor es de 180 Nm, constante entre las 1.500 y las 5.500 rpm. Sobre el papel, hace el 0 a 100 km/h en 9,0 segundos, alcanzando una velocidad punta de 202 km/h.
Sobre el papel, consume una media de 5,2 l/100 km, aunque en nuestra prueba la media de consumo se ha estabilizado en torno a los 6,5-7 l/100 km. En marcha, el motor de 140 CV responde de forma muy agradable y suave, con vibraciones contenidas para tratarse de un tres cilindros. A este buen aislamiento se une un funcionamiento muy silencioso a un régimen constante. Me ha gustado el tarado de las suspensiones, no castigan al pasaje y son cómodas en el día a día, pero en tramos revirados sostienen a la carrocería del coche sin grandes balanceos. Es en este terreno donde el Ford Fiesta ST Line de 140 CV debería brillar, pero también en la utilización diaria. ¿Cuanto ha consumido en nuestro ciclo habitual de pruebas?
De Madrid a Asturias, por puertos de montaña y autovía, ha consumido una media de 6,1 l/100 km, según su ordenador de a bordo. En ciudad su consumo es más elevado, como es lógico, pero incluso con tramos de conducción deportiva es extraño que la media suba de los 9 l/100 km. En estos tramos de montaña es donde el ST Line de 140 CV nos regala su mejor actitud. Desactivamos el modo Eco y comenzamos a enlazar curvas. Aunque su dirección no tiene la mejor retroalimentación del momento – eso se lo dejamos al ST “de verdad” – sí es precisa y tiene un buen tacto. Lo mismo podemos afirmar del cambio manual de seis relaciones, suave, pero rápido y bastante preciso. Si a ello le sumamos el buen trabajo de suspensiones, el resultado es sorprendentemente bueno.
Y el motor sorprende. Además de ser contundente – recordemos que el coche apenas pesa 1.150 kilos – se estira de forma muy progresiva, sin decaer hasta su corte de inyección – situado por encima de las 6.500 rpm. Recupera de forma rápida y por encima de las 4.000 rpm suena francamente bien, aún siendo un tres cilindros. El chasis es juguetón, y ahuecando en apoyo la zaga se descoloca con facilidad. Los Pilot Sport 4 nos dan el agarre y la confianza que necesitamos en el tren delantero, firmando un cóctel en el que sólo mejoraría dos puntos. Uno de ellos, el desarrollo de las marchas, que peca de ser un poco largo en un coche de carácter deportivo.
El otro punto, y este es algo más personal, es la suspensión. Aunque antes he alabado su buen funcionamiento y equilibrio, en una conducción “a cuchillo” echo de menos un punto de dureza. Puedes recurrir al aftermarket si te decantas por este coche, o dejarla de serie, ya que en una conducción no tan racing cumple con creces su cometido. En definitiva, es un coche que nos deja con buen sabor de boca: tiene potencia y chasis suficiente para divertirnos en un tramo revirado, y es perfectamente compatible con un uso diario. Además, pienso que es mucho más bonito que rivales como el SEAT Ibiza FR. Ahora la pregunta clave es, ¿cuanto cuesta?
¿Cuanto cuesta el Ford Fiesta ST Line con motor EcoBoost de 140 CV?
Antes de hablaros del precio, es necesario indicar que este propulsor sólo se puede encargar con acabado ST Line. Su precio de tarifa es de 19.795 euros, a lo que hemos de sumar los extras de la pintura metalizada Azul Chrome, el pack interior de tapicería y molduras amarillas, y el pack de SYNC3, climatizador y sistema B&O Play. El montante total asciende a 21.770 euros, pero con los actuales descuentos de la marca, el precio final de este coche se queda en unos atractivos 16.552 euros, con un descuento superior a los 5.000 euros. No tendremos que entregar otro coche al concesionario, pero sí tendremos que financiar la compra con FCE Bank, con un compromiso de permanencia no especificado en la web de la marca.
En cualquiera de los casos, consideramos que es una compra muy recomendable. Es un coche que destaca por su equilibrio entre deportividad y comodidad, con consumos contenidos y un precio más que razonable. Es una de las mejores alternativas de un segmento B acosado por los pequeños SUV y crossover, en el que coches como el Fiesta deben luchar cada vez más duramente. Por suerte, si siguen por este camino, tendrán asegurada su parte del pastel. En unas semanas probaremos el Ford Fiesta ST, y entonces os contaremos todo sobre el Fiesta más deportivo de la gama. Sobre sus rivales más cercanos, sólo he tenido la oportunidad de probar el SEAT Ibiza FR, con motor 1.5 TSI de 150 CV.
Es un coche más caro, pero también de mejores prestaciones. El motor 1.5 TSI de 150 CV tiene un par motor superior (250 Nm) y el coche puede equipar un control de chasis adaptativo, que entre otras cosas, nos permite regular la dureza de la suspensión. Aunque en su momento me pareció un coche más rápido y efectivo, su motor tiene menos personalidad y el tacto de la caja de cambios es mejorable. Aunque no sea tan rápido y sea inferior a nivel de guarismos, creo que es un coche más divertido – además de ser considerablemente más barato una vez aplicamos los descuentos comerciales. A la hora de escribir el artículo, el Ibiza FR con motor 1.5 TSI Evo de 150 CV no aparecía en el configurador de SEAT, posiblemente de forma temporal, a causa de cuellos de botella en su homologación WLTP.