Soy un gran fan de Steve McQueen y también lo soy de la nueva generación del Ford Mustang, por eso o podéis imaginar la sonrisa que se me dibujó en la cara cuando desde Ford me llamaron para probar la nueva versión Bullitt del Ford Mustang, una edición especial que llega para rendir homenaje al Ford Mustang que empleaba Steve McQueen en la película Bullitt de 1968 y que nos deja con una configuración, a priori, con no demasiados cambios, pero a día de hoy, si estuviera pensando en comprar un Ford Mustang GT no lo dudaría, haría el desembolso adicional que supone la compra de un Ford Mustang Bullit y llevaría hasta mi garaje a este homenaje con ruedas a ese rey del molar que fue Steve McQueen porque, como el actor norteamericano, este coupé no podía molar más. Un gran chasis, un gran motor, una gran presencia… ¡Hora de poner a prueba al nuevo Ford Mustang Bullitt!
El Ford Mustang Bullitt es un homenaje a una de las persecuciones más icónicas de la historia del cine
Antes de entrar en detalles sobre su dinámica, sobre la impresiones de su diseño, del acabado de su interior, quiero daros las pinceladas necesarias para conocer los cambios que ha introducido Ford en el Ford Mustang GT para dar vida a esta edición especial, así como los cambios que ha introducido con el lavado de cara del Ford Mustang en el resto de la gama.
Ford Mustang
Lo que más llama la atención en este Ford Mustang Bullitt es la nueva pintura verde disponible, el color Dark Highland Green que no evoca al color del coche empleado por Steve McQueen en Bullitt. Lo podemos configurar también en negro sí, pero estaréis conmigo en que este coche tiene que ser verde.
El color verde de su carrocería es uno de los elementos más especiales de esta versión
Junto a esta nueva pintura nos encontramos con unas llantas específicas de 19 pulgadas, que hacen gala de un diseño muy retro y además su parrilla ahora no luce ningún logo, convirtiendo la sencillez en agresividad.
En su interior los cambios prosiguen con un nuevo pomo para el cambio, de tipo “bola de billar”, muy bonito, blanco, con un diseño muy clásico y con un buen tacto y unas dimensiones perfectas, seguido de una tapicería de cuero con costuras en contraste, verdes y los umbrales de las puertas.
Sus llanas de 19 pulgadas son específica, también cuenta con una parrilla sin logo
El colofón a esta pequeña lista de cambios lo pone, un discreto aumento de potencia, 9 CV adicionales para el motor V8 atmosférico de 5 litros de cubicaje que llevan a este Ford Mustang hasta los 459 CV.
Pero… ¿qué hay de nuevo en el lavado de cara del Ford Mustang?
Ford ha introducidos cambios muy importantes en el lavado de cara del Mustang
Dejando a un lado los matices específicos de esta versión hay que tener presente que el Ford Mustang 2018 introdujo una serie de novedades que se aplican también a este Bullitt, topándonos con un nuevo capó y nuevos rasgos en su frontal que lo hacen un coche de aspecto más deportivo.
En su habitáculo hay ahora una instrumentación totalmente digital, de 12.3 pulgadas, personalizable, con mucha información y un diseño bien abordado aunque su uso es poco intuitivo y requiere de cierta adaptación.
A los cambios estéticos se le suman elementos como la nueva suspensión o la revisión de su motor
Siguiendo con su interior Ford ha mejorado su acabado, añadiendo mejores materiales, como el aluminio de la moldura de la instrumentación o el cuero de ciertas partes del salpicadero o la consola central, también tenemos el nuevo sistema multimedia SYNC3 con una pantalla táctil de 8 pulgadas y conectividad con Apple CarPlay y Android Auto
El motor V8 es el “Coyote” que ya conocíamos, estrenado en la generación previa del Mustang, pero ha sido revisado, contando ahora con dos inyectores por cilindro. También hay una nueva transmisión automática de 10 velocidades, aunque esto no nos afecta con el Ford Mustang Bullitt que hemos probado y, esto sí, la caja de cambios automática ha sido mejorada para reducir sus vibraciones, mejorar su durabilidad y poner a nuestra disposición un nuevo sistema de punta-tacón automático.
En su interior hay ahora una nueva instrumentación totalmente digita
Los cambios en el apartado dinámico del nuevo Ford Mustang se ven también condicionados por la adopción de una nueva suspensión magneteoreológica, un amortiguador adaptativo que actúa en función de las circunstancias (la carretera y nuestra conducción) y la adopción de una serie de modos de conducción.
Por último tenemos un nuevo sistema de escape con válvulas, un nuevo escape que se convierte en uno de los grandes atractivos de la lista expuesta, con un sonido muy contundente, con un gorgoteo adictivo, con una banda sonora, ronca, deliciosa y que circulando despacio y llevando a cabo una conducción normal y sosegada se muestra incluso apacible y domesticado, para alivio de nuestros vecinos.
El Ford Mustang Bullit tiene un precio 6.000 euros superior al Ford Mustang GT
Escribo todas estas indiscreciones sobre el nuevo Ford Mustang en general y sobre el Ford Mustang Bullitt en particular unas horas antes de acudir a Ford a recogerlo. Lo hago para ir archivando en mi cabeza los datos que más tarde, al día siguiente, tengo que contar en el vídeo que grabaremos sobre el Ford Mustang Bullitt. Lo conocí meses atrás, mientras cubría a pie de stand las novedades del Salón de Ginebra 2018 y de hecho, coincidí allí, a unos pocos metros del espacio de Ford, con el hijo de Steve McQueen, Chad McQueen, otro gran entusiasta de los coches.
En este salón ya quedé fascinado con la apariencia del nuevo Ford Mustang y el encanto de esta edición especial, quizá un tanto influido por mi devoción por esas icónicas imágenes que nos dejó Steve McQueen sobre el significado de la masculinidad, sobre molar. Allí, en Ginebra, el Ford Mustang Bullitt daba vueltas sobre una plataforma giratoria bajo los focos del salón, con un Ford Mustang de 1967 a unos pocos metros robándole el protagonismo, por si no fuera suficiente con tener que competir con el Ford GT colgado de la pared.
En el Bullitt la potencia del V8 es superior, tiene 459 CV
Semanas atrás mi compañero David Clavero se enfrentaba ya a la primera toma de contacto con el Ford Mustang Bullit en su presentación internacional. Leo su prueba y releo el reportaje que preparé hace algo más de un año con aquel Ford Mustang GT azul, también manual, que conduje hasta Portugal.
Llueve, estoy de camino a Ford, pensamos en cómo vamos a grabar todo lo que hay que grabar con la que está cayendo. Al llegar a Ford me piden que les siga, el Ford Mustang Bullitt no está en las instalaciones habituales y en la primera planta de un parking subterraneo me encuentro con una fila con 6 unidades matriculadas en Alemania que pasarán por las manos de los diferentes medios en los próximos días.
Arranco. Gro gro gro gro gro gro… Retumba el V8.
Prueba del Ford Mustang Bullit
La primera parada va a ser el aeropuerto, ¿por qué? Tengo allí una de mis localizaciones habituales para las fotos y es un buen lugar donde grabar los primeros planos del vídeo. Algo de ciudad, autopista y un Ford Mustang que se siente un tanto grande entre las calles de Madrid, no es apto para discretos, nos mira muchísima gente al pasar, en los semáforos, pero sobre todo se siente bien aislado y con una buena pisada en autopista, cómodo, con el ronroneo suave del bloque de 5 litro amenizando el trayecto. Es un coche con el que de buen agrado me haría viaje, a lo hice de hecho a Portugal y encantado con su rodar en autopista, pero donde realmente brilla es una carretera secundaria, con buenas vistas, sin tráfico y con el navegador apagado, tomando, citando a Supertramp, el camino largo hasta casa.
Con el Bullitt pisando los charcos de la planta 3ª del último módulo del parking del aeropuerto me detengo frente a él para observar sus rasgos, para ver todos esos cambios introducidos en esta versión y vaya con la combinación resultante. El Ford Mustang Bullitt aúna agresividad y elegancia, una potente presencia en la que lo clásico se da la mano con nervios bien marcados y una mirada afilada y moderna, con esa parrilla sin nada que le confiere cierto toque siniestro, con esas llantas y sobre todo con ese color. Me parece una combinación perfecta, ¡qué bonito es! ¡Cómo llama la atención! Y lo mejor de todo es que lo hace sin estridencia, sin detalles exagerados, sin una pintura amarilla o roja…
Mira donde mire, a su zaga, a frente, la vista lateral, me encuentro con un coche que me gusta, que goza de un diseño cargado de carisma, que se corresponde con el mito que es.
En su interior quizá le falta el empaque del que para mí sería el principal problema a la hora de comprar un Ford Mustang Bullitt, el Porsche Cayman, pero sí es cierto que la experiencia al final se vuelve tan especial que es lo último que te importa y le mejora de calidad es notable respecto a la anterior generación, de hecho me parece un habitáculo resuelto de una forma más que correcta, con materiales de calidad y con una percepción definitiva muy satisfactoria, a lo que también ayuda, bastante, la nueva instrumentación totalmente digital.
Pongo el display en un acabado verde, a juego con el resto del coche, pero lo cierto es que su menú se me antoja un tanto complicado, aunque en general me gusta esta instrumentación, más de hecho que su sistema multimedia, que cumple pero sin alardes, no está en la parte alta de lo que a infoentretenimiento se refiere, aunque… ¿recordáis que tenemos un V8 de 5 litros de cubicaje y más de 450 CV bajo el capó?
Me hubiera gustado que nuestra unidad contara con los asientos deportivos opcionales, firmados por Recaro y con un precio de 2.050 euros, pero no porque los originales sean incómodos, no me gusten estéticamente o no agarren bien el cuerpo, sino simplemente por completar la impotente presencia del Mustang.
Pero como decía tenemos un V8 bajo el capó, el sol está saliendo y hemos terminado de grabar en el aeropuerto, mi tramo de montaña favorito está a unos escasos 45 minutos y es la hora de recordar lo bien que va esta generación de Ford Mustang GT.
Creo que me han escuchado en varios kilómetros a la redonda y toda esta parte de la sierra de Madrid sabe que he llegado y que lo he hecho con un motor de los que, por desgracia, no abundan. Atmosférico, 5 litros de cubicaje, 8 cilindros, 459 CV, 529 Nm de par, propulsión, un cambio manual y un precio de menos de 56.000 euros, incluso por debajo de los 50.000 euros si nos conformamos con el GT. Suena a película porno.
Este propulsor es capaz de ofrecernos respuesta incluso cuando llevamos una o incluso dos marchas por encima de lo normal, sintiéndose con fuerza en la parte baja aun siendo un motor atmosférico, aunque la verdadera magia empieza cuando apuramos un par de marchas y empezamos a jugar en una parte media donde nos ofrece una enorme contundencia, bañado todo ello con el estruendo del V8 y poniendo en nuestra espalda y en nuestro pecho una gran sensación de empuje, violencia, dejándonos claro que estamos conduciendo un coche capaz de ofrecernos sensaciones, muchas, que ya no abundan en el mercado, de auténtico deportivo, exigente, divertido, un conjunto mecánico, de chasis, motor, absorbe en una experiencia de conducción a la que debes entregarte con cautela y conocimiento.
Y es que a este contundente y musculoso motor le sigue un gran chasis, una puesta a punto en la que la dirección goza de precisión, es comunicativa y tiene un buen peso. Adiós prejuicios. Con un eje delantero que entra muy bien en curva y guía con precisión y buena capacidad el tropel de caballos y de par que bien desde el eje posterior, con unas suspensiones que trabajan con una gran eficacia en curva y sobre el asfalto roto de nuestras carreteras de montaña, sin ser incómodo, rematando la trazada con un eje posterior que va a querer dejar claro su intención de redondear la curva, con un sobreviraje bien dosificable, rematando la experiencia con unos frenos Brembo que además de lucir muy bien tras las llantas de 19 pulgadas, frenan con fuerza el conjunto, sin desfallecer en nuestra prueba y con una buena sensación al pedal.
Su consumo al final del día ronda los 15 l /100 km, después de la autopista, de la ciudad y del tramo de montaña, incluso lo he visto coquetear con los 17 l/100 km, pero quien se compra un coche con un motor así sabe a lo que se expone y lo que debo recalcar y lo que debo dejar claro es que el Ford Mustang GT y por extensión este Ford Mustang Bullitt, es un coche muy especial, que te ofrece una dinámica muy única y que te sumerge en una atmósfera muy especial y o hace incluso desde parado, viendo su diseño, arrancándolo y por supuesto, conduciéndolo. Relativamente cómodo en ciudad, teniendo presente como queja, más allá de su consumo, el hecho de que se siente algo grande, adictivo en una conducción más espirituosa, con un gran chasis, con un motor con mucha fuerza y además cómodo, bien aislado y dispuesto a llevarnos de viaje.
El Ford Mustang Bullitt (y por extensión el GT) es un coche muy especial y con un gran comportamiento en conducción deportiva
No he probado el Mustang GT después del lavado de cara, por lo tanto no puedo discernir si hay diferencias en lo que a respuesta del motor se refiere con esos 9 CV adicionales, pero sí que he notado una gran diferencia con el anterior Ford Mustang GT, con la versión previa al lavado de cara, con un motor que se siente aún más enérgico, con un chasis que se comporta de una forma más precisa, con un sistema de escape que suena aún mejor y con un coche que se siente más ágil y directo en sus reacciones.
Es un gran coche, un coche especial, como decía, es una gran forma de rendir homenaje al icono que es el Ford Mustang y por extensión al icono al que rinde culto esta versión. Me encanta, estoy seguro de que a Steve McQueen, como buen petrolhead, también le hubiera gustado y es de esos coches que, en cuanto se lo devuelves a su legítimo dueño, a Ford, te obligan a buscar un equivalente en tu página de coches de ocasión de confianza. Qué maravilla poder contar con un motor así bajo el capó, qué bien puesto a punto está el chasis y qué bonito es.
El Porsche 718 Cayman es, si no necesitamos las plazas traseras, una gran alternativa al Ford Mustang GT
¿Su precio? El Ford Mustang Bullitt tiene un precio de 55.850 euros, justo 6.000 euros por encima de lo que cuesta un Ford Mustang GT normal, ¿un precio razonable? Bueno, tenemos un V8 que es, en esta versión, todavía más potente, tenemos unas llantas específicas, tenemos el color verde de su carrocería, el nuevo pomo del cambio y las costuras en contraste… Quizá es difícil justificar la diferencia con un GT normal, esos 6.000 euros más y el argumento de la exclusividad y de lo especial de esta versión se erige como el principal argumento para hacerlo. Yo si estuviera en la tesitura de comprarme un Ford Mustang GT… Intentaría estirar mi presupuesto hasta llegar al Bullitt. Bueno y procuraría no pasar por mi centro Porsche a ver el Porsche 718 Cayman, aunque nos ofrece menos potencia, aunque nos ofrece menos equipamiento de serie, pero… Uno tiene sus debilidades.