Indian nos presentó durante los últimos compases de 2018 a la Indian FTR 1200, una moto que entraba en el mercado aprovechando la nueva ola de motos cafe racer, que ha llevado a BMW a lanzar la BMW R ninet, que ha llevado a Honda a lanzar la gama de las Neo Sports Cafe o a Yamaha a poner en el mercado un producto como la Yamaha XSR, aprovechando los lazos de la marca con el flat track y adelantada por la Indian Scout FTR 750. Es una de las motos de última hornada más esperadas, tiene a la antes mencionada BMW R nineT en el punto de mira y a multitud de aficionados con ganas de probarla y dispuestos a ponerla en su garaje y nosotros ya hemos tenido la oportunidad de rodar con ella y analizarla, ¿nos habrá convencido? ¿Cómo se comporta la alternativa a la BMW R nineT de Indian? Hora de descubrirlo.
La Indian FTR 1200 no es sólo una «cara bonita», también tiene un chasis bien afinado
Antes de entrar en detalles sobe su dinámica, hay que desgranar un conjunto que arranca con un chasis multitubular de acero que se convierte en un importante ingrediente de su diseño, acompañado por un subchasis de aluminio y un basculante también multitubular. Asoma por el lateral el monoamortiguador Sachs trasero y al frente una dorada horquilla invertida también de Sachs, de 43mm, que delata mi unidad como una versión más prestacional de la gama de la FTR 1200, es una Indian FTR 1200 S.
Al frente además de esa horquilla invertida, tenemos un doble disco delantero de 320mm mordido por pinzas de 4 pistones, de Brembo, mientras que a la zaga nos encontramos con un disco de 260mm accionado por una pinza de 2 pistones y en sus ruedas nos encontramos con una llanta de 19 pulgadas en la parte delantera y una de 18 en la trasera, con neumáticos en medida 120/70 y 150/70 firmados por Dunlop y desarrollados específicamente para este modelo.
El motor de la Indian FTR 1200 es un V-Twin de 120 CV y 120 Nm
Siguiendo con la radiografía llegamos al corazón de esta tracker, un motor de dos cilindros en V a 60º de nuevo desarrollo, de 1.203cc, que nos ofrece una potencia de 120 CV a 8.250 rpm y un par máximo de 120 Nm a 6.000 rpm.
Todo este entramado técnico llega a lo concesionarios de Indian de la mano de un diseño caracterizado por la óptica LED frontal, por el pequeño depósito de combustible, por un colín que busca la estética de la características zagas de las motos de flat track y por el conjunto de los colectores y la doble salida de escape, además de por las geometrías que le confiere su chasis, su suspensión delantera…
La unidad probada es una FTR 1200 S, con mejores suspensiones
Sólo hay que sentarse en alguna terraza, pedirse un refresco y esperar a ver los segundos que tarda alguien en pararse a mirarla, a hacerle alguna foto e incluso gente dispuesta a hacerse una foto con ella. Será la novedad, será que es una moto bonita, pero no pasa desapercibida y eso que mi unidad tiene un discreto acabado en gris y negro, una combinación atractiva aunque yo me confiese fiel al acabado negro, rojo y blanco de una Race Réplica que se convierte en el tope de gama del catálogo de la Indian FTR, con el escape Akrapovic de serie.
Además mi unidad, al ser una FTR 1200 S, monta la instrumentación totalmente digital, un panel táctil de 4.3 pulgadas que me parece todo un acierto, con un buen nivel de información, una interfaz clara y visualmente atractiva y con una toma USB para cargar nuestro teléfono móvil o para instalar un GPS bien cerca y accesible, tanto que me hace pensar, viendo de nuevo la pantalla, en cuánto tardaremos en ver una adaptación del Apple CarPlay y Android Auto en moto. Las pantallas adecuadas para ello ya las estamos empezando a ver en nuestras motos y aplicaciones como Google Maps o Waze serían todo un acierto.
La Indian FTR 1200 tiene un asiento más alto de lo que parece pero goza de una buena postura de conducción
En general la calidad de acabados es alta aunque hay pequeños detalles, como el tapón del depósito sin bisagra o el plástico de alrededor del tapón, que le restan puntos a la sensación de calidad del conjunto y hacen que en este punto la Indian FTR 1200 se posicione por debajo de la BMW R nineT.
En lo que a posición de conducción se refiere la Indian FTR 1200 es cómoda en parte gracias al manillar ancho y plano aunque con una posición ligeramente deportiva (teniendo en cuenta el segmento que es) invitándote a cargar peso sobre el eje delantero mientras que la zona destinada al acompañante es correcta, sin alardes de mullido o espacio disponible, aunque por otro lado queda bastante claro en el primer golpe de vista, al ver el diseño de esa zona del asiento.
Pero… ¿qué hay de su dinámica?
Prueba de la Indian FTR 1200 S
Puesta en marcha la Indian FTR 1200 no brinda una bonita melodía con los escapes originales, imagino que la situación se pondrá aún más interesante con los Akapovic de la Race Réplica. El depósito queda bajo, nuestra postura es erguida y es fácil maniobrar en parado.
En cuanto recorres los primeros metros, más aún si lo haces entre curvas cerradas, te percatas del buen trabajo que ha hecho Indian con la distribución de pesos de esta moto, bajando su centro de gravedad para conseguir una moto más ágil, manejable y estable, una moto que se siente más ligera de lo que es, con 225 kg. Su depósito de combustible, un tanto comedido, de 13 litros, se sitúa bajo el asiento para contribuir en ese buen reparto de pesos aunque entre su sediento bloque y su capacidad tendremos que parar antes de lo deseado en la gasolinera.
El tacto del motor se presenta por un lado con personalidad, aunque me gusta más el carácter y los matices del bicilíndrico refrigerado por aire de la NineT y por otro lado progresivo, poniendo a nuestra disposición de una gran respuesta dede bien abajo, aunque su punto más dulce se encuentra a medio régimen.
Entre curvas la Indian FTR 1200 se mueve con bastante fluidez, cómoda y con buenos cambios de dirección y su horquilla delantera me parece realmente bien configurada, absorbiendo muy bien lo baches y el asfalto roto y al mismo tiempo nos da una buena sensación de aplomo, precisión e información, el conjunto del manillar y horquilla transmite bastante confianza y seguridad. Sus frenos muerden con eficacia y tienen un buen tacto.
Me parece una moto con dos caras bien marcadas, capaz de ofrecernos una entrega muy dosificable y un chasis dócil y otra perspectiva más gamberra donde, a golpe de modo Sport, nos encontramos con aceleraciones más contundente y un toque más macarra que en ningún momento facilitará una situación en la que nos veamos en apuros gracias a las respuestas predecibles y dulces de su chasis.
En ciudad se convierte en una moto maniobrable gracias a su manillar y la disposición baja de su depósito y yo, con 1.80 de altura, llego de forma cómoda al suelo.
El cambio se muestra preciso y cómodo, con un punto muerto bien guiado, aunque la Indian FTR ayuda a no tener que andar cambiando gracias a la buena respuesta de su motor desde abajo, pero, ¿dónde están entonces las pegas?
Evidentemente no es una moto perfecta, por mucho que me haya gustado, por mucho que su motor se presente como una opción más prestacional que el bicilíndrico de la BMW R nineT y más allá de esos acabados mejorables que mencionaba anteriormente en algunos detalles he de reconocer que el bloque de la Indian FTR 1200 se me ha antojado excesivamente caluroso. Sí, es verano y las moto, en su mayoría, son calurosas, pero lo de la Indian FTR 1200 es otro nivel y se vuelve especialmente molesto en ciudad, donde los colectores y el bloque hacen que las piernas se calienten demasiado. Quizá también le podríamos pedir algo más de sonido al escape, pero con los petardazos que tiene me parece más que suficiente y sino siempre podemos acudir al Akrapovic de la Race Replica.
Precio de la Indian FTR 1200
La Indian FTR 1200 tiene un precio de partida de 14.690 euros mientras que la Indian FTR 1200 S con la instrumentación digital, con una mejor suspensión, con los modos de conducción… Hace lo propio desde 15.990 euros. Si ya queremos la Race Réplica, con el escape Akrapovic, desembolsaremos 17.290 euros.
Para poner en contexto este importe debemos tener presente que su principal rival, la BMW R nineT, parte desde los 13.300 euros de la mano de la versión Pure y desde los 16.450 euros si acudimos a la versión tope de gama.
Podemos pensar también en la Kawasaki Z 900 RS, que parte desde 12.999 euros o en la Honda CB 1000 R Neo Sports Cafe, que parte desde 14.800 euros.
Como equipamiento de serie la Indian FTR 1200 S, como la que hemos probado, nos ofrece ABS desconectable, control de crucero, control de estabilidad y de tracción, el sistema “anti caballito”, el selector de modos de conducción con los modo Sport, Standard y Lluvía, el sistema multimedia con pantalla táctil de 4.3 pulgadas y la toma USB de carga rápida.
En el mercado la Indian FTR 1200 se distancia de estas alternativa gracias a su vocación de flat tracker, una vocación también presente, en un cilindrada, potencia y precio menor en la Ducati Scramble Full Throttle. Además es una moto cargada de personalidad, con un motor más potente que el de la BMW R nineT y que, al menos por ahora, está “menos vista” que la alemana.
La Indian FTR 1200 ha cumplido con mis expectativas, es un gran producto
Desde luego la Indian FTR 1200 ha copado mis expectativas, me ha resultado una moto divertida, con un motor cargado de temperamento, atractiva, dispuesta a no pasar desapercibido y con una buena dinámica, con un buen paso por curva. Una moto que se siente mucho más ligera de lo que realmente es, con todas las bondades que ello implica y que además pone a nuestra disposición un equipamiento de serie más que correcto, con esa instrumentación totalmente digital…
Ahora, la pregunta de rigor y su correspondiente respuesta, ¿me compraría antes la Indian FTR 1200 o la BMW R NineT? Depende. La BMW R nineT me parece en su conjunto un producto mejor terminado y me gusta más la personalidad del motor bóxer refrigerado por aire aunque como contraposición a esto debo confesar que sólo en mi grupo de amigos hay 5 nineT, eso sí, muy variopintas entre ellas, por lo que veo en la Indian FTR 1200 el encanto de lo diferente, sin perder de vista que es una moto que dinámicamente va muy bien. Difícil decisión que se resuelve, dicho de forma correcta, comprando la que remueva algo dentro de ti, porque ambas son dos grandes productos.