Antes de nada, las cosas claras: el Isuzu D-MAX en España no es un coche, es un camión. Esto significa que, por más que nos haya gustado este vehículo, por más que esté a la altura de los mejores pick-up, que lo está, no te lo puedes comprar como particular y sólo puedes comprarlo si eres empresa o autónomo ya que está homologado exclusivamente como vehículo industrial, o mejor dicho, tendrías que pagar un impuesto de matriculación del 14,75% que habría que sumar al precio de venta, además del IVA del 21% que no podremos desgravar, lo que lo convierte en un vehículo muy caro. Una vez lanzado el jarro de agua fría, vamos con la prueba a fondo porque el coche camión me ha encantado.
Pero… ¿Isuzu vende en España?
Isuzu es la marca japonesa más antigua en fabricación de vehículos industriales. Su historia se remonta más de un siglo atrás (1916) aunque el nombre de Isuzu es más reciente (1934) y su primer pickup, el Isuzu Elfin, es de 1961. El Isuzu D-Max se exporta a 120 países, aunque en España apenas hemos oído hablar de él porque Isuzu tiene muy poca actividad en Europa y la normativa de emisiones deja ahora mismo en fuera de juego a este tipo de vehículos para uso particular dado el elevado precio del impuesto de matriculación.
Esto significa que, aunque no nos suene mucho por estas latitudes, Isuzu es un gigante mundial en vehículos industriales y lleva 60 años fabricando pickups así que, seguramente, saben lo que hacen.
Diseño exterior del Isuzu D-MAX: una bestia con pinta de bestia
Cada uno podrá juzgar por las imágenes la sensación que le da el vehículo, pero las intenciones de diseño de Isuzu están bastante claras: un frontal agresivo, con pinta de «camión enfadado», y una parrilla de esas que imponen respeto en el espejo retrovisor de tu pequeño utilitario. Está muy chulo.
No hay mucho margen de maniobra en el diseño de un pick-up ya que las proporciones están definidas por el tamaño de la caja y la forma del coche está condicionada a sus capacidades todoterreno y la carga que debe llevar, pero aún así el Isuzu se las arregla para tener una fuerte personalidad por los cuatro costados, al mismo tiempo que luce un diseño moderno que recuerda inevitablemente a otros vehículos similares de última hornada, a pesar de lo cual se distingue fácilmente.
La trasera es quizás lo más estándar, pero no hay otro remedio si quieres que la puerta sea lo más ancha posible y que las luces no se muevan de su sitio: aquí sí que todos son bastante parecidos.
Diseño, equipamiento y calidad interior del Isuzu D-MAX
Dentro del Isuzu D-MAX empiezan de verdad las sorpresas. Puede que sea un vehículo industrial, pero en esta versión tope de gama N60FF lo que nos encontramos es un interior digno de un SUV de buen nivel y muy similar al que para mí es el mejor de la categoría por bastante diferencia, el Ford Ranger. ¿Me gusta más que un Toyota Hilux? El interior, sí.
El caso es que este Isuzu trae todos los asistentes a la conducción que te puedas imaginar, incluyendo control de crucero adaptativo con start-stop, mantenimiento de carril activo, reconocimiento de señales, asistente de estabilización para remolque, detector de ángulo muerto, cámara trasera, sensores de parking… es difícil encontrar algo que no traiga.
Por otro lado, cuenta también con las amenidades propias de un vehículo moderno como faros bi-led, sensor de lluvia, luces automáticas, asientos y volante de piel, clima bi-zona, conectividad inalámbrica con Apple Car Play y Android Auto, pantalla central de 9″, asiento del conductor eléctrico, asientos calefactados y todo lo que le podríamos pedir a un SUV de gama alta.
En lo tocante a calidades, de nuevo Isuzu se descuelga con un interior que mezcla una cierta rudeza con una buena calidad al tacto y una solidez a prueba de bomba. Si algo tienen estos camiones es que no hacen un solo ruido en su interior mientras sufren cualquier tortura en el exterior. Más sobre esto luego…
Motor, prestaciones y comportamiento del Isuzu D-MAX
El Isuzu equipa un motor «clásico» 1.9 turbodiésel con 4 cilindros y 163 CV de potencia máxima a tan solo 3.600 rpm además de un par máximo de 360 Nm a partir de 2.000 rpm. La unidad probada llevaba un cambio automático por convertidor de par que me pareció perfecto para aguantar cualquier maltrato y además permitía un modo manual que me resultó bastante útil fuera del asfalto.
Con estas cifras de potencia y par y una tara de 2.105 kg, uno ya se puede imaginar que se trata de un «tractor» más que otra cosa. Es capaz de mantener cruceros estables de 120 km/h por autopista, incluso en pendientes fuertes, pero su gran masa y la aerodinámica de un bloque de apartamentos le obliga a bajar una o dos marchas para aguantar el tipo. Es un vehículo algo limitado en prestaciones en carretera, no está hecho para correr y su dinámica en curva está en la línea de cualquier otro pickup: bastante mala.
Pero este vehículo no va de correr, sino de cargar y arrastrar: puede transportar hasta una tonelada y arrastrar con freno hasta tres y media, y además puede hacerlo sobre cualquier superficie… y tu cómodo SUV no puede hacer eso. Aún así, un Ford Ranger es mucho más rápido y algo más agradable de conducir en curva.
El consumo a lo largo de la prueba, de unos 200 km mixtos entre carretera, autopista y campo, fue de 9,1 l/100km (homologa 9,2 según ciclo WLTP), una cifra contenida teniendo en cuenta la cantidad de tiempo que empleamos fuera del asfalto en reductora. Ni tocamos la ciudad, todo sea dicho.
Capacidades todoterreno del Isuzu D-MAX
Llegamos a la parte más divertida, o al menos a la parte que me parece más interesante de probar: qué tal va cuando las cosas se ponen difíciles.
El D-MAX cuenta con tracción total conectable sin diferencial central, de modo que sólo se puede utilizar sobre terreno resbaladizo. Es la típica transmisión clásica conectable con reductora (2H – 4H – 4L) en la que la actuación del control de tracción brilla por su ausencia (en teoría existe, pero en la práctica ni está ni se le espera en 4×4). A cambio nos ofrece el bloqueo adicional del diferencial trasero. En un vehículo como este, especialmente si llevas carga detrás, ese bloqueo es un arma muy poderosa.
Las principales cotas 4×4 del Isuzu D-MAX son las siguientes:
Cotas 4×4 | Isuzu D-MAX |
---|---|
Ángulo de ataque | 30,5º |
Ángulo de salida | 24,2º |
Ángulo ventral | 22,9º |
Altura libre al suelo | 240 mm |
Profundidad de vadeo | 800 mm |
Como se puede entender bien a las claras al ver la tabla, hablamos de un todoterreno de pura cepa con chasis de largueros, eje rígido trasero y bien equipado para soportar el maltrato, cosa que pudimos comprobar de primera mano.
Por caminos rotos el coche va realmente flotando, da igual lo que le eches encima. Si nos metemos por caminos destrozados con piedras, ramas y raíces grandes, da igual a qué velocidad, el D-MAX empieza a dar botes pero en ningún momento te traslada la más mínima sensación de sufrimiento mecánico. Todo el coche parece construido en una sola pieza y soporta cualquier cosa sin rechistar.
En lo tocante a capacidad de tracción, está claro que con bloqueo central y trasero nos va a sacar prácticamente de cualquier apuro, si bien es verdad que en reductora y con bloqueo no contamos con ninguna ayuda electrónica al eje delantero, una característica que sí mantiene el Ford Ranger Wildtrack, que sería lo más comparable a nuestro D-MAX y que puede marcar la diferencia en situaciones realmente extremas.
Aún así, hay muy pocas pegas que ponerle a este vehículo industrial en campo, que además cuenta con control de descensos y la posibilidad de manejar el cambio de forma manual, forzando la primera marcha cuando queremos una retención mecánica controlada.
Precio y conclusiones
El precio de esta versión tope de gama del Isuzu D-MAX es de 35.149 € sin IVA ni costes de matriculación, pero hay que recordar de nuevo que sólo lo pueden comprar a ese precio profesionales y no particulares. Si le sumamos un 14,75% de matriculación por sus elevadas emisiones (como todos los pick-up) y el IVA para un cliente final del 21%, habría que pagar por este Isuzu 47.714 € más transporte. Esto lo convierte en un vehículo casi prohibitivo si queremos destinarlo al ocio.
Con todo esto, el Isuzu D-MAX estaría entre lo mejor que se vende en Europa como industrial, pero resultaría bastante caro para particulares.
Es cierto que su motor se queda por detrás de la competencia en prestaciones, pero su interior, equipamiento, calidad de construcción y acabados, junto con la robustez y capacidad que demostró por terrenos difíciles me han dado una excelente sensación como vehículo industrial e incluso como posible vehículo particular orientado al ocio, aunque la normativa anticontaminación europea hace prácticamente imposible esa utilización para este Isuzu, y muy pronto lo hará para cualquier otro pick-up.