Ya avisamos a finales de abril: a partir de mayo, los coches tendrán que pasar dos nuevas pruebas para superar la ITV. El momento ha llegado y mañana, día 20 del mes, entra en vigor la última actualización (7.7.0) del Manual de Procedimiento de Inspección que se aplica en las instalaciones encargadas de las revisiones técnicas a las que obliga la ley. Uno de estos exámenes, inédito hasta la fecha, consiste en que los operarios de la estación comprueben los datos de consumo de cada vehículo.
Los automóviles matriculados desde 2021 (inclusive) llevan incorporado un sistema de monitorización de gasto energético denominado OBFCM, ya que en inglés se conoce como On Board Fuel Consumption Monitoring. Pero que no te confunda lo de “fuel”, pues también afecta a los eléctricos e híbridos de toda condición. La misión de este dispositivo es registrar el consumo total (acumulado) y/o las emisiones históricas, con independencia de la fuente energética, de cada unidad. Es capaz de determinar estos datos con un margen de error inferior al 5% sin importar la forma de propulsión.
¿Para qué necesita la ITV conocer el consumo de mi vehículo? ¿Debería preocuparme?
Si tienes un coche muy moderno (con menos de dos años y medio de antigüedad desde su fabricación), seguramente desconocías que lleva instalado algo así. De hecho, esta falta de información puede que te invite a pensar en que las altas instituciones desean controlarte y puede que estés en lo cierto. Sin embargo, el propósito oficial y teórico de esta medida es que la Agencia Europea de Medio Ambiente pueda recopilar las emisiones de CO2 del parque móvil de los países miembros de la UE, como es España, y hacerlo de manera presuntamente anónima.
Por supuesto que, indirectamente, este organismo podría saber qué conductores contaminan más o menos con la polución de sus automóviles, pero el almacenamiento y la gestión de esas cifras sólo se puede realizar con el consentimiento del usuario, de modo que no deberías de temer nada. Para conocer con exactitud cómo van a recabar esta pesquisa los técnicos de las ITV, puedes consultar el manual en cuestión (página 140 en adelante) accediendo a la página web de la Asociación Española de Entidades Colaboradoras con la Administración en la ITV. La operación se automatiza vía OBD.
El último fin de esta acción, según autoridades de la Unión Europea, es establecer nuevas estrategias ecológicas con base en el funcionamiento real de la mayoría de los coches que circulan por el Viejo Continente. Desde la entidad geopolítica y también desde la propia AECA han insistido en que los números extraídos de la centralita de cada vehículo no se podrán usar, tratar o guardar para cualquier otro objetivo y en que no tendrán efectos, negativos o positivos, sobre el resultado de la inspección. ¡Calma!
