Si algo queda claro cuando te cruzas por primera vez con un Jeep Gladiator es que, esta pick-up con claro enfoque todoterreno, ha sabido adaptarse perfectamente a la esencia de Jeep. Y lo ha hecho combinando soluciones prácticas para el transporte de cargas, el tiempo libre y las actividades diarias. En nuestra prueba del Jeep Gladiator 2021 hemos comprobado que no existe obstáculo que lo detenga.
Disponible en dos acabados, Overland y Launch Edition durante la fase de lanzamiento, es posible personalizar la carrocería con nueve tonalidades exteriores y elegir varias combinaciones de parabrisas y techo: techo rígido de tres paneles, techo blando y sin techo. Aunque, probablemente, lo que más llama la atención es su enorme caja trasera: mide 1,5 metros de largo, 1,4 de ancho y puede soportar hasta 613 kilos de carga. Además de los diferentes tipos de cubiertas que comercializa la marca, Mopar también tiene un amplio catálogo de opciones.
La estética del Jeep Gladiator comulga con las líneas maestras de estilo del fabricante norteamericano: un diseño robusto y distinguido con detalles tradicionales como la parrilla de siete ranuras del Jeep Wrangler que cuenta con detalles específicos y cierta inclinación para mejorar la aerodinámica. Los faros, pilotos traseros y las luces antiniebla LED son de serie.
Jeep Gladiator
En su interior es fácil adivinar que han combinado confort y versatilidad a través de módulos desmontables (en realidad se puede desarmar casi toda la carrocería a gusto del consumidor) y de numerosos compartimentos portaobjetos. El salpicadero tiene un diseño horizontal y centra todas las miradas en la parte tecnológica: está formada por un cuadro de instrumentos con una pantalla TFT de 7 pulgadas en la que podemos configurar la información en más de cien formas diferentes y una pantalla central, de 7 u 8,4 pulgadas, con el sistema Uconnect de cuarta generación.
En cuanto al equipamiento de serie, el Jeep Gladiator 2021 ofrece un sistema de audio premium Alpine con nueve altavoces que incluye un subwoofer trasero desmontable y un amplificador de doce canales de 552 W con altavoz inalámbrico Bluetooth portátil opcional. La cámara delantera está incluida en la Launch Edition (no así en la Overland) y permite ver fácilmente los obstáculos que se encuentran alrededor del coche.
Enfoque todoterreno
Hechas las presentaciones es momento de pasar a la acción. Literalmente. El Jeep Gladiator está equipado con un motor 3.0 MultiJet V6 que desarrolla 264 CV a 3.600 rpm y 600 Nm de par a 1.400-2.800 rpm. Su pareja de baile es una transmisión automática de origen ZF y ocho velocidades con convertidor de par y manejo secuencial mediante una palanca.
Sin embargo, la receta del Gladiator estaría incompleta si sólo hablásemos de su propulsor. Y es que para lograr que no tema a ningún obstáculo necesita algunos aliados. Una de ellos es la tracción total permanente Command-Trac. Cuenta con un diferencial central con el que podemos circular con dos ejes motrices (4H Auto) y con tracción trasera (2L). Si la cosa se pone interesante, el modo 4H Part Time se encargará de bloquear el reparto del par entre ambos ejes junto con la reductora (4L) con una relación 2,72:1.
No puede faltar, obviamente, el sistema Selec-Speed: con él y la reductora podemos establecer una velocidad fija de entre 1 y 8 km/h para preocuparnos únicamente de dirigir la orquesta. Y la guinda corre a cargo de los ejes Dana 44 con muelles helicoidales, el diferencial trasero Trac-Lock con bloqueo mecánico, una dirección con recirculación de bolas, placas protectoras y neumáticos todoterreno opcionales.
Jeep Gladiator 2021 a prueba
A todo este equipamiento tenemos que añadir una serie de cifras clave para nuestra aventura a bordo de esta pick-up. O lo que es lo mismo: un ángulo de entrada de 41 grados, uno de salida de 25 y un ventral de 18,4. La altura libre al suelo es de 25,3 centímetros y la capacidad de vadeo llega hasta los 76 centímetros. Se trata de números que engañan porque parece que van a limitar a un modelo que mide 5,59 metros de largo, 1,89 de ancho y 1,84 de alto… pero nada más lejos de la realidad.
El Jeep Gladiator aguardaba listo para afrontar una prueba corta por un circuito que recorrer una finca privada. Dicen que los mejores perfumes van en frascos pequeños… igual que los venenos más potentes: una combinación de ambos es lo que hemos vivido de la mano del modelo norteamericano.
El recorrido era bastante técnico y estaba plagado de uves, es decir, bajadas y subidas cortas con gran inclinación: recordad que estamos a los mandos de una pick-up que mide 5,59 metros de largo y tiene una batalla de 3,48 metros. Nada que temer ya que no sentimos el suelo en ningún momento, ni siquiera en los valles. Basta con mantener el gas suave y constante además de confiar en las capacidades off-road del Jeep Gladiator. Incluso, si quieres, puedes dar paso a la reductora y subir a punta de gas: ni miedo ni obstáculos.
Por su aspecto parece difícil de creer, pero la pick-up norteamericana se mueve como pez en el agua por las agudas roderas, los cruces de puentes y los enormes agujeros. La capacidad de tracción solventa cualquier situación con la colaboración de los ejes Dana y un motor en el que el refinamiento no está reñido con la fuerza: esos 600 Nm se notan bastante. A pesar de lo angosto del terreno, el coche es capaz de sobreponerse sin descuidar la comodidad de sus ocupantes: de eso se ocupa la capacidad de absorción de sus suspensiones. Y es que con el Jeep Gladiator hasta el conductor se siente invencible.