Hemos probado el nuevo Mazda 3 2019 en versión SKYACTIV-G (gasolina, 122 CV, etiqueta ECO) y con acabado Zenith (tope de gama) uno de los lanzamientos más interesantes de 2019. El nuevo Mazda 3 llega al segmento de los compactos tras una renovación total y con nuevos argumentos de venta: nos promete calidad premium, un diseño innovador y un comportamiento de referencia en el segmento. Vamos a analizar punto por punto estos tres elementos para intentar explicaros si cumple o no con unas expectativas tan altas.
El Mazda 3 es un compacto del tamaño de un Volkswagen Golf, pero aspira a colarse en el segmento Premium del mercado (Audi A3, Mercedes Clase A, Volvo V40) a golpe de tecnología y calidad de construcción. Ese es el objetivo de Mazda, una marca hasta ahora generalista pero que viene pisando fuerte con sus últimos lanzamientos (como el Mazda CX-5) y apuntando muy seriamente a convertirse en Premium, si bien el mercado tardará años en asumir ese nuevo rol de marca, si es que alguna vez lo hace, independientemente de la calidad real de sus productos.
Diseño del Mazda 3 2019
Mazda Mazda3
El diseño del Mazda 3 es a la vez continuista y rompedor. En este caso la «revolución» no viene a través de las formas sino más bien a través de las superficies, ya que toda la carrocería del Mazda 3 es ahora una superficie repleta de curvas pero sin líneas de carácter. Al prescindir de cualquier adorno o ayuda artificial, el Mazda 3 se queda con forma y proporciones para definir su estética y crea una serie de reflejos de luz bastante especiales (que se pueden apreciar en muchas de las imágenes).
Un frontal prominente, muy bajo, con la parrilla delantera casi a ras del suelo y apuntalado con líneas muy descendentes en faros y nervios del capó le dan un aspecto agresivo y deportivo. En el perfil destaca su pilar «C» y la caída del techo en el último tramo, generando una gran superficie de chapa que acentúa su anchura de vías trasera. En la parte posterior llama la atención el gran alerón integrado en la luneta, las ópticas ligeramente recortadas y el doble escape cromado real a ambos lados.
En conjunto el diseño es deportivo, atractivo y convincente, y el nivel de innovación y modernidad que introduce su carrocería minimalista y carente de ornamentos es mayor al natural que en las fotos. Primer punto conseguido.
Interior y calidades del Mazda 3 2019
En el interior volvemos a encontrar un diseño minimalista y acorde con la idea que transmite la carrocería antes de entrar. En este caso tenemos que hacer un doble análisis: por un lado el nivel de calidades, materiales y ajustes y por otro el diseño en sí. Analizamos la versión «Zenith», el tope de gama con el máximo equipamiento, que es la unidad que hemos podido probar.
Por la parte de calidades y ajustes, el nuevo Mazda 3 sería comparable a un Audi A3, o un Mercedes Clase A con múltiples superficies mullidas terminadas en símil piel, un precioso volante de tres radios y diseño espectacular y una gran calidad percibida en botones, ruedas, satélites del volante y puertas. Existen superficies mullidas incluso en la consola central, algo poco habitual, y detalles como la resolución de las cámaras de visión exteriores, en las que se aprecia hasta el grano del asfalto, están a un nivel realmente alto.
Por la parte de diseño, dependerá del gusto de cada cual. El nuevo Mazda 3 cuenta con un habitáculo deportivo acorde con su filosofía, por ello recurre a un cuadro de mandos bastante tradicional en el que sólo el reloj central es realmente una pantalla configurable (con una mínima configuración) pero siempre manteniendo una estética de relojes bastante fija. Si comparamos esta solución más sencilla con el excelente Virgual Cockpit de un Audi A3 o con la espectacularidad de la doble pantalla de un Mercedes Clase A, el Mazda se queda claramente atrás, pero no es un problema de calidades ni materiales sino de preferencias en diseño.
En mi opinión, teniendo en cuenta la filosofía del coche, el cuadro de mandos es coherente con lo que se quiere transmitir y un exceso de imágenes y colores no tendría demasiado sentido en un vehículo tan orientado a las sensaciones de conducción (más sobre esto luego). Incluso el color oscuro que domina totalmente el habitáculo tiene sentido si lo que queremos es que el conductor esté totalmente focalizado en la conducción. Otra cosa son los gustos de cada cual, claro, y el indudable atractivo que tienen sus rivales alemanes.
La pantalla central del Mazda 3
Un detalle que merece especial atención es la pantalla central del Mazda 3, por su condición de no-táctil, siguiendo el estilo de los BMW de los últimos años. La pantalla se maneja desde una gran rueda en la consola central a la que se accede con el brazo cómodamente apoyado en el reposabrazos central. La rueda tiene 4 botones de acceso directo que hacen más fácil su utilización y puede manejarse como un comando direccional (arriba-abajo-izquierda-derecha, girando la propia rueda o bien pulsándola como si fuese un gran botón.
Este sistema aporta varias ventajas frente a una pantalla táctil:
* Al no tocarla, no manchamos la pantalla
* Al no tener que llevar el dedo a la pantalla, ésta puede estar bastante más lejos y el esfuerzo de enfoque cerca-lejos del conductor para mirarla se atenúa bastante.
* El tiempo que exige apartar la vista de la carretera es menor que si tienes que acertar con el dedo en un punto concreto y la precisión de manejo es mayor.
Yo diría que se pierden dos cualidades importantes por el camino, que también conviene señalar:
* Una pantalla táctil permitiría más opciones a la vez y pulsar directamente en cualquier zona sin tener que recorrer todos los menús intermedios.
* Una pantalla táctil se parece más a un móvil y resulta más natural, si bien la de Mazda tiene muy pocos menús y son muy sencillos de recorrer.
En conjunto, en el día a día, esta pantalla no es necesariamente peor que una pantalla táctil, sino simplemente una forma diferente de resolver el mismo problema de interfaz. Es cierto que gran parte de la industria se ha volcado con lo táctil, pero no es menos cierto que Mazda ha demostrado en repetidas ocasiones que salirse de la norma puede ser una ventaja notable.
Motores del Mazda 3: gasolina micro-híbridos y diésel ultra-eficiente
La gama de motores del Mazda 3 está compuesta por este SKYACTIV-G de gasolina con 122 CV, un SKYACTIV-D diésel con 116 CV y será completada de forma inmediata con el SKYACTIV-X de 181 CV. Vamos a verlos uno por uno en detalle.
El SKYACTIV-G, que es el objeto de esta prueba, es un motor 2.0 de gasolina sin turbo que desarrolla 122 CV de potencia máxima. Cuenta con un sistema micro-híbrido de 24V que aprovecha la energía de las frenadas, la almacena en una pequeña batería de 0,16 kWh y la devuelve mediante un pequeño motor eléctrico que asiste al térmico en momentos muy puntuales en busca del máximo ahorro de combustible. Gracias a este sistema micro-híbrido obtiene la etiqueta ECO.
El funcionamiento del sistema de micro-hibridación es casi imperceptible salvo, tal vez, como una mejora de un sistema start-stop convencional ya que el arranque del motor térmico se produce justo cuando el coche tiene que moverse y se elimina el sonido del propio arranque, ya que se realiza con la propia puesta en movimiento del coche.
El resultado es un consumo medio homologado de 6,2 l/100km WLTP (6,3 l/100km con la llanta de 18″ del acabado Zenith) que durante la prueba me ha parecido bastante realista, aunque al tratarse de una toma de contacto no es posible hacer mediciones propias.
El motor SKYACTIV-D es un 1.8 turbodiésel de 116 CV que no cuenta con sistema de micro-hibridación y por tanto luce la etiqueta medioambiental «C». A pesar de esa etiqueta, homologa un consumo de 5 l/100 km WLTP y por tanto es bastante más eficiente que su homólogo de gasolina. Grandes rodadores, tenedlo muy en cuenta.
El motor más esperado del nuevo Mazda 3 es el SKYACTIV-X, todavía no disponible en el mercado y aún no probado por la prensa a la fecha de escribir estas líneas. Se trata de un revolucionario motor de gasolina con turbo y una nueva tecnología de combustión de «ciclo diésel» pero guiada por chispa como un gasolina, que promete combinar el rendimiento de un gasolina de altas prestaciones con los consumos de un diésel de la misma potencia. Este motor SKYACTIV-X tendrá también sistema micro-híbrido y etiqueta ECO.
Tacto de conducción del Mazda 3 2019
Llegamos al punto tal vez más importante para el cliente potencial del Mazda 3, que es su tacto y sensaciones al volante. Este coche es precisamente eso, un coche de sensaciones para gente que valora la diversión al volante por encima de otros parámetros.
Comenzando por el puesto de conducción, Mazda se ha centrado en que el conductor vaya en una posición perfecta respecto a pedales, volante, palanca de cambios y visión hacia adelante. Los asientos son muy cómodos y envolventes y el tacto de todos los mandos resulta perfecto, al igual que la propia postura al volante.
Una vez en marcha, el coche entra en las curvas con muchísima decisión, aplomo y seguridad gracias a una dirección precisa y comunicativa y a un chasis afinado para optimizar el comportamiento, que gira muy plano y muestra un comportamiento muy neutro y fácil de controlar.
El tacto del cambio merece mención aparte por su deliciosa palanca, cortos recorridos, resistencia justa y agrado de manejo. Probablemente es el mejor manual del segmento, o al menos yo no he probado ningún otro que me haya llamado tanto la atención por su excelencia.
Todo este festival de conducción sólo se ve empañado por un motor que se queda bastante justo de potencia en comparación con las capacidades del chasis y pide a gritos bastantes caballos más para terminar de disfrutar realmente de un coche deportivo (que lo es) con prestaciones a la altura de las circunstancias (que de momento no tiene con este SKYACTIV-G).
Por último, es importante mencionar el sistema G-Vectoring Control Plus, un sistema de control del par de giro rueda por rueda que ayuda a mantener el coche en la trazada perfecta de forma proactiva. Su funcionamiento no es nada intrusivo y, de hecho, es poco perceptible al volante aunque sí se nota que el coche tiende a un comportamiento totalmente neutro y una trazada perfecta en curva. Este sistema ya lo traía el anterior Mazda 3, aunque en el nuevo se trata de una evolución.
Los puntos débiles del nuevo Mazda 3
Es hora de hacer un repaso de los puntos débiles del Mazda 3, básicamente centrados en su limitada practicidad.
Las plazas traseras sufren de un acceso complicado por culpa de las puertas posteriores. Son puertas pequeñas, con una caída muy fuerte en el marco superior con el que casi cualquier adulto se golpeará en la cabeza al entrar y sobre todo al salir. La forma de la ventanilla no favorece la entrada de luz (este sería un buen coche para llevar techo de cristal, una ausencia notable en la lista de opciones).
En el maletero nos encontramos con algo parecido: el portón es bastante pequeño y el acceso está bastante alto. Por capacidad absoluta (358 litros) cumple con su función, pero no es de los más prácticos en este aspecto.
Por último, volviendo al diseño interior, si buscas un coche deportivo centrado en sensaciones esto es lo que deberías esperar y no te defraudará en calidades, pero si quieres algo realmente especial con pantallas espectaculares, el Mazda 3 no es lo último de lo último en ese aspecto.
Conclusiones
El nuevo Mazda 3 cumple muy bien con las expectativas generadas en diseño, calidades y placer de conducción y es uno de esos coches que nos gustan mucho a los que probamos coches, pero no necesariamente al público en general. Digo esto porque sus principales cualidades no se perciben a simple vista y creo que hay que conducirlo «de verdad» para llegar a entenderlo.
Si estás entre los que buscan un coche de sensaciones al volante, posiblemente el nuevo Mazda 3 sea lo mejor del segmento, aunque habría que compararlo de forma directa contra un Ford Focus, un Honda Civic o un Peugeot 308 para afirmarlo categóricamente y tal vez el Honda podría ser aún mejor, no estoy seguro. Pero sentado dentro, por postura al volante, tacto de los mandos, dirección, el excelente cambio y la interacción con el coche en general, creo que es el nuevo rey de la categoría si de verdad te gusta conducir.