En Merceces-AMG están decididos a convertir al nuevo GT en la referencia absoluta dentro de los deportivos y eso que tiene que vérselas con rivales de la talla del Porsche 911, el Aston Martin Vantage o el Maserati GranTurismo. El último movimiendo de AMG en este sentido tiene un objetivo muy claro y no es otro que plantar cara al mismísimo 911 GT3, pero apostando por una receta con personalidad propia capaz de brillar en circuito tanto como fuera de él.
Mercedes-AMG GT 63 PRO, directo a por el 911 GT3
La segunda generación del Mercedes-AMG GT es un coche que cambia radicalmente la filosofía de este superdeportivo. En Affalterbach han decidido probar suerte usando nuevos ingrediente para su receta y, tal y como ya te contamos en nuestra primera prueba, el resultado es mucho más que satisfactorio gracias a un coche de altísimas prestaciones, de eficacia superlativa, pero también mucho más usable en cualquier circunstancia.
Sin embargo ello no ha impedido que AMG saque el lado más temperamental del nuevo GT, creando así la nueva versión GT 63 PRO dirigida a todos aquellos que buscan disfrutar de su superdeportivo en Track-Days. No hablamos de una variante tan extrema como aquellas versiones GT R o GT Black Series, sino una variante del GT 63 que ha sido revisada para dar lo mejor de sí en circuito.
Para empezar nos encontramos con un nuevo kit de carrocería y un rediseño del fondo del coche que, trabajando en conjunto, persiguen una mejora de la refrigeración del propulsor V8, la transmisión y el diferencial trasero, así como una mayor carga aerodinámica. Hablamos de cambios sutiles, pero muy relevantes en pos de optimizar el trabajo en condiciones de uso extremas.
Al mismo tiempo también se han instalado dos nuevos radiadores en los laterales del paragolpes frontal, apoyándose además en una nueva estrategia de refrigeración para los circuitos de baja y alta temperatura empleados por el motor. En esta sección se mantiene el sistema de aerodinámica activa que permite acelerar el flujo de aire bajo el vehículo, combinándose con un nuevo diseño de todo el fondo hasta su salida por el difusor trasero y añadiendo un spoiler fijado sobre el portón trasero.
El motor 4.0 V8 Twin-Turbo estrena una nueva evolución para el GT 63 PRO que le permite alcanzar los 612 CV (+27 CV) y los 850 Nm (+50 Nm). No es una diferencia sustancial con respecto a la versión «normal», pero sí permite una mejor respuesta al acelerador y además se acompaña de un escape deportivo heredado del GT 63 S E-Performance. La transmisión automática de 9 relaciones y el sistema de tracción total se han recalibrado para sacar más provecho del nuevo setup, consiguiendo así un 0-100 Km/h de 3,2 segundos y una velocidad punta de 317 Km/h.
Pero no caigamos en el error de subestimar esta variante por la ligera mejora en prestaciones, pues el apellido PRO no persigue conseguir que el GT 63 corra más, sino que corra mejor. Es por ello por lo que las verdaderas novedades están en el tren de rodaje, que si bien ya contaba con suspensiones interconectadas y un eficaz eje trasero direccional, ahora estrena frenos carbocerámicos específicos de mayor rendimiento y mejor refrigerados, llantas forjadas en aluminio de 21″ y la posibilidad de montar neumáticos semislickMichelin Pilot Sport CUP 2R.
¿Y en qué se traduce todo esto? Contando con el magnífico circuito de Ascari (Ronda, Málaga) como escenario de pruebas, Mercedes-AMG nos invitó a probar el nuevo GT 63 PRO realmente a fondo. En mi primera prueba con el GT 63 «a secas» pude certificar que esta nueva generación era mejor coche que el anterior, pues si bien pierde algo de carácter y radicalidad, a cambio gana muchísimo en eficacia, confort y prestaciones.
Ahora en circuito, a los mandos del Mercedes-AMG GT 63 PRO, esas sensaciones se multiplican al descubrir que esta variante se muestra todavía más eficaz, incluso rodando con abundante lluvia en algún momento, ofreciendo un nivel de prestaciones realmente estratosférico. Siendo un coche que araña los 2.000 Kg, es sorprendente la agilidad y la inmediatez con la que responde a cada orden que le damos, aunque sea llevándolo al límite. Su capacidad de tracción es infinita, al igual que lo es su tolerancia al abuso con el gas o la dirección, permitiéndote así disfrutar de ciertos homenajes cruzando la trasera, aunque siempre con muchísima nobleza.
Muchos puristas dirán que le sobra peso o le falta un cambio manual para ser un coche destinado al uso en circuito, pero lo cierto es que en Mercedes-AMG tenían muy clara la filosofía del GT 63 PRO cuando se pusieron a trabajar en él. Y no, no es crear un coche de circuito que brille en eso y poco más, para eso ya llegarán otras versiones más adelante, el Mercedes-AMG GT 63 PRO es otro tipo de coche, es un Super GT que hace realidad algo sumamente difícil de ver, y es poder disfrutar de un superdeportivo completamente usable como coche de diario o para hacer largos viajes en pareja, permitiendo además a su propietario el poder apuntarse a cualquier Track-Day que surja, marcar la vuelta rápida del día y volver a casa parando previamente a cenar en el restaurante de moda. ¿Tenerlo todo es posible? Con este GT 63 PRO sí.
